Díaz apuntala su opa sobre Podemos con la 'fuga' de Nacho Álvarez en solo 48 horas
El economista se convierte en portavoz de Sumar dos días después de que Belarra afirmara que Podemos tendría un papel secundario en el proyecto de Díaz
Nacho Álvarez, el actual secretario de Estado del ministerio que controla Ione Belarra ha tardado 48 horas en pasar de la ejecutiva de Podemos a una portavocía nacional de Sumar, concretamente, la de economía. Álvarez aparece en la foto del último Consejo Ciudadano de Podemos del 17 de junio detrás de Irene Montero y la secretaria general. Fuentes del partido morado interpretan ese nombramiento más como la demostración de la opa hostil de Díaz hacía cuadros intermedios de la formación de Montero, con el objetivo de agrandar el aislamiento de su cúpula, que a un premio para Podemos en el nuevo organigrama de Sumar. En esa misma ejecutiva, de hecho, Belarra había afirmado que Podemos iba a tener un papel secundario en la confluencia de Sumar.
Álvarez, tal y como adelantó en sendas exclusivas THE OBJECTIVE, lleva tiempo acercándose a la lideresa de Sumar, Yolanda Díaz. Y en el partido morado su nombre lleva tiempo sonando como uno de los posibles fichajes de la lideresa Sumar. Las fuentes consultadas recuerdan que después de la reunión del sábado de la ejecutiva federal del partido, en cuya foto también estaba Sumar, la secretaria general habló de que Podemos tendría un rol secundario en la nueva confluencia: «A partir de este momento, Podemos asume su papel en esta candidatura, un papel modesto», dijo. Y esa declaración choca ahora con ese nombramiento, sostienen en el partido morado: «Es obvio que Nacho ha ido por su cuenta». Otros agregan: «Una vez que se han rendido, la gente se busca la vida».
Aunque técnicamente Sumar permite a sus miembros y afiliados tener el carnet de otros partidos y formaciones, el fichaje anunciado el pasado lunes pasó de móvil en móvil en los chats de los trabajadores del partido, simpatizantes y dirigentes. La dirección de Montero y Belarra había puesto a este economista, autor intelectual del apartado fiscal y económico del programa electoral de 2019, en la diana por la negociación del último presupuesto del gobierno de coalición. Y si bien a final del pasado lunes figuras relevantes de Podemos como Juan Carlos Monedero enmarcaron su fichaje como un reforzamiento de Podemos en Sumar, la mayoría de miembros del partido consultados por este diario aseguran que se trata de una fuga encubierta.
En la lista de los fichables
La dirección morada lleva meses estudiando muy de cerca el papel de Álvarez. El economista había acostumbrado a mantenerse (inteligentemente) al margen de las guerras internas de Podemos. Un extremo que Pablo Iglesias había elogiado de él. Pero últimamente existían indicios que apuntaban a un coqueteo político con Díaz, concretamente a partir de julio del año pasado, cuando Montero alejó a dirigentes como Amanda Meyer y Enrique Santiago de los ministerios controlados por los morados. El siguiente en la lista iba a ser Álvarez, aunque esa vez la dirección decidió esperar para frenar las crónicas periodísticas sobre las purgas en los ministerios de Podemos.
En otoño volvieron las sospechas. Algunos de los principales dirigentes y portavoces de Podemos creían que Álvarez estaba ocultando datos de la negociación presupuestaria con los socialistas, en una mesa a la que se sentaba también Yolanda Díaz. Los morados descubrieron y denunciaron que Díaz había firmado un documento en su nombre obviando asuntos sensibles como el aumento del gasto militar previsto para este año. Los morados habían activado una confrontación que, en línea teórica, debía desembocar en la construcción de una candidatura distinta a la de Sumar. Pero el adelanto electoral exprés de Sánchez arruinó ese planteamiento.
Ahora, Álvarez se ha convertido en portavoz económico de Díaz. Se trata de un nombramiento de cierto prestigio para la lideresa de Sumar. Es uno de los pocos perfiles técnicos y académicos que quedan en Podemos, después de las muchas salidas desde la época de la fundación. Y para Sumar significa demostrar que hay dirigentes de la formación morada que creen en el proyecto de Díaz, más allá de las polémicas sobre el veto a Irene Montero. Y a la vez escenifica la soledad de Montero y de Pablo Iglesias en su propio partido.
Fuga de cuadros
Como adelantó THE OBJECTIVE, el nombre de Álvarez figuraba en la lista de Díaz para dejar en la estacada a Montero desde hace tiempo. Y en ese mismo listado se encontraban dirigentes como la eurodiputada Eugenia Rodríguez Palop, quien también coordinará ahora la redacción del programa electoral de Sumar. Otro exbarón de Podemos en el País Vasco, Lander Martínez, será el cabeza de lista de Sumar por Vizcaya. También lleva tiempo acercándose a Díaz, y recientemente había ayudado en la construcción de la «gira de escucha» de la lideresa con Sumar con la sociedad civil. Ahora también gestiona la web de Sumar.
Todos estos fichajes sirven a Díaz para atar en corto a Montero. Los morados creen que quedan márgenes para reivindicar su protagonismo en el espacio de la izquierda. El único problema es saber si el plan de desgaste desde dentro que anhela Podemos, y que pasa por cuestionar a Díaz el día después de los comicios si su proyecto fracasa, es una demostración de habilidad estratégica o el reflejo de una desconexión creciente entre la cúpula morada y la realidad.
Muchas de las fuentes consultadas del partido de Montero, algunas de ellas muy críticas con la decisión tomada en los últimos días sobre el pacto con Sumar, creen que ya no queda margen para ganar el pulso, aunque sea en diferido. Sobre la decisión que tomó la cúpula de Podemos empiezan a sobrevolar sospechas de todo tipo, más allá de concluir que aquellos líderes que hasta hace poco mandaban a centenares de cargos públicos de su partido, ahora se han quedado aislados y abandonados. Díaz, mientras tanto, ha abierto las puertas a todos aquellos que deciden asumir la realidad: «Nacho no es ni será el último en pasarse a Sumar», vaticinan muchas de las fuentes consultadas.