Sánchez da por segura la salida de Calviño al BEI y fichará a otra mujer para «marcar a Díaz»
Fuentes gubernamentales dan por hecha la victoria de la vicepresidenta primera, «la clara favorita» al organismo europeo
A la tercera va la vencida. En agosto de 2019, el Gobierno retiró la anunciada candidatura de la ministra de Economía, Nadia Calviño, a presidir el FMI por falta de consenso; en julio del 2020, la vicepresidenta del Gobierno cosechó su primera derrota al fracasar en su carrera a la presidencia del Eurogrupo, pese a ser la favorita. Su batalla ahora se libra en la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y, según anticipan fuentes de Moncloa a THE OBJECTIVE, esta vez Calviño se hará con la victoria del organismo europeo a partir de enero de 2024, para la que parte como clara favorita.
Las fuentes gubernamentales consultadas por este diario descuentan su salida del Palacio de La Moncloa: «Nadia Calviño no volverá a ser la vicepresidenta primera del Gobierno». Y aseguran que, antes del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin), que se celebró en Santiago de Compostela el pasado 15 de septiembre, «era muy optimista, aunque daba por hecho que no se aprobaría en esa reunión y que hay que seguir negociando». La siguiente reunión tendrá lugar la próxima semana, los días 16 y 17 de octubre, en Luxemburgo.
Ajena a las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, la responsable económica del Gobierno está centrada en su propia ofensiva negociadora a escala europea. Según las fuentes consultadas, «está ya de salida» y al margen de las cuestiones domésticas para la formación de un nuevo Gobierno. Aunque compagina sus contactos con dirigentes europeos con sus tareas de vicepresidenta económica en funciones, Calviño no está de facto en el núcleo de poder del presidente Sánchez.
«Está ya de salida»
Atrás quedó su posición nuclear en el puesto de mando de Moncloa hace unos meses, cuando Sánchez focalizaba en Calviño los éxitos de la gestión gubernamental como principal reclamo para las elecciones generales del 23-J, tras el duelo de las municipales del 28-M: «Nosotros tenemos a Nadia y ellos tienen… a nadie». Sus palabras motivaron vídeos electorales del PSOE, la auparon como «estrella» de una campaña centrada en la economía —pese a no ser militante— y el presidente incluso le ofreció su inclusión en las listas electorales, que ella rechazó.
Los motivos hoy cobran sentido. Fuentes gubernamentales avanzaron a THE OBJECTIVE que su paso por la política siempre fue entendida como una trampolín para un destino mejor en el exterior. Los planes de Sánchez si eran políticos: le ofreció ser número dos por Madrid y se barajó su inclusión en la lista europea, pero el rechazo de Calviño puso en evidencia sus necesidades de descompresión de la política para aspirar a la presidencia del BEI, donde restan las afiliaciones partidistas. No en vano, los rivales de Calviño y partidarios de su rival italiano Daniele Franco, exministro de Finanzas de Mario Draghi que tampoco tiene carnet de partido, defienden la necesidad de contar con perfiles técnicos para garantizar la neutralidad del BEI.
El fichaje que sustituirá a Calviño
Fuentes de Moncloa consultadas por THE OBJECTIVE explican que el de Calviño es el «único movimiento que realmente está en la mente del presidente» sobre su futuro Consejo de Ministros y el único que sí ha verbalizado ante los suyos. Entre otros motivos, porque la fumata blanca para Calviño, obligará a hacer un «fichaje de una nueva vicepresidenta económica». Alguien de fuera, no el ascenso interno de otro perfil económico, como pudiera ser el de la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero.
Este movimiento se descarta absolutamente por varios motivos. El primero de ellos es que «Montero no tiene ese perfil» para ocupar la vicepresidencia económica. Y segundo, porque Montero ya ocupa un papel fundamental en el Gobierno y en el partido como vicesecretaria general del PSOE, su número dos en la práctica, y «nunca le daría a nadie tanta acumulación de poder», explican desde Moncloa.
Lo que está en mente del presidente en funciones es un perfil ajeno al actual gabinete de ministros: una mujer que herede las funciones de Calviño, tanto a nivel económico como político. Entre ellas, para desempeñar un perfil fundamental: el de «marcar a Yolanda Díaz», atarla en corto y controlar al socio minoritario ante la sospecha de que la vicepresidenta segunda no será capaz de controlar a los cinco diputados de Podemos.