El PP logra la mayoría absoluta en el Senado
Por contra, el PSOE ha acusado una importante bajada con respecto a las elecciones de 2019
El PP ha sido el claro vencedor en el Senado en las elecciones generales celebradas este domingo, consiguiendo una mayoría absoluta de 120 senadores electos, que sumados a los 23 que tiene ya por designación autonómica, le hacen una holgada ventaja de 143 escaños en total, mientras que el PSOE se queda en la Cámara Alta con 92 parlamentarios (73 electos y 19 por designación autonómica), según el escrutinio al 95%.
Los de Alberto Núñez Feijóo sí que se han afianzado en el Senado con una amplia mayoría absoluta, registrando una fuerte subida respecto a 2019, pasando de 83 a 120 senadores electos, que unidos a sus 23 parlamentarios por designación autonómica le permiten una amplia ventaja en la Cámara Alta.
Por contra, el PSOE ha acusado una importante bajada con respecto a las elecciones de 2019, ya que ha pasado de 93 senadores a los 73 que ha obtenido en estos comicios del 23J. Eso sí, habría que sumarle los 19 escaños que tiene por designación autonómica, por lo que se quedaría en la oposición en la Cámara Alta con 92 parlamentarios.
La tercera fuerza en la Cámara Alta sigue siendo la coalición de ERC y Bildu (Izquierdas por la Independencia), con siete senadores, que habría que sumarles los cuatro parlamentarios que tienen ya por designación autonómica (3 ERC y 1 Bildu).
Les seguiría el PNV, que con este porcentaje escrutado, se queda con cuatro senadores (más uno de designación autonómica). Junts estaría con un parlamentario elegido en estas elecciones, más otros dos de designación, mientras que UPN, Asociación Socialista Gomera (ASG) y Agrupación Herreña Independiente (AHI) se reparten uno cada uno.
Una mayoría para presidir la Cámara
En cualquier caso, la mayoría del PP le permitirá, entre otras cosas, presidir la institución y conseguir también un gran poder en el reparto de la Mesa de la Cámara.
Eso sí, la importancia política del resultado en el Senado ha sido siempre relativa. No interviene en la elección del presidente del Gobierno y no es decisivo en la elaboración de las leyes: sus enmiendas y reformas pueden ser tumbadas por el Congreso, que tiene la última palabra.
Solo es decisivo para aprobar el llamado techo de gasto, que puede vetar y obligar al Gobierno a presentar de nuevo, y especialmente para aprobar la aplicación del 155 de la Constitución, como ocurrió con Cataluña en 2017. El Gobierno debe presentar un proyecto al Senado para que lo debata y apruebe por mayoría absoluta, o no podrá tomar medidas al amparo de ese artículo constitucional.