Sánchez amplía el foco de sus entrevistas y cita a Salvador Illa el lunes en el plató de Ferraz
Continúa con su ronda de ‘Encuentros’ e incluye a dirigentes territoriales del PSOE. El miércoles irá Teresa Ribera
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continuará con su programa televisado desde Ferraz 70 la semana que viene. Según las convocatorias a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el también secretario general del PSOE ha convocado a la militancia a una doble convocatoria la semana que viene en la sede del partido socialista, a la que no sólo invita a los ministros de su Ejecutivo. Sánchez ampliará el foco el próximo lunes, incluyendo entre sus ‘invitados’ a dirigentes territoriales del PSOE. Concretamente, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, quien pasará por su talk show socialista a las once del próximo lunes.
A la misma hora, el miércoles, será el turno de un nuevo miembro de su Consejo de Ministros: la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. La número dos de la lista por Madrid será la siguiente encargada de recordar la gestión del Ejecutivo en materia energética, sacar pecho de la llamada excepción ibérica y cargar contra el «negacionista climático del PP», en palabras de dirigentes socialistas. Un formato cuya organización recae en el secretario ejecutivo de Acción Electoral, Javier Izquierdo, que persigue vender los logros de las medidas aprobadas por el Gobierno de coalición en esta legislatura.
Dosis de ‘recuerdo’ de la gestión de la pandemia
La presencia de Salvador Illa, el ministro de la pandemia, también persigue bucear en los peores momentos de la legislatura: la gestión de la pandemia del covid-19, y la organización de la desescalada de las restricciones durante los sucesivos estados de alarma, coordinados por el responsable de Sanidad, que abandonó posteriormente la cartera para concurrir a las elecciones catalanas del 14-F de 2021.
Una ‘dosis de recuerdo’ que persigue superar la brecha entre la buena percepción ciudadana de la gestión del Ejecutivo y la mala percepción del propio Gobierno. Pero también busca «humanizar» a los miembros del Gobierno de coalición, comenzando por el propio presidente. Fuentes socialistas admiten que existe un alto nivel de rechazo entre la ciudadanía en torno a Pedro Sánchez y se preguntan cuál es el germen de ese antisanchismo. Los hay que, sinceramente, no lo entienden, pero lo asumen; y otros que creen que esta desafección con el líder del PSOE es mucho mayor de lo que detectan sus trackings.
«Estamos sobreactuando»
Así explican la «sobreactuación» en torno al formato adelantado por este periódico, inaugurado con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y prolongado después con el de Agricultura, Luis Planas. Unos encuentros que se sitúan en la planta -1 de Ferraz, en la sala Ramón Rubial, con apenas un centenar de militantes. Según revelan fuentes socialistas a THE OBJECTIVE, no sólo son actos blindados a la prensa, sino también a la militancia, ya que no hay entrada libre. Para formar parte del selecto grupo de militantes que acceden al recinto es necesaria esta invitación y rellenar el siguiente formulario.
Fuentes socialistas creen además que la hora de la convocatoria, las 11.00 horas de un lunes, supone de entrada una brecha generacional, puesto que sólo acuden quienes están «más ociosos, los jubilados» y no quienes tienen que atender a su puesto de trabajo. Son muchos los que critican este formato en el marco de un diseño de campaña errático y, ante todo, «derrotista». «Primero las listas para colocarnos, después la estrategia desesperada de los debates y ahora esta sobreactuación» de las entrevistas del presidente. Se fuerzan bromas y chistes, al tiempo que Sánchez imposta un interés sobre las medidas que se han aprobado ya o se han anunciado… por él mismo.
A este tipo de actos acuden ministros, cabezas de lista territoriales y dirigentes relevantes del PSOE de Madrid, pero lo hacen desde la penumbra, con luz tenue en la sala Ramón Rubial. Sombras que ocultan los rostros de los asistentes y persigue poner el foco en el candidato Pedro Sánchez y su equipo, en sus perfiles humanos. Se pretende sacar su mejor versión, generar simpatía y proyectar una campaña en positivo. Como si en lugar de una campaña electoral, se tratara de una terapia grupal o una sesión de autoayuda. «Hablamos de nosotros con nosotros mismos», dicen quienes, antes del 28-M, jamás habrían reconocido la evidencia que ahora verbalizan: «No hay nada que hacer, vamos a una debacle».