Sánchez empezará con Sumar su ronda con los partidos y se reunirá por primera vez con Bildu
En 2019 no se llegó a sentar con los herederos de Batasuna porque solo necesitó la abstención abertzale para su investidura
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes que ha aceptado ser candidato a la investidura y comenzará este miércoles mismo las consultas con los demás grupos parlamentarios, con la excepción de Vox por su condición de representante de la «ultraderecha». La novedad es que, por primera vez, se reunirá con un representante de Bildu.
Sánchez ha recalcado que sus reuniones serán en el Congreso de los Diputados con los portavoces parlamentarios. En 2019 no se llegó a sentar con Bildu porque solo necesitó la abstención de los herederos de Batasuna para su investidura. Ahora es distinto ya que los apoyos de los siete diputados de este partido son indispensables para superar la votación.
Su interlocutora debería ser la portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua, pero podría darse la circunstancia de que Bildu elija a otro representante como hará el Partido Popular, que previsiblemente descarte a su portavoz -Cuca Gamarra- para que sea el propio Alberto Núñez Feijóo quien se reúna con el candidato.
Preguntado si estaría dispuesto a recibir a Carles Puigdemont, líder de Junts, el presidente del Gobierno ha evitado entrar en esta espinosa cuestión en su comparecencia en el Palacio de la Moncloa tras conocerse que el rey Felipe VI le ha encargado tratar de formar gobierno.
Sánchez no pedirá a Feijóo el apoyo del PP
Sánchez sí que ha adelantado que primero se reunirá con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, con la que ha confiado en poder reeditar un Gobierno progresista de coalición. Asimismo, ha dicho que también tiene intención de hablar con Feijóo, aunque ha dejado claro que no será para recabar su apoyo ni para «lo que han hecho ellos de apelar a la peor de las corrupciones, que es el transfugismo«.
En este sentido, ha reivindicado que el PSOE tiene «un proyecto de país claro y conocido» y en su apuesta por la «convivencia entre españoles y también entre los pueblos de España», aunque ha dado a entender que no será en octubre cuando busque la votación de investidura. Así, ha admitido que las negociaciones «no van a ser fáciles, sino complejas» y se ha mostrado confiado en que la investidura sea «lo antes posible», pero sin marcarse un plazo concreto ya que, en su opinión, prima la búsqueda de acuerdos con otras formaciones que sean «de legislatura».
Sánchez ha evitado hacer una alusión directa a la amnistía para que Puigdemont apoye su investidura, aunque sí ha defendido la necesidad de «generosidad» y hacer política en Cataluña, al tiempo que ha recalcado su rechazo a un referéndum de autodeterminación como reclaman los independentistas catalanes. «Hacer política implica generosidad, implica compromiso con tu país y implica lógicamente liderazgo», ha sostenido en la citada rueda de prensa en la que ha evitado en todo momento pronunciar la palabra amnistía.
Respecto a la exigencia de ERC y Junts de que también se incluya un referéndum de autodeterminación en el marco del pacto para respaldar la investidura del líder socialista, el presidente del Gobierno en funciones ha manifestado su rechazo «no solo por compromiso y exigencia constitucional sino por una convicción política».