Junts se abre a explorar un pacto con gallegos y vascos que fuerce a Sánchez a subir su oferta
El partido también busca, de cara a las elecciones autonómicas, señalar a ERC de pactar a la baja con Madrid
Míriam Nogueras, líder de Junts en Madrid. | Europa Press
Junts per Catalunya se abre a explorar un pacto con los nacionalistas gallegos y vascos antes de la investidura de Pedro Sánchez para forzar al PSOE a subir su oferta sobre «plurinacionalidad» si quiere reeditar el gobierno de coalición. Nadie en el partido cree posible un «frente común» únicamente con ERC -y menos después de que hayan pactado con el PSC en la Diputación de Barcelona– y su estrategia pasa o bien por mantener su papel en solitario como partido que ostenta llave de la gobernabilidad o tejer alianzas con el BNG, PNV o EH Bildu que obliguen a los de Oriol Junqueras a elevar sus aspiraciones frente al Estado.
Este acuerdo, según sostienen fuentes del partido a THE OBJECTIVE, debería llegar antes de la investidura para que «no quede en papel mojado», evitar que el Gobierno incumpla su palabra o que, tras la investidura, se olvide su compromisos y pacte presupuestos u otras leyes apoyándose en otras formaciones. Dan por descontado que los socialistas y Sumar se entenderán fácilmente y que el principal dilema se dirimirá en lo que los llamados nacionalismos periféricos estén dispuestos a solicitar a cambio de que Sánchez continúe en Moncloa.
Junts no descarta el escenario de quedarse solos «si no hay contrapartidas importantes», ni de abocar al país a una repetición electoral, pero mantiene un grado de esperanza ante una coyuntura donde BNG, PNV, EH Bildu, ERC y Junts puedan aunar fuerzas en materia de «plurinacionalidad» que trascienda los asuntos sobre financiación autonómica o de transferencia de competencias a las autonomías.
¿Qué es la «plurinacionalidad»?
Pero, ¿qué entienden por «plurinacionalidad»? La falta de concreción cuando se les formula esta pregunta es evidente. De momento, reconocen que no han «debatido lo suficiente» y que «el tema está» en «saber negociar de forma inteligente». La manera que tiene Junts de demostrarse útiles y recuperar voto nacionalista que se fue a la abstención es mantener como líneas rojas para un pacto con Sánchez lo que llaman «referéndum de autodeterminación y amnistía».
En la práctica, estos dos axiomas podrían ajustarse a la fórmula que halle el futuro gobierno de emprender excarcelaciones masivas -o evitar consecuencias judiciales- y estudiar algún tipo de estatus jurídico o encaje diferente para las Comunidades Autónomas consideradas históricas en la Constitución. Esto último abriría la puerta a que, con el tiempo, puedan decidir su futuro político en una consulta al ser reconocidos como sujeto político. Aunque en Junts reconocen de puertas adentro que no ven posible un referéndum en el corto o medio plazo. De momento todo son especulaciones y consideran que la pelota está en el tejado del PSOE y que, por tanto, deberán concretar sus ofertas.
Señalar la ‘rendición’ de ERC
Esta vía de pactar una suerte de «marco común» con el resto de partido nacionalistas de ámbito estatal responde también a la necesidad de retratar a ERC de cara a las próximas elecciones en Cataluña. La lectura del batacazo electoral que han sufrido los republicanos, tanto en las municipales como en las generales, es que la mesa de diálogo ha sido un engaño y que los indultos solo han beneficiado a la clase dirigente del movimiento independentista. Y no a los 4.000 activistas que siguen entrando en la cárcel, condenados a sanciones económicas por desórdenes públicos o pendientes de juicio.
El expresidente de la Generalitat Artur Mas, quien en estas elecciones pidió el voto por Junts en detrimento del PDeCAT, así como la presidenta del partido, Laura Borràs, también se ha pronunciado en favor de que ERC debe subir el listón en su negociación con el PSOE si no quiere volver a sufrir una derrota en las urnas. En una entrevista a El Món, el exmandatario catalán ha instado a ERC a «no conformarse con poca cosa» y Borràs, en Vilaweb, también les ha reprochado sus pactos con el PSC antes de con Junts.
Los republicanos no esconden -ni en campaña electoral ni tras las elecciones- que están dispuestos a pactar con las «fuerzas progresistas» para lograr avances para Cataluña y frenar a la «extrema derecha» de Vox y PP, aunque no se aborde la autodeterminación. Algo que no contempla Junts ni su líder en Waterloo Carles Puigdemont. Por este motivo, explorar algún pacto previo con gallegos y vascos podría contribuir a que ERC endurezca su línea al tiempo que arrastran al PSOE hacia posiciones más cercanas a aceptar la «plurinacionalidad».
