THE OBJECTIVE
Política

Ayuso aumenta sus guiños al electorado de Monasterio para terminar de fagocitar a Vox

La presidenta madrileña busca los 250.000 votos del partido a su derecha para «concatenar mayorías absolutas»

Ayuso aumenta sus guiños al electorado de Monasterio para terminar de fagocitar a Vox

La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio (i), y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d), se saludan a su llegada a una reunión en la Real Casa de Correos. | EP

«El éxito de Ayuso ha sido mimetizarse con Vox». Este es el análisis que el politólogo argentino Agustín Laje, gurú de Santiago Abascal y de Javier Milei, hizo tras las elecciones autonómicas de mayo de 2021, cuando la lideresa popular quedó cerca de la mayoría absoluta, que finalmente obtuvo el pasado 28 de mayo. «La victoria de Ayuso fue una victoria de Vox. En términos de batalla cultural quien instituyó el discurso político de derechas sobre el cual se recostó la señora Díaz Ayuso fue Vox. Ella lo mimetizó. Esta señora representa el intento del Partido Popular por volver a conquistar a la derecha que quedó desencantada con el PP en los últimos años», admitió Laje al arribafirmante.

Así lo han entendido también en Puerta del Sol. Fuentes cercanas a la baronesa popular admiten que la desaparición de la formación que lidera Rocío Monasterio, en franco retroceso, permitiría «concatenar mayorías absolutas» sirviéndose de la «inutilidad de la izquierda» madrileña. «Es la única que ha impuesto un marco discursivo alternativo», blasonan desde el entorno de Ayuso.

La intención de la presidenta madrileña es aprovechar la debilidad de Vox en la región para hacerse con todo el espacio de la derecha. Así se aseguraría la victoria en las sucesivas citas electorales, y esa sería su estrategia en la futurible sucesión a Alberto Núñez Feijóo al frente del Partido Popular. Una estrategia, la de volver a convertir el PP en «la gran casa del centroderecha», más cercana a la de José María Aznar que a la del líder gallego, empecinado en apelar al «socialista moderado».

Así se evidencia de sus últimas apariciones públicas. Este lunes, sin ir más lejos, la lideresa madrileña ha felicitado a Javier Milei, aliado histórico de Vox, por sus resultados en la primera vuelta de los comicios argentinos. También ha incidido en su petición de ilegalizar Bildu y ha apremiado al Gobierno de España a «defender las fronteras» ante la invasión migratoria que está sufriendo Canarias; banderas, todas ellas, asociadas tradicionalmente al partido de Santiago Abascal.

Este aumento de los guiños al electorado de Rocío Monasterio no ha pasado desapercibido en Vox, desde donde son conscientes de la maniobra. Es por eso que esta legislatura han presentado ya varias iniciativas para mantener viva la batalla cultural y que los votantes perciban diferencias programáticas. Entre estas, han llevado a la Asamblea de Vallecas la rebaja de medio punto en el tramo autonómico del IRPF o una medida contra el «adoctrinamiento en las aulas», permitiendo a los padres conocer y aceptar previamente cualquier contenido afectivo-sexual que reciban sus hijos. Los populares se abstuvieron.

En este sentido, y según ha podido saber THE OBJECTIVE, la formación a la derecha del PP insistirá esta legislatura en su reclamo monolítico de reducir el número de diputados de la Cámara regional y de derogar la ley trans autonómica.

Vox busca una transición suave

El retroceso de Vox en la Comunidad de Madrid es algo que preocupa a los prebostes de la madrileña calle de Bambú, donde se ubica la sede nacional del partido. La formación que lidera Rocío Monasterio obtuvo el 7,35% de los votos el pasado 28 de mayo, 1,8% menos que en 2021, y cayó de 13 a 11 representantes, lo que implica que esta legislatura son irrelevantes ante la mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso.

Tras estos resultados, está decidido que Monasterio no repetirá como cabeza de lista, y su formación ya trabaja en una transición suave, a la espera de decantarse por un sucesor. En un principio, la idea era montar una gestora, pero la salida de Iván Espinosa de los Monteros complicó la maniobra. La decisión hubiese ahondado en la idea de que una crisis interna sacudía Vox. Sea como sea, sus días al frente del partido en la región están contados. Y la actual presidenta madrileña, que huele la sangre, ya trabaja en el modo de hacerse con sus 250.000 votos.

También te puede interesar
Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D