Amarna Miller habla de ataques «gravísimos» de Montero y ve «improbable» un acuerdo sin juicio
La defensa de la actriz explica en TO la querella contra Igualdad por injurias, calumnias e incitación al odio
«Gravísimas acusaciones». La defensa de la escritora y exactriz de cine para adultos Amarna Miller quiere ir a por todas por las presuntas injurias y calumnias vertidas contra ella en una exposición sobre feminismo organizada y financiada por el ministerio que dirigía Irene Montero. Sobre la mesa se halla la cifra de 280.000 euros. Esto es lo que la actriz pide como indemnización a Igualdad. Fuentes de la defensa de Miller sostienen en conversación con THE OBJECTIVE que a día de hoy (y a la espera de que el Supremo admita a trámite la denuncia) queda lejos un acuerdo extrajudicial con los letrados de Montero, y reiteran lo que consideran un ataque injustificado contra la actriz.
«A.M. Es una chica que sabe lo que es el feminismo y lo defiende, pero A.M. no sabe lo que es la ética feminista y defiende la pedofilia y la violación. Y es como la excusa perfecta para los hombres heterosexuales». Este es uno de los fragmentos que la defensa de Miller aportará como prueba para acusar a Montero y otros cargos de Igualdad, además de los responsables artísticos de la exposición, de «delitos de injurias y calumnias e incitación al odio, hostilidad, discriminación o violencia».
El abogado José Antonio Tuero, del despacho Martínez Echevarría, señala directamente al ministerio porque, entre otras cosas, pagó a través de un contrato menor, o sea discrecional (sin concurso público), a los responsables de la exposición que se celebró en la estación de Atocha de Madrid. «Habiendo estudiado el proyecto que se proponía, el Ministerio de Igualdad, la Secretaría de Estado de igualdad y contra la violencia de género y la Delegación de Gobierno contra la violencia de género, al tratarse de un contrato menor no sujeto a publicidad, dieron el visto bueno y adjudicaron la cantidad de 14.999 euros a ‘Mercado Canalla’ para realizar la exposición», explican desde la defensa de Miller.
Acuerdo «muy improbable»
La defensa de Miller cree que el Ministerio vio y aprobó la exposición. Así la querella se dirige tanto contra Montero como contra Victoria Rosell y Ángela Rodríguez, ambos altos cargos de Igualdad, además de la artista, la coordinadora de la muestra y cargos de Adif (por haberse celebrado en Atocha).
En la querella, según ha podido saber este diario, se aportan algunas menciones de la exposición Mercado Canalla: reflexiones sobre la prostitución y la pornografía en construcción de las masculinidades como, por ejemplo, que «A.M. usa el feminismo para defender algo que no debe defender y pisotea al colectivo. Lo que dice A.M. se lo han inculcado de pequeña y ve normal traspasarlo. A.M. y trabaja en ello y le conviene defenderlo». O que «Amarna no tiene sororidad con la gente. Pretende que cambiemos nuestra visión sobre el porno solo por cómo le va a ella de bien».
Según ha podido saber este diario, todavía no se han dado contactos con los letrados de Montero sobre un posible acuerdo extrajudicial con la ministra. No sería la primera vez que Montero accede a pagar una indemnización para evitar el juicio. Aunque sobre esta posibilidad, la defensa de Miller reconoce que «existe», pero la califica de «muy improbable».
«Me quedé en shock»
En una entrevista del pasado mes de enero de Miller con este diario, la actriz ya reveló su decepción con Podemos y consideró que el partido de Irene Montero la estaba atacando por su posición favorable a la «despenalización de la prostitución». Dijo «quedarse bastante en shock» cuando acudió a la muestra tras un comentario en las redes sociales.
«Una seguidora por Instagram me avisó de que había una exposición en la estación de Atocha en la que se me mencionaba, y como no tenía ni idea de que esto era así, fui a la exposición. Básicamente era una exposición por el 23 de septiembre, Día internacional contra la explotación sexual y la trata», relató. «Había una serie de fotografías, esculturas, maniquíes, y en el suelo un rollo de papel con diferentes frases, algunas de ellas recortadas, y entre ellas se mencionaba mi nombre, Amarna, y luego todo el rato mis iniciales (A.M.) haciendo alusión a que «A.M. defiende la violación y la pedofilia», añadió. «Me quedé bastante en shock».
Nada más acudir a esa exposición y hablar con su letrado, Miller decidió que acudiría a los tribunales para pedir justicia y una indemnización por la exposición pagada y convocada por el Ministerio de Igualdad. Una cuestión personal, pero también de pluralismo en el marco del debate sobre la prostitución.
«Es más para comprender la justificación o la argumentación que ha llevado a un organismo público a utilizar el dinero de los contribuyentes para patrocinar una exposición en la que se hacen unas afirmaciones tan rotundas», dijo Miller a este diario parar referirse a la querella que estaba estudiando. Y añadió: «Hay una relación directa. Cuando ves la exposición, se está planteando desde una perspectiva que es abolicionista. Y al final se instrumentaliza mi nombre para defender los argumentos pro-abolicionistas. Y yo pienso, de verdad, que cada uno puede tener su opinión. Defiendo el pensamiento crítico y cada uno tiene derecho a su propia opinión, pero otra cosa muy diferente es cuando se hace un ataque personal, con nombres, a mi persona».