Guardiola, la candidata por accidente elegida por el diputado que salvó la reforma laboral
Casero y Monago pensaban que «sería manejable» políticamente y la auparon por encima de Fernando Pizarro
María Guardiola y Ángel Pelayo, portavoz de Vox. | EP
Hasta hace pocos meses, María Guardiola era una gran desconocida para la política española. Su designación como candidata del Partido Popular a la Junta de Extremadura había pasado totalmente desapercibida en la política nacional y en su partido que, en el momento en que su nombre comenzó a sonar, a principios de 2022, se encontraba envuelto en el enfrentamiento Ayuso-Casado. Tal era la tensión entre los populares a nivel nacional, que nadie miraba hacia una comunidad donde se libraba otra batalla por el liderazgo del partido.
La futura presidenta de Extremadura fue señalada por el dedo de Alberto Casero, el exalcalde de Trujillo y polémico diputado por equivocarse en la votación de la reforma laboral de Sánchez y permitir que saliera adelante; y avalada por Víctor Píriz, exdiputado. Hasta entonces, solo había sido una secretaria general de las consejerías de Ciencia y Tecnología y Economía y Hacienda en el Gobierno presidido por José Antonio Monago, y posteriormente concejala del Ayuntamiento de Cáceres. Píriz había trabajado en una de las consejerías en las que Guardiola había sido secretaria general, presidiendo una fundación que dependían de ella, por lo que la conocía profesionalmente.
El tándem Casero, que era la mano derecha de Teodoro García-Egea en Génova, y Víctor Píriz promocionan el nombre de Guardiola como sucesora de Monago al frente del PP de Extremadura; como alternativa a la candidatura del alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, dispuesto a disputarle unas primarias. Los presidentes provinciales de Cáceres y Badajoz se «unen a este movimiento», aseguran a THE OBJECTIVE fuentes de los populares extremeños, y Monago, que inicialmente apoyaba a Pizarro, cambia de bando y da su respaldo a Guardiola. El «candidato de las bases», Pizarro, según estas fuentes, se tendría que enfrentar a la «oficial», que representaba Guardiola.
«Todos estos ven en María alguien manejable con la cual poder seguir en la política y en Pizarro un enemigo», por lo que empiezan «las presiones» a Pizarro para que no se presente a un congreso regional. Monago le pide dar un paso atrás, a pesar de haber sido bendecido su liderazgo. La presión causa efecto e incluso llega a implicarse la dirección nacional, que no puede transmitirle a Pizarro oficialmente la orden de retirarse porque el día que es citado en Génova para reunirse con García Egea estalla la crisis entre Casado y Ayuso y se suspende la reunión.
«Escasa experiencia política»
El escándalo en el PP deja en un segundo plano la sucesión en Extremadura, que no se retoma hasta que Feijóo asume la presidencia del Partido Popular. El nuevo liderazgo no quería un conflicto en Extremadura y así lo transmite el nuevo vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, que también manifiesta el interés del partido porque la presidenta sea una mujer. Pizarro da un paso atrás porque es un hombre de partido y en una situación tan crítica no quiere añadir más confusión. Guardiola ya tiene el camino despejado y es elegida presidenta en un congreso sin competidor.
Guardiola consiguió un resultado electoral que, contra todo pronóstico, le permitía formar gobierno con Vox, pero un error que algunos atribuyen a su «escasa experiencia política» ha estado a punto de poner en peligro su llegada a la Presidencia de la Junta de Extremadura. Su buen resultado el 28 de mayo, 28 diputados en la Asamblea de Extremadura, los mismos que el PSOE, aunque con seis mil votos menos, algunos lo atribuyen, en parte, al periodista y consultor político Santiago Martínez-Vares. Un gurú que tuvo que dimitir cuando se hizo público un audio en el que se mostraba dispuesto a acabar con Vox, y que algunos han visto como el origen del discurso de Guardiola rechazando formar Gobierno con la formación de Abascal por su negación de la violencia machista y sus postulados contra el colectivo LGTBI.
Santiago Martínez-Vares llegó hasta Guardiola por la intermediación del exalcalde de Sevilla y hoy eurodiputado del PP, Juan Ignacio Zoido, para el que trabajó en la capital hispalense como jefe de prensa de la Alcaldía, según fuentes populares, aunque Rebelious Words, la empresa de Martínez-Vares, lo desmiente. Su primer trabajo con la candidata no fue la campaña electoral de las autonómicas, sino que llegó para apagar la polémica originada en julio de 2022 por unas declaraciones de Guardiola denunciando que no había enchufes en un tren y estaban debajo del asiento. Esta versión no es compartida por la empresa que fija la fecha de firma del contrato el 25 de julio y solo «para hacer presidenta» a Guardiola.
Para poner fin a la polémica, la alcaldesa de Fregenal de la Sierra, mujer de Víctor Píriz, que apoyó a Guardiola, pide ayuda a Juan Ignacio Zoido, natural de esta localidad, que le recomienda a Martínez-Vares, aunque la edil lo niega Éste le propone adelantar a agosto una campaña de publicidad bajo el lema «Habla Extremadura», que iba a comenzar en septiembre de 2022.
La dimisión de Martínez-Vares dejó al descubierto a Guardiola, que al final ha podido cerrar un acuerdo con Vox traicionando sus propias palabras. La incertidumbre de este acuerdo se extiende por los populares extremeños: «Lo sufriremos», aseguraban lacónicamente a THE OBJECTIVE.
