Sánchez defenderá la amnistía en el Comité Federal para neutralizar la «amenaza» de Page
El presidente ultima su discurso, que constituirá el inicio del relato argumental de la amnistía en aras de la «convivencia»
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. | Europa Press
No será la primera vez que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, mencione la amnistía, pero sí la primera en que el secretario general del PSOE la defienda ante el máximo órgano entre congresos de su partido en aras de la convivencia en Cataluña. Así lo anticipan fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE: Pedro Sánchez prepara un discurso ante el Comité Federal en el que no desvelará el contenido de las medidas de gracia que negocia con Junts, pero sí iniciará el relato argumental de la amnistía. Una prueba de que las negociaciones con Junts no sólo avanzan, sino que están prácticamente cerradas, como avanzó este diario.
Moncloa prefiere mantener el suspense sobre el contenido del discurso de Pedro Sánchez en el que todavía están trabajando, pero fuentes socialistas avanzan que el presidente prepara el argumentario de la amnistía para frenar la ofensiva de los críticos como el barón manchego, Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha ha acortado su agenda internacional en Toulouse, donde asiste a la reunión anual de la Asamblea de Regiones europeas vitícolas, para poder asistir a la reunión en Ferraz, la primera del cónclave socialista tras las elecciones generales del 23-J.
Un cambio de planes motivado por la necesidad de alzar la voz contra una amnistía que el presidente manchego entiende que es inconstitucional. «Si no está en la Constitución es porque se debatió y se descartó», ha dicho esta semana para calentar motores. Su equipo no quiere elevar expectativas, aunque Page no quiso asistir a las ultimas reuniones del máximo órgano entre congresos en señal de rechazo a la deriva de la dirección federal del PSOE. Ni asistió al del mes de marzo, preparatorio de las municipales del 28-M, ni al de junio, en protesta por la injerencia de Sánchez en las listas del 23-J, por lo que se descuentan los titulares.
Maniobra defensiva contra Page
De momento, Moncloa desplegó este jueves una maniobra defensiva consistente en el ataque preventivo. La responsable de ejecutarla fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien arremetió contra Page por las críticas a acuerdos en materia de financiación autonómica que aún no se han cerrado. «Yo diría que no leen, sino que directamente escuchan un titular… Hay presidentes autonómicos que directamente se lanzan a trasladar amenazas o dudas sobre cuestiones que nunca fueron y nunca van a ser, en relación con la financiación autonómica o con los trayectos de los vuelos o con otras cuestiones, que yo me pregunto si alguien se lee los documentos que finalmente son publicados y son transparentes».
La de Page es la voz más crítica a nivel territorial y de las pocas que alzan la voz en público. Su compañero y aliado, el aragonés, Javier Lambán, está de baja por enfermedad, por lo que ha excusado asistencia. Los otros dos barones con mando en plaza, el asturiano Adrián Barbón y la navarra María Chivite, han sido tradicionales aliados de Pedro Sánchez y se espera que se alineen con el discurso del secretario general. «Vamos a ver de qué habla el informe político y en función de eso nos pronunciaremos», explican desde los territorios.
«Ansiedad» en el PSOE
Sin embargo, fuentes socialistas sostienen que existe «ansiedad en el partido» ante la aprobación de la ley de amnistía, y sobre todo, su contenido. Porque se trata de una cesión mucho mayor que la amnistía y el riesgo de que los independentistas, tanto los de Carles Puigdemont como los de ERC, se descuelguen y provoque una repetición electoral el 14 de enero provoca terror en el PSOE: «Hay mucho miedo al desgaste, si no se explica bien», relatan fuentes socialistas, que pronostican la suma de las derechas PP/Vox ante esa eventual vuelta a las urnas.
Por eso, la mayoría acepta la premisa de que mejor gobierno conocido con amnistía que una repetición electoral que sólo podría empeorar el escenario. «Es la sensación de ir a un tiempo muy complicado y difícil de gestionar. Y con el coste de esto, si hay adelanto, y la economía flojea te quedas en un escenario como 2011». Esto es lo que más temen en el PSOE: volver a los tiempos negros del ocaso del zapaterismo, después del tijeretazo de mayo de 2010, en el se congelaron las pensiones y se efectuó el recorte de gasto que hundió electoralmente al PSOE en 2011, y que inauguró una travesía del desierto de la que tardó cuatro años en recuperarse, hasta la llegada de Pedro Sánchez.
