Sánchez se prepara ya para un posible fracaso y echará la culpa del bloqueo a Junts y ERC
El Gobierno tiene preparado el «relato de salida» en caso de repetición electoral en enero
Es el ‘plan B’ pero está perfectamente argumentado. Según ha podido saber THE OBJECTIVE el Gobierno tiene preparado el llamado «relato de salida» por si la negociación con Junts fracasa y Pedro Sánchez no puede evitar concurrir nuevamente a las urnas el 14 de enero. Las fuentes gubernamentales consultadas explican que, en ese caso, tendrá que recaer la responsabilidad sobre Junts, concretamente sobre Carles Puigdemont. «Tendremos que explicar que nosotros hemos sido generosos y que han sido sus jefes los que les han quitado la amnistía, no nosotros».
En Moncloa siguen defendiendo que el acuerdo es posible, pero eso no implica mostrar temor ante una eventual repetición electoral porque, según sus datos, el PSOE no tendría coste sino beneficio. Son conscientes de que, llegado a este punto, ya no pueden esconder la amnistía porque se ha llegado «demasiado lejos» y sus pretensiones han quedado «al descubierto». Y, aunque el hermetismo ha sido total y la prohibición de no hablar de la amnistía expresa, tanto el presidente Sánchez la ha verbalizado como el expresidente Zapatero la ha defendido.
Y por ello, la estrategia podría pasar por arrojar -ahora sí-, transparencia desde el pragmatismo electoral: «Quizás nos convenga publicitar los acuerdos para seguir quitándole voto a ERC y Junts y decirle a los 1000 y pico encausados que hemos estado a punto de llegar a un acuerdo para amnistiarles pero sus jefes no han querido». Es la teoría del Ejecutivo desde el inicio de la negociación, aunque entonces no era más que una estrategia negociadora: «Si revientan el acuerdo, seguiremos aumentando nuestra victoria sobre el independentismo en Cataluña porque la sociedad catalana no quiere elecciones».
Apoyo creciente a la amnistía
Y tienen datos. Según las fuentes socialistas consultadas el Gobierno ya tiene en su poder estudios cuantitativos que le permiten no albergar temor a reconocer que han aceptado una amnistía que sea «impecable, desde el punto de vista constitucional» sin miedo a sufrir un coste electoral. Creen que estas medidas de gracia son percibidas como una «extensión de los indultos», un sentir que desveló el ex presidente Zapatero en su entrevista a Onda Cero en la que defendió la amnistía en aras de la «reconciliación y la convivencia».
Una entrevista muy pensada y calculada que no surgió del equipo del ex presidente. «La idea fue de Moncloa», explican fuentes gubernamentales, intentando rescatar el papel de Zapatero en la campaña electoral del 23-J. «Fue Zapatero quien nos sacó del luto del 28-M, quien nos insufló moral y orgullo socialista por la contribución del PSOE en la historia de este país». Se pretendía emular esa épica y no salió bien. Aunque en Moncloa defienden que cumplió con «el objetivo deseado» de allanar el camino, el PSOE cree que «fue un error absoluto. Le llevaron a la pira, al peor escenario posible en el que el entrevistador se lo zampó vivo. No era el foro».
Ése primer error fue, a juicio de diferentes dirigentes socialistas, el primero de otros a nivel comunicado. «El discurso ya ha empezado a virar. No somos tontos. El punto de inflexión se produjo el día en que Pedro Sánchez pasó de hablar de discurso de investidura a discurso de legislatura. Ahora suben un paso más y hablan de gobierno estable. Preparan el terreno para decirle a los 47 millones de españoles que no ha cedido, que no venderá el Gobierno de España por un plato de lentejas, que quiere cuatro años de estabilidad y, por ello, vamos a elecciones», opinan desde el PSOE.
Y sumado a ello, las dudas, los vaivenes y las fórmulas en condicional que se escapan por boca del propio presidente, su ministro de Presidencia, Félix Bolaños y su ministra portavoz, Isabel Rodríguez. «Pedro ha pasado de decir que habrá gobierno progresista a garantizarnos ahora que tiene la convicción de que podría haber gobierno». Y Bolaños y Rodríguez han destacado estos días por conjugar en condicional un posible acuerdo generando intranquilidad en la organización: «Hay que mostrar seguridad y confianza y defensa de que la constitución no pasara unas líneas rojas».
«No está hecho, ni claro, ni con visos de que lo esté»
Las fuentes consultadas desvelan una ola de pesimismo interno en el PSOE ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo: «No está hecho, ni claro, ni con visos de que lo esté», explican fuentes de Ferraz. Y enmarcan en clave electoral dos movimientos que se han producido esta semana en el cuartel general socialista. Primero, la ronda de contactos de Pedro Sánchez con colectivos feministas, culturales y energéticos: «Están activando colectivos para una posible campaña electoral. ¿Cuándo te reúnes en una ronda de contactos con todo el tejido asociativo?».
Y segundo, la proclamación de candidaturas de José Ramón Besteiro y Eneko Andueza por el PSdGa y el PSE a las elecciones gallegas y vascas, como adelantó THE OBJECTIVE. Un «dedazo de Pedro Sánchez que no se haría si en menos de un mes fuera a haber Gobierno. Es un mensaje de secretaría general y no de presidente del Gobierno, aunque sea en funciones», sospechan en el partido socialista.