Alfonso Guerra cree que Aznar «debería ser más prudente»: «Dividió mucho a los españoles»
El exvicepresidente del Gobierno rechaza que una manifestación sea «agitar la calle» y cree que aún «hay esperanza»
El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha confiado en que la manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana para el próximo 8 de octubre contra la amnistía y la autodeterminación tenga «éxito y reúna a mucha gente», porque convocar una protesta no es «agitar la calle», y ha apostillado: «Hay esperanza, España es fuerte».
En una entrevista con EFE, Guerra, que ha deseado «lo mejor» a los convocantes y ha dicho que no le «importaría» acudir pero él está en Sevilla, no en Cataluña, ha subrayado que las manifestaciones son «un derecho constitucional» y no se debe identificar con «agitar la calle».
Aunque no se ha pronunciado expresamente sobre el acto contra la amnistía anunciado por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, para el próximo 24 de septiembre, el exvicesecretario general del PSOE sí ha respondido al ser preguntado sobre el llamamiento del expresidente del Gobierno José María Aznar a una movilización: «Aznar tiene poco que presumir de convocar a la gente porque fue un presidente que dividió mucho a los españoles y creo que debería ser más prudente».
Al mismo tiempo, ha confesado que le ha llamado la atención «la respuesta que le han dado desde la portavocía del Gobierno (le llamaron golpista) porque el Gobierno tiene la obligación de enfriar cuando la situación política está muy caliente».
Sobre si cree que la continuidad de España como nación está en riesgo, ha señalado: «Si escuchamos al nacionalismo independentista catalán y leemos el artículo del señor (Iñigo) Urkullu -en el que pedía un pacto territorial para reinterpretar la Constitución-, desde luego que existe porque están hablando de la separación; si eso fuera adelante, no es ya un riesgo, sino una realidad».
No obstante, ha subrayado que él piensa que «eso no va a llegar, que la inmensa mayoría de los españoles lo van a evitar».
Con motivo de la presentación el próximo 20 de septiembre de su libro de memorias «La rosa y las espinas», a cargo del expresidente del Gobierno Felipe González, Guerra ha recordado el proceso de elaboración de la Constitución y el papel que desempeñaron los nacionalistas catalanes: «Cuando se debatió una enmienda de un diputado vasco, Francisco Letamendia, sobre el derecho de autodeterminación, los nacionalistas catalanes hicieron un discurso solemne, impecable, diciendo que ellos no podían votar esa enmienda porque encerraba algún tipo de separatismo y ellos no estaban ni estarían nunca en eso».
«Teníamos una gran pasión porque los nacionalistas se implicaran en la construcción del Estado, hicimos muchos esfuerzos y cedimos en muchas cosas, que a la vista de lo que ha sucedido después, quizá no debíamos haberlo hecho» porque «han contestado a estas cesiones de la peor manera», ha reflexionado.
Ley de amnistía
Respecto a la posibilidad de que se apruebe la ley de amnistía, ha indicado que «parece que va a ocurrir de aquí a nada, lo que están emitiendo es la idea de hacerlo antes de la investidura, eso es lo que están diciendo los que están negociando con el Gobierno», aunque cree que «en los últimos días hay ciertas dudas».
«Es muy sencillo: hubo dos enmiendas para que la Constitución recogiera el derecho de amnistía y fueron rechazadas, ¿cómo todavía hay gente que dice que cabe en la Constitución, de qué están hablando?», ha espetado, a la vez que se ha preguntado «si es justo, si la merecen los que dieron aquel golpe».
En este contexto, ha calificado de «espantoso» que la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, se reuniera con Carles Puigdemont, y ha desvelado que ha mantenido conversaciones con algunos dirigentes europeos «y estaban completamente en shock».
«Decían: ‘Hemos estado aquí peleando por que le quiten la inmunidad (a Puigdemont) por la presión de España y ahora se viene la vicepresidenta del Gobierno de España a besuquear al prófugo'», ha lamentado, tras lo que ha asegurado que «tienen un malestar muy grande porque es infame».
«Dicen que la vicepresidenta no fue en nombre del gobierno, pues si no fue en nombre del gobierno hay que cesarla ¡digo yo!», ha proseguido.
Sobre las posibles soluciones ante el conflicto territorial, ha recordado que él no está en el gobierno, no tiene la responsabilidad, pero sí opinión y no la oculta: «Yo creo que en una realidad política española en la que los partidos que tienen muy poco apoyo detrás, como por ejemplo Junts, que tiene el 1,6 por ciento, no pueden tener la llave de todo».
A su juicio, los dos partidos principales deberían intentar «algunos acuerdos entre ellos, en lugar de hacer lo que vienen haciendo, que es blanquear por el lado de la derecha a Vox y por el lado de la izquierda a los de Podemos, Sumar y los independentistas».
«El PSOE y el PP representan el 73 % de la Cámara, no estoy hablando de una coalición, sino de llegar a ciertos acuerdos porque son la inmensa mayoría de los españoles los que están detrás de esos dos partidos, pero si no se ponen a ello, si no se sientan, cómo lo van a resolver», se ha preguntado antes de lamentar que «no hay fuste y hace falta fuste para resolver problemas de tanta gravedad».
Pese a todo, Guerra cree que hay «esperanza» porque «España es fuerte, España puede con todo, lo decía Bismarck: España es el país más fuerte del mundo, llevan los españoles doscientos años queriéndola destruir y no lo han conseguido», ha resumido.