Díaz quiere un feminismo que «supere» a la mujer y busque la «transversalidad de género»
Yolanda Díaz habla de un «feminismo del 99%» que resuelva el «falso dilema» de la división entre feminismo y LGTBI
El feminismo entendido como doctrina y movimiento político y social que pide para la mujer el reconocimiento de las mismas capacidades y derechos que para el hombre queda ya sustancialmente superado por la nueva coalición de izquierdas que lidera Yolanda Díaz. El programa electoral de Sumar deja claro -así también lo han esbozado sus portavoces- que hay que abordar enfoques de «feminismos» de nuevo cuño. Se trata de dirigirse al «99%» de la población, y no principalmente a las mujeres, para afianzar lo que la coalición de Díaz califica de «transversalidad de género».
«Sumar apuesta por un feminismo transformador para el 99% de la sociedad, un feminismo constituido por su sujeto plural que vaya más allá del género sumando luchas articuladas a partir de la redistribución de la riqueza, por el derecho a la vivienda, en defensa de los servicios públicos, por los derechos de todas las trabajadoras, las personas trans, las mujeres migradas, las trabajadoras del hogar y cuidadoras, etcétera».
Así, Sumar empieza abordando su búsqueda de un feminismo de nuevo cuño a partir de las elecciones del 23 de julio. «La principal herramienta para consolidar la perspectiva feminista en la política es la transversalidad de género», afirma, recuperando enfoques técnicos de la ley trans de Irene Montero, que amplios sectores del feminismo han criticado a lo largo de los últimos meses.
«Las cuestiones de género tienen que integrarse en todas las políticas públicas y dejar de ser cuestiones marginales y de asociarse solo a determinadas políticas sociales. La transversalidad tiene que ir en paralelo y desarrollarse de manera complementaria a las políticas específicas y a las acciones positivas solo para mujeres, o para determinados sujetos o colectivos», añade el documento que, tras una primera lectura del mismo, miembros destacados de los colectivos feministas críticos con la ley trans comentan así: «Pone al feminismo a trabajar para otras causas, no para las de las mujeres».
«Superar políticas dirigidas a las mujeres»
La idea de la superación del feminismo entendido como doctrina y movimiento liderado por mujeres y centrado en ellas pierde sin duda fuelle en el argumentario de Sumar. «El activismo feminista es una fuerza imparable pese a todos los ataques que, también de forma global, están llevando a cabo fuerzas políticas, económicas, mediáticas y sociales totalmente reaccionarias y Sumar, desde su lugar en los gobiernos o las instituciones, apuesta por su avance y fortalecimiento», recoge la coalición en su programa electoral en la página 109, donde añade: «La apuesta de Sumar es impulsar un feminismo transformador y con vocación de cambiar y mejorar la vida de las mayorías sociales, un feminismo para todo el mundo».
«En este sentido, una institución feminista tiene que ir más allá de elementos como la paridad y presencia de mujeres y también tiene que superar la mirada de las políticas dirigidas exclusivamente a las mujeres para ampliar horizontes e incluir, además del género (que vincula tanto a las mujeres como a los hombres), otras variables como el racismo, la LGTBIfobia, la pobreza, la precariedad económica, etcétera. El feminismo en la institución no puede ni tiene que ser el instrumento para conseguir que algunas mujeres accedan a lugares de poder en detrimento de otras. El feminismo en la institución tiene que ser una herramienta de transformación que se proponga la redistribución de poder y recursos para la mayoría», reza el programa.
Cuestión no sectorial
La línea programática de Sumar encaja con lo que, por otro lado, también ha esbozado la nueva portavoz del movimiento en temas feministas. En la presentación del programa, Liz Duval, el flamante fichaje de Díaz para esta área y de cuyo acercamiento informó este diario hace un año, mantuvo que el «feminismo es un pilar fundamental de cualquier proyecto político que quiera tener valor en el siglo XXI». Y añadió que «no se trata de una cuestión sectorial» sino de encajar el movimiento en un «proyecto de transformación de la sociedad».
La presencia de Duval y también de Carla Antonelli en el equipo directivo de Sumar deja entender, por otro lado, la cercanía del movimiento con las instancias de la ley trans de Irene Montero. Tal y como recogió este diario, en el programa de Sumar se hace mención al desarrollo de la ley trans de Montero como una de las «prioridades» de la coalición si después del 23 de julio se reedita el gobierno con Pedro Sánchez. Aun así, en el documento se evita hacer demasiadas mención a ese colectivo, que se maquilla de facto con el acrónimo LGTBI+, puesto que según comentan desde este sector político obtiene más «aceptación social».
Sumar recoge las líneas principales de la ley trans de Montero y busca un nuevo encaje feminista que prescinda de la mujer como su eje vertebrador. Sumar quiere un feminismo que interpele a toda la sociedad, lo que significa eliminar el género como su punto de partida esencial. Las diez páginas del programa electoral (de 104 y siguientes) dejan claro ese enfoque renovador. «La buscada división feminismo y LGTBI+ es un falso dilema y promueve un enfrentamiento innecesario. Las conquistas feministas son también conquistas para el movimiento LGTBI+ y, en concreto, para las personas trans», zanja el documento en su introducción para «un feminismo del 99%».