Las encuestas internas que maneja el PSOE le dan solo 100 escaños, 40 menos que el PP  

Las encuestas internas del PSOE no distan mucho de las publicadas hace una semana, cuando Ferraz anunció la denuncia ante la Junta Electoral Central contra las empresas demoscópicas que supuestamente habrían vulnerado el artículo 69 de la Ley Electoral, obviando la denominación y domicilio fiscal de las empresas que realizan el sondeo. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, en los sondeos propios que existen en Ferraz, 70, el PSOE apena superan los 100 escaños, 40 por detrás del PP, que rebasaría los 140 parlamentarios en las elecciones generales del 23-J. 

Unas estimaciones que se sitúan en consonancia con el consenso demoscópico, colocando a Sumar en tercera posición y a Vox en cuarta. Los de Abascal «no llegarían a los 30 escaños» y el nuevo proyecto de Yolanda Díaz superaría por los pelos esa barrera, pero no alcanzaría los 35 que actualmente ostenta Podemos en el arco parlamentario del Congreso. 

La «gran pelea» entre Sumar y Vox

Fuentes socialistas creen que es precisamente en este espacio donde se registra «la gran pelea», ya que Vox y Sumar «se intercambiarán diputados» en las circunscripciones de tamaño medio que eligen cuatro parlamentarios al Congreso y en donde el cuarto no obtendrá representación. De ahí, el salto cualitativo que beneficiaría a la tercera formación política frente al coste de la cuarta, penalizada siempre por el reparto de escaños que se rige por la Ley D’Hont. 

En la pugna de la ‘primera división’, el PSOE cuantifica en 15-20 escaños la pugna entre PP y PSOE por la bolsa de indecisos, aunque admiten que la formación de Alberto Núñez Feijóo le lleva ventaja al PSOE en cuanto a la fidelidad del votante. En los sondeos propios socialistas, la fidelidad del PP también supera en más de 20 puntos a la del PSOE: un 80% de los votantes populares dicen que volverán a hacerlo, frente al 60% de los socialistas. 

Escenario de «ingobernabilidad»

En el cuartel general socialista admiten, por tanto, el consenso arrojado por las empresas demoscópicas privadas, como Gad3, Sigma Dos o Sociométrica, publicadas la semana pasada en ABC, El Mundo y El Español, contra quienes el PSOE presentó una denuncia en la Junta Electoral Central por vulnerar la Ley Electoral, al omitir datos de los propios sondeos. Según denunció públicamente el secretario de Acción Electoral, Javier Izquierdo, las encuestas publicadas por estos medios ofrecen resultados «muy superiores» a los que posteriormente ofrecen las urnas. 

Con la nueva remesa de sondeos propios socialistas, el PSOE se rinde a la evidencia demoscópica mayoritaria, a excepción del último barómetro del CIS publicado el pasado viernes. El Centro de Investigaciones Sociológicas que preside José Félix Tezanos volvió a situar al PSOE como ganador de las elecciones, a medio punto de distancia del PP. De hecho, el propio Tezanos niega que existan encuestas internas que pronostiquen la victoria del PP, como confirman fuentes socialistas a este periódico.

Se trata de un sondeo del CIS que contrasta radicalmente con los datos de los que dispone Ferraz, cuyo pronóstico es que el resultado del 23-J puede devolver a España al «escenario de ingobernabilidad» que se vivió en en los años 2015 y 2016. «Nadie va a llegar» para formar Gobierno, explican en Ferraz. El PP no sumaría mayoría absoluta con Vox, y el PSOE, pese a contar con «12 partidos con los que podemos pactar», tampoco llegaría a la absoluta.

Lo que pronostican fuentes de la dirección socialista es que, pasado el verano, se puedan producir «sesiones de investidura de infarto en segunda vuelta», es decir, que, frustrada la primera sesión que exige mayoría absoluta, se pueda volver a transitar por el escenario de la mayoría simple en una segunda votación en la que se requieren sólo más síes que noes. «Podemos volver a repetir elecciones», prevén algunos, confiando en que esto incluso pudiera dar más opciones a un candidato, Pedro Sánchez, que confirma sus horas más bajas hasta en las encuestas propias del PSOE.