El PSOE mantiene la hoja de ruta para investir a Sánchez pese al encargo del Rey a Feijóo
Los socialistas piden respeto por la decisión de Felipe VI y anticipan que el líder del PP va a «un proceso fallido»
Pedro Sánchez durante la comparencia de este martes en La Moncloa. | Gustavo Valiente (Europa Press)
Calma absoluta en el PSOE. En Ferraz están seguros de conseguir la investidura de Pedro Sánchez. Mantienen la hoja de ruta pese a que el rey Felipe VI ha encargado este martes a Alberto Núñez Feijóo que se presente a una sesión de investidura en el Congreso de los Diputados. Los socialistas tenían asumido este paso y muestran su «respeto absoluto» por la decisión del monarca. No obstante, sostienen que será «un proceso fallido» porque el único que cuenta con una mayoría suficiente para convertirse en presidente es su candidato. Ahora se abre un proceso de dos meses para conseguirlo.
Los socialistas ya anunciaron el lunes que dejaban «vía libre» a Feijóo para «darse un tropiezo» en la sesión de investidura. En el PSOE están convencidos de que solo de esa manera se dará cuenta de la realidad: que está solo. Desde Ferraz le recuerdan el resultado de las elecciones del 23-J, en las que los populares vencieron, pero se quedaron muy lejos de la mayoría absoluta, y de las votaciones para constituir la Mesa del Congreso.
El PP ha defendido en las últimas semanas que está legitimado para ir a la investidura, ya que fue el partido que ganó las elecciones. Cuentan con 172 votos confirmados, entre ellos los 33 de Vox. Estaría a cuatro de la mayoría absoluta. Aunque en segunda votación le bastaría con más apoyos que votos negativos, el PSOE duda de que vaya a conseguirlos. Una vez que Feijóo «fracase», el plan de Sánchez es obtener el plácet del Rey, al que le ha manifestado este martes su voluntad de acudir a la investidura.
Los plazos del PSOE
«Desde el PSOE creemos estar en condiciones de aunar el respaldo parlamentario exigido», insistió Sánchez durante su comparecencia ante los medios. La realizó en el Palacio de La Moncloa para darle realce institucional. Como ejemplo de su fuerza recordó lo sucedido la semana pasada, cuando su candidata, Francina Armengol, consiguió reunir 178 votos para convertirse en presidenta de la Mesa del Congreso.
Sánchez ha advirtido a Feijóo de que el proceso de investidura «no es un trámite de exhibición» y le ha recordado que para conseguir la presidencia del Gobierno es necesario obtener una mayoría parlamentaria, como establece el artículo 99 de la Constitución. En opinión del presidente en funciones, la única fórmula posible es reeditar «un Gobierno de progreso que dé continuidad a la tarea que emprendimos en la pasada legislatura».
Armengol ha anunciado este martes tarde que departirá con Feijóo para establecer la fecha de la investidura, aunque será la presidenta del Congreso quien la fije. Ni la Constitución ni el reglamento de la Cámara establecen un período para la celebración del debate, que se fija en función de la actividad parlamentaria y según los intereses que muestre el candidato propuesto.
Una vez que se haya celebrado la primera votación, las formaciones políticas disponen de un plazo de dos meses para conseguir investir a un candidato como presidente. De no conseguirlo, la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) determina la disolución de las Cámaras y la convocatoria de unos nuevos comicios, que deben celebrarse en un plazo de 47 días.
El reloj parlamentario
La elección de la fecha que activa el reloj parlamentario es importante porque, dependiendo de ella, podemos tener unas nuevas elecciones en Navidad. Puestos en el peor escenario, y para impedirlo, la primera votación de investidura debería celebrarse el 30 de agosto (la Mesa del Congreso se reúne dos días antes para organizar los grupos parlamentarios). De esa manera, en caso de repetirse los comicios tendrían lugar el 17 de diciembre.
El PSOE confía en no llegar a ese extremo y conseguir la investidura de Sánchez tras el fracaso de Feijóo. Un escenario que, admiten, les vendría bien porque evidenciaría la soledad del líder del PP, tanto en el Congreso como en su propio partido, donde ya han arreciado las primeras críticas. No obstante, los socialistas reconocen que aún no han comenzado a negociar con las distintas fuerzas políticas porque «sería prematuro». Este martes, el PNV anunció que les habían llamado para empezar a dialogar.
