Vox ficha como asesor al policía que atribuye la alta criminalidad al auge de la inmigración
El grupo parlamentario que lidera Santiago Abascal contrata a Samuel Vázquez para asesorar a sus diputados
Samuel Vázquez, presidente de la asociación Una Policía para el Siglo XXI y nuevo asesor parlamentario de Vox.
El grupo parlamentario Vox ha fichado como asistente técnico de sus diputados, con carácter «eventual», a Samuel Vázquez, presidente de la asociación Una Policía para el Siglo XXI, conocido por sus intervenciones en las que rompe el tabú sobre la relación entre inseguridad e inmigración descontrolada. Así figura en el Boletín Oficial de las Cortes de este miércoles.
Vázquez es un agente experto en criminología, con años de experiencia patrullando las calles madrileñas, que saltó a la fama a raíz de una comparecencia que tuvo el año pasado en la Asamblea de Madrid, a instancias de la formación que preside Rocío Monasterio a nivel regional. En su discurso en la Cámara autonómica, que se hizo viral, atribuyó el auge de la criminalidad a la inmigración descontrolada, sirviéndose de datos del Ministerio del Interior para responder al diputado socialista Javier Guardiola, que le acusó de «denostar» a la Policía Nacional.
En su alocución, Vázquez advirtió de que 2022 sería «el primer año de la década de mayor criminalidad violenta jamás vista por ninguna generación viva en España, exceptuando la guerra», y que se viviría lo mismo que en Francia o Suecia porque políticos y mandos policiales atienden, denunció, tan sólo a la «criminalidad cuantitativa» y no a la «cualitativa». En su argumentario, la primera «prioriza discursos y estructuras de poder», y la segunda «protege a los ciudadanos».
La formación a la derecha del PP quedó encantada con su comparecencia de octubre de 2022, y así es que lo incluyó en sus listas a las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, como segunda espada de Isabel Pérez Moñino en Fuenlabrada.
Finalmente no pudo presentarse por un expediente disciplinario que le abrió el director de la Policía Nacional, el socialista Francisco Pardo, tras sus críticas al jefe de la Oficina de Prensa y Relaciones Informativas del cuerpo. Esta denuncia, reivindicó Vázquez en su cuenta de X, llevaba paralizada durante casi dos años y se reactivó después de hacerse viral su réplica al parlamentario madrileño del PSOE.
Este expediente se sumó a otros dos que le fueron abiertos en un mes. Todos ellos, según criticó la asociación que preside en un comunicado, fueron abiertos «de oficio y motu proprio, sin denuncia de ningún agraviado», algo que –continuaba– suponía un «delito de prevaricación» y respondía a una «estrategia de acoso para silenciar las críticas a la política criminal y el modelo policial del Gobierno».
‘Don’t fuck the police’
Samuel Vázquez es, junto a Josema Vallejo, cabo primero de la Guardia Civil, el coautor de Don’t fuck the police («No jodas a la policía», en castellano), un libro que defiende que el modelo policial se encuentra «desfasado, paralizado por el miedo y la corrección política», incapaz de atender a una delincuencia que se ha extendido y profesionalizado con una fuerza y velocidad desconocidas.
El ensayo advierte de que «el desdén político y la rendición cultural tienen un alto precio para nuestra libertad y seguridad. Las zonas de las grandes ciudades donde no entra la policía no paran de crecer»: «Es más probable que nunca que nuestros hijos sufran violencia sexual o de pandillas. Barcelona es ya una ciudad muy degradada por el crimen y los disturbios. Amplias zonas del Levante y el sur de España son paraísos del crimen organizado. En cambio, se dedican recursos ingentes a maquillar las estadísticas y fomentar la propaganda para asegurar a la opinión pública que todo va bien, blindando el discurso oficial para que nada cambie».
Los autores defienden que el modelo policial actual está «destinado a proteger estructuras de poder y no a los ciudadanos», a «mantener los presupuestos». Para ello «se asesina la perspectiva profesional para imponer la política, que protege discursos de gobierno pero no personas». Esto sería especialmente evidente en las políticas de igualdad, a las cuales se destinan millones de euros, pero que no sirven para paliar el auge de la violencia sexual contra las mujeres.
Esta se debe, según Samuel Vázquez, a la «llegada de inmigración ilegal desbordada de países en cuyas sociedades la mujer no vale nada»: «Así pasó en Suecia primero o Francia después. En España han aumentado exponencialmente en todo el corredor mediterráneo, mientras que en el norte no se ha visto ese tendencia».
