El 'fontanero' parlamentario de Díaz asegura en el PCE que la investidura de Sánchez está atada
Enrique Santiago defiende la «confianza» firme en que se desbloquee el pacto con los independentistas
Enrique Santiago, el líder de PCE y fontanero principal de Sumar en el Congreso de los Diputados, ha confesado a sus interlocutores en el partido que el pacto de Pedro Sánchez con los independentistas está atado. Santiago ha manifestado su apuesta firme por un desbloqueo en la investidura durante la última fiesta del PCE en Madrid. Así lo revelan fuentes conocedoras de esas conversaciones del secretario general. Santiago manifestó ante los suyos su «confianza» firme para que se llegue a un pacto. El optimismo de Santiago ha sido recibido con interés en una formación política en la que se oyen también voces más escépticas, que en cambio sostienen que es pronto para dar por el asunto por zanjado.
Sumar, la coalición que lidera Yolanda Díaz, destaca por su heterogeneidad. En ella se inscriben partidos como el PCE, IU, Más Madrid, Compromís y también Podemos. Y fuentes de la mayoría de estas formaciones siguen apostando por el acuerdo. Aunque es cierto que en algunos sectores, sobre todo en el sindical, hay quien prefiere pisar el freno. Aun así, Santiago ha manifestado en la fiesta del partido que se celebró el pasado fin de semana en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid, que Sánchez está más cerca de lo que parece de tener el acuerdo de todos los independentistas.
Aun así, algunos cuadros y miembros del PCE y de IU dicen dudar del argumento esgrimido por Santiago. Y aseguran que a diferentes niveles de Sumar y también de los sindicatos afines hay incertidumbre y dudas. Los más posibilistas, en cambio, apuntan a que Sumar, Sánchez y los nacionalistas comparten el mismo interés en desatascar la investidura para evitar un gobierno de derechas. La «racionalidad de la política» se impondrá, dicen. Aun así, todos reconocen que falta por aclarar las exigencias definitivas de ERC y Junts, y que solo a partir de ese dato se sabrá si Sánchez acudirá a una investidura, teniendo asegurado el voto de todos los partidos del arco parlamentario, con la sola exclusión de PP y Vox.
Legislatura corta
Los que se decantan por un acuerdo inminente con los nacionalistas sostienen que Junts no desaprovechará la oportunidad de tener la llave de la gobernabilidad durante todo el curso de la legislatura. Pronostican, eso sí, una legislatura corta, de entre «uno o dos años». Pero ahora cree que la coyuntura es favorable, puesto que con la amnistía Puigdemont podría regresar a España y hasta presentarse como candidato a la Generalitat en las próximas elecciones catalanas. Y que esa opción favorece el acuerdo entre su partido y el PSOE.
Los nacionalistas, no obstante, siguen exigiendo también un compromiso sobra la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Sobre este punto tanto los socialistas como los de Sumar avisan de que el Gobierno no puede dar garantía alguna. Aina Vidal, la dirigente que Díaz eligió para encabezar las listas de Sumar por Barcelona, ha indicado el lunes a los nacionalistas que, aunque sus peticiones pueden considerarse viables, hace falta encajarlas en los tiempos y formas necesarios. Para Vidal «no hay nada cerrado» y la amnistía todavía tiene que acordarse en sus elementos.
«No se va a pactar en 15 días»
Sumar es una formación que nunca ha cerrado la puerta a una celebración de un referéndum en Cataluña, pero su principal referente en el Congreso avisa que de aquí a la investidura no se podrá acordar nada definitivo. «No se va a pactar en 15 días», afirmó Vidal el lunes, dejando abierta la puerta a una reflexión de fondo de carácter institucional, sin excluir un debate con los nacionalistas en la próxima legislatura. Esta es la apuesta que tienen los estrategas de Sumar: prometer a Puigdemont y a ERC una amnistía para todos los involucrados del procés (hay que ver si ampliar el «perímetro» de la medida para los acontecimientos anteriores al año 2017) y abrir un debate institucional sobre una consulta.
Enrique Santiago, que ha asegurado a los suyos que el pacto está de facto atado, también ha defendido la amnistía para el procés del 1-O durante la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. Calificó la medida de «una figura vigente en nuestro ordenamiento jurídico». Santiago agregó que permitirá «reestablecer las relaciones normales» con Cataluña y representará «el final de un proceso de normalización» fruto de «un gran acuerdo de entendimiento» con los nacionalistas. Algo parecido a un «compromiso histórico», según defendieron a la vez Yolanda Díaz y el propio Carles Puigdemont. Marta Lois, la primera portavoz de Sumar, también dijo que la amnistía es «un paso más después de los indultos para avanzar en una solución dialogada del conflicto político con Cataluña». Una «oportunidad para pasar página», agregó.
La figura de Santiago, que ejerció de secretario de Estado en el ministerio de Ione Belarra hasta que el pulso interno entre Podemos y Sumar hizo que la cúpula morada le echara del cargo, es conocido en el grupo parlamentario de Díaz como uno de los principales «fontaneros». Tal y como publicó este diario, Santiago se ha reforzado en los equilibrios de poderes de Sumar, incluso por encima de otros referentes de Izquierda Unida, como el todavía coordinador federal Alberto Garzón. Santiago es quien, según afirman las fuentes consultadas, se está encargando de coordinar el grupo político, y también de avisar a los morados de que no se permitirán excesos en sus posiciones autónomas.
Podemos reprochó a Díaz no poder hablar en la investidura de Feijóo. Y antes acusó a la política gallega de haber entregado las portavocías oficiales de Sumar a figuras políticas sin experiencia previa. Este es el caso de Lois, muy criticada tras sus intervenciones en la investidura de Feijóo. Pero no puede ser el de Santiago, quien lleva décadas en la política y es conocido hasta en América Latina por su asesoría a las FARC en el proceso de paz en Colombia. Este dirigente, que tiene acceso directo a Díaz y ejerce de su máximo representante en el grupo parlamentario, ya está asegurando a sus confidentes que el pacto de Sánchez con los nacionalistas está sustancialmente atado.