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Política

PP y Vox consolidan una nueva «etapa de entendimiento» ante la «amenaza» de Sánchez

Los ‘populares’ creen que, una vez se celebre la investidura, la posición de Abascal podría cambiar

PP y Vox consolidan una nueva «etapa de entendimiento» ante la «amenaza» de Sánchez

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo; y el de Vox, Santiago Abascal

Las exigencias de Carles Puigdemont para apoyar la investidura del próximo presidente del Gobierno han terminado por consolidar el deshielo en las relaciones entre el Partido Popular y Vox, que había comenzado a producirse tras las elecciones generales del pasado 23 de julio. La constatación de que la desunión del centroderecha ha evitado una mayoría más holgada en las urnas y ha dado una oportunidad a Pedro Sánchez para revalidar el Gobierno; unida a la «amenaza» que supone la posible alianza de Sánchez y Puigdemont, ha propiciado el inicio de una «nueva etapa» que se reflejó ayer en la reunión entre el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo; y el de Vox, Santiago Abascal. El líder de Vox se refirió a la necesidad de «preparar la resistencia al golpe que se producirá desde el Palacio de la Moncloa».

Desde la dirección nacional del PP agradecen a Abascal el tono empleado este martes en la rueda de prensa, según han asegurado a THE OBJECTIVE fuentes populares, señalando que «no les queda otra», sobre todo de cara a la investidura. Una vez celebrada ésta, gobierne Feijóo o Sánchez, son conscientes de que la situación puede cambiar: «A partir de ahí, ellos llevarán su estrategia y nosotros la nuestra. Lo que ha dicho Feijóo es muy relevante: vamos a garantizar la gobernabilidad y la estabilidad de las comunidades autónomas donde tenemos acuerdos de gobierno, pero a partir de ahí somos partidos diferentes y cuando tengamos que discrepar, discreparemos».

Los populares creen que el cambio de estrategia de Vox también puede responder a la situación interna de la formación de Abascal, «que no es buena», desde que en las elecciones generales del 23 de julio perdió 19 escaños. Posteriormente, la salida del hasta ahora portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, que dejó la política, profundizó en la crisis abierta en la elaboración de las listas electorales.

«Cauce de comunicación»

La foto entre ambos refleja, al menos de momento, la firmeza de esta alianza, que tiene como principal razón de ser la posibilidad de que haya una repetición electoral, y atender a una demanda de los votantes de ambas formaciones políticas. Abascal reconoció este martes, tras su reunión con Feijóo, que hay un «cauce de comunicación y la prueba es la reunión que se ha producido hoy (por ayer) y otras que se han producido». En este sentido, señaló que hay coincidencias con el PP en el sentido de que «nos enfrentamos una amenaza histórica a la Constitución y a la convivencia entre españoles y que vivimos en un momento de excepción nacional y democrática. Ambas fuerzas políticas vemos imprescindible anteponer el interés de España a cualquier tipo de consideración de partido. Se abre una etapa de entendimiento entre el Partido Popular y Vox en las regiones en las que hemos alcanzado acuerdos de gobierno de coalición y en los ayuntamientos en los que ha sucedido lo mismo».

Desde Vox incluso se extiende este acuerdo, no solo al apoyo a la investidura de Feijóo, sino también a la oferta del PP al PSOE de una gran coalición para gobernar España. Hasta la fecha, Vox no se había pronunciado abiertamente sobre esta posibilidad: «Nosotros siempre hemos pensado, o era un mal menor, que los dos partidos nacionales más votados se pusieran de acuerdo entre ellos, antes que depender de minorías separatistas. Si esa posibilidad existiese, y es muy difícil, Vox, desde luego, no sería un obstáculo».

El sentido de este entendimiento lo resumió Abascal cuando afirmó que «este intento de investidura ayudará a preparar la resistencia al golpe que se producirá desde el Palacio de la Moncloa, en el caso de que los que están subastando la nación logren finalmente imponer a sus cómplices en el Palacio de la Moncloa».

Por su parte, Feijóo enmarcó esta nueva «etapa de entendimiento» en la necesidad de que «podamos coincidir no solo en el diagnóstico, sino en el tratamiento de esos problemas importantes. Por encima de las legítimas divergencias que hemos tenido y seguro que podemos seguir manteniendo, ha habido respeto y hemos sido capaces de anteponer la defensa de la igualdad de todos los españoles a cualquier discrepancia política entre dos partidos distintos».

Antes de escenificar con una foto este nuevo marco de relaciones, el primer paso para la distensión, después del choque frontal con la ruptura para la elección de la Mesa del Congreso, se produjo con el acuerdo de gobierno en Murcia. Un pacto que se firmó el pasado día 1, a tan solo seis días de que finalizara el plazo para la repetición electoral.

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