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Política

Un 'think tank' próximo al PSOE ve «difícilmente asumible» llegar al 2% en gasto para Defensa

La Fundación Alternativas pide revisar al alza el número de efectivos en las Fuerzas Armadas españolas

Un ‘think tank’ próximo al PSOE ve «difícilmente asumible» llegar al 2% en gasto para Defensa

La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles junto al Jemad, almirante Teodoro López Calderón. | Europa Press

La Fundación Alternativas, un think tank próximo al PSOE, ha elaborado un informe titulado El aumento del presupuesto de Defensa en España, en el que advierte de que es «difícilmente asumible» llegar al objetivo de destinar el 2% del PIB al gasto en este área en el horizonte de 2029.

El informe, de 74 páginas y elaborado por Antonio Fonfría y Carlos Calvo, recuerda que en el caso de España, por cada euro que se invierte en defensa, se generan «entre 2,5 y algo más de 3 euros», al tiempo que subraya que la pertenencia española tanto a la UE como en la OTAN «impone la necesidad de aportar recursos adecuados a la defensa colectiva de manera que España sea un socio fiable cuya voz sea escuchada y tenida en cuenta en los foros internacionales».

Alternativas hace hincapié en que la prioridad de la política de defensa ha sido «muy baja» desde los años noventa. Una situación que ha llevado a los sucesivos ejecutivos a tener que recurrir a «medios alternativos» para su financiación con aprobaciones extraordinarias en los Consejos de Ministros al margen del presupuesto previsto. Un método «que, en ocasiones, ha carecido
de la necesaria transparencia, coherencia y eficacia en la ejecución», y que llevó a que la diferencia entre el presupuesto inicialmente asignado al Ministerio de Defensa y el gasto efectivamente realizado se situase «por encima del 30%».

Una «clara pendiente negativa» desde 1985

En España el presupuesto de defensa con relación al PIB observa «una clara pendiente negativa» desde 1985. «Con el horizonte de 2029 y suponiendo que se alcanza en ese momento el 2% de gasto en defensa con relación al PIB, la cuestión fundamental es cuál será la trayectoria para conseguir dicha situación y aproximar una tendencia a partir de 2024», incide el mencionado think tank.

En su opinión, el objetivo de ese umbral muestra que el esfuerzo necesario «es muy importante» a partir del año 2027 de acuerdo con las proyecciones actuales, si bien surge la pregunta de si se podría hacer «un mayor esfuerzo» desde ese momento hasta el final de la década, «lo que depende de factores internos relacionados con el incremento de efectivos, la disponibilidad de recursos para sostener las capacidades disponibles, y para potenciar estas o recuperar algunas perdidas durante los años de crisis financiera».

Alternativas opina que tanto lo primero como lo segundo, el aumento de efectivos y la mejora de los esquemas financieros, son dos «de las asignaturas pendientes», mientras que la potenciación de capacidades «está condicionada por razones de estabilidad financiera» en el próximo lustro.

«La cuestión clave es, en cualquier caso, si desde el punto de vista político se quiere hacer un mayor esfuerzo. No lo parece puesto que el límite autoimpuesto en cuanto a techo de efectivos se ha mantenido en el tiempo», vaticina sobre la situación de las Fuerzas Armadas españolas, que cuentan con cerca de 140.000 efectivos entre los más de 125.000 en activo y los casi 15.000 reservistas.

«Un límite que debería revisarse», recomienda Alternativas, «para hacerse acorde a los intereses de seguridad y defensa tanto puramente nacionales como de aquellos derivados de nuestros compromisos internacionales, en un marco general que será previsiblemente más exigente, y en el que la Unión Europea está adquiriendo un papel cada vez más relevante».

Los autores del informe dejan claro que España se encuentra «claramente» alejada del 2% de gasto en defensa con
relación al PIB, pero en una situación «mejor» en términos de inversiones gracias a las últimas decisiones del Gobierno actual. En este sentido, el gasto en defensa per cápita ha pasado de 24,8 dólares en 2014 a 27,9 en 2023, lo cual supone un incremento medio anual del 2,77%. Las mismas cifras evaluadas para el conjunto de los países de la OTAN muestran un gasto per cápita de 38,4 y 43,4 dólares para los mismos años, por lo que el crecimiento medio anual es del 1,36%, menor que el de España.

Eso sí, para llegar al 2% del PIB en 2029 habrá que partir «de los supuestos de crecimiento del PIB, los precios, las proyecciones de inversiones del propio Ministerio de Defensa y el comportamiento de cada uno de los capítulos fundamentales del
presupuesto de defensa». Unas variables que muestran que «el esfuerzo necesario para alcanzar el 2% es muy importante a partir del año 2027».

Esa situación coincide con que el Ministerio de Defesa ha realizado proyecciones de inversión hasta 2026, por lo que habrá que tomar decisiones políticas para el último tramo de la década. «Son proyecciones que se consideran poco realistas con el objetivo expresado, de manera que imponen un crecimiento adicional extremadamente elevado a partir de 2027 y difícilmente asumible», añade Alternativas con tono pesimista.

A juicio de este think tank, es de suponer que Defensa modificará las proyecciones en los próximos años «para hacer menos abrupto el crecimiento» e incluirá «créditos extraordinarios tanto en inversiones como en gastos corrientes, muchos de
los cuales van asociados a ellas».

«No se trata de elegir entre cañones y mantequilla»

«El debate en torno al incremento de los presupuestos de defensa hasta un 2% —mínimo—, de los PIB nacionales cobra nuevo valor. Una cifra que se coloca ahora como una base mínima y no como un techo. Se trata de alcanzar, en cualquier caso, la cifra necesaria para garantizar nuestra seguridad y defensa como base de todas las políticas sociales», hace hincapié en las conclusiones.

Alternativas subraya que «no se trata de elegir entre cañones y mantequilla» como se analiza desde la izquierda cualquier subida en el gasto de defensa. «Es necesario atender a todas las políticas públicas para responder a las necesidades dentro de un contexto global. Las clases políticas y las sociedades europeas tienen ahora una mayor conciencia de la necesidad de invertir en defensa, aunque quizás los ciudadanos necesitan tener un mayor criterio de porqué y para qué se invierte, más allá de las cifras o de los criterios contables», resalta.

Y a pesar de que España ha estado «a la cola» de las inversiones en defensa «en términos cuantitativos» dentro de la OTAN y la UE, se trata de «una situación que está en camino de corregirse» si se cumplen las previsiones apuntadas en los presupuestos de 2023. El compromiso político español para incrementar nuestro esfuerzo financiero en defensa parece «ineludible» y es «muy importante», pero necesita acompañarse «de medidas adicionales para que sea realmente eficaz y eficiente», subraya el think tank.

Por ello, los objetivos a los que responde apuntan «a dos direcciones» sobre las que existe un consenso político básico: disponer de unas Fuerzas Armadas dotadas «con equipamiento avanzado» y contar con una base tecnológica e industrial que «soporte la actuación operativa» y permita generar actividad económica y riqueza. «España dispone de unas Fuerzas Armadas comprometidas con nuestros aliados y de una industria que puede responder proporcionando sistemas y servicios tecnológicamente avanzados», concluye.

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