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Sánchez tiene un preacuerdo con Puigdemont, pero retrasa su firma por el juramento de Leonor

El pacto entre PSOE y Junts está pendiente de algunos flecos y su anuncio se hará a partir del día 1 de noviembre

Sánchez tiene un preacuerdo con Puigdemont, pero retrasa su firma por el juramento de Leonor

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta en funciones, Yolanda Díaz, en la firma del acuerdo PSOE-Sumar en el Museo Reina Sofía. | Flickr PSOE

El acuerdo entre el Gobierno y Junts ya está prácticamente cerrado, a la espera de la firma, según adelantan a THE OBJECTIVE múltiples fuentes gubernamentales y socialistas. Hay ya un preacuerdo, sólo pendiente de algunos flecos, que anticipa que «en un 90% habrá gobierno». ¿Cuándo? La respuesta encierra en sí misma otra noticia porque el Ejecutivo está dispuesto a posponer la fecha de la firma hasta después del juramento de la Princesa de Asturias en el Congreso de los Diputados el próximo 31 de octubre, lo cual supone perder unos días en el frenético calendario hasta la investidura de Pedro Sánchez. 

«No podemos hacerle el feo de meternos en medio», indican las fuentes consultadas sobre los fastos previstos para el juramento de la Constitución de Leonor, que tendrá lugar el martes 31 en la Cámara Baja, coincidiendo con su 18 cumpleaños. De hecho, los preparativos para el primer gran hito de la heredera al trono ya han comenzado con la publicación de imágenes y fotografías emblemáticas por parte de la Casa Real. Así las cosas, el Gobierno dará una tregua, hasta el día 1 de noviembre, a la prometida «cascada» de acuerdos políticos que sucederán a la firma del pacto PSOE-Sumar. 

Antes sólo tendrá lugar este sábado el Comité Federal del PSOE, que servirá para convocar una consulta a las bases con carácter presencial. La pregunta versará sobre el acuerdo de coalición progresista rubricado entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Sin embargo, no se mencionará la amnistía, como ha deslizado la portavoz de la Ejecutiva, Pilar Alegría, en RTVE. De esta forma, a la espera de conocer la fecha de la consulta a la militancia, las agrupaciones socialistas podrían abrir sus urnas en paralelo a las firmas de acuerdos bilaterales que se sucederán en los próximos días y en los que «cada uno reclama tener su propio día», sin compartir protagonismo con otros aliados de Sánchez que, a su vez, son rivales autonómicos de otros. 

«Precipitación» de la investidura

Por ejemplo, PNV y EH Bildu reclaman distanciar las cuotas de protagonismo que se reserva a cada una de estas formaciones. A su vez, éstas pretenden rentabilizar las banderas que han conseguido arrancar al Ejecutivo para distanciarse de sus adversarios territoriales. Lo mismo ocurre con ERC y Junts, motivo por el cual en Moncloa contemplan la puesta en escena como un encaje de bolillos en el que la destreza y la prudencia se miden por partes iguales. Apurando mucho los plazos, el Ejecutivo tendría apenas dos días hábiles tras el juramento de la Princesa de Asturias para rubricar los pactos con sus socios si quiere presentarse a la investidura el lunes 6 de noviembre, ya que el día 1 es festivo (Día de Todos los Santos), y tanto el 4 y como el 5 caen en fin de semana.  

Por ello, existen voces en el Gobierno que lo ven todo «demasiado precipitado» y apuntan a una investidura la segunda semana del mes: 13 y 14 de noviembre. Algo que permitiría dejar algún hueco entre acuerdo y acuerdo, sobre todo para encajar a los dos aliados más sensibles, Junts y ERC, a quienes «se les ha reservado medidas concretas» para Cataluña, relacionadas con la amnistía o con las cuestiones presupuestarias y de financiación autonómica y fiscal. Un equilibrismo de alto riesgo para evitar que se trunque la investidura desde el cierre del pacto a la firma del acuerdo. 

Junts dio su apoyo antes que Sumar

Sin embargo, en Moncloa son optimistas y no acusan nerviosismo. Más bien al contrario. Pese a los temores existentes en el PSOE ante los imprevistos que todavía podrían derivar en una eventual repetición electoral, en el Ejecutivo sostienen que el suspense ha terminado y la parte compleja ha quedado atrás. Ni siquiera la consulta de Junts que algunos temían que pudiera arrastrar a Carles Puigdemont fue óbice para cerrar el principio de acuerdo. Porque lo que revelan fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE es que los interlocutores de Junts dieron el sí al PSOE antes que el socio minoritario de la coalición, Sumar

«No íbamos a cerrar con Sumar si no hubiéramos cerrado con Junts porque el relato tenía que haber sido distinto» si existiera la posibilidad de concurrir a las urnas el 14 de enero y, por tanto, la necesidad de escenificar un distanciamiento entre los socios de la coalición reconvertidos en competidores electorales. En cambio, Sánchez y Díaz mostraron un bloque de unidad de acción «para cuatro años» porque entonces Moncloa tenía ya la luz verde de los postconvergentes. Lo que adelantan las citadas fuentes a este diario es que, a primera hora de la mañana, Junts ya había traslado su plácet a la oferta de Moncloa, amnistía mediante. Antes incluso de conocer el resultado de la votación, avanzada la tarde. 

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, este martes en el Museo Reina Sofía en la firma del acuerdo entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la líder de Sumar, Yolanda Díaz. | Flickr PSOE

Cerdán y una reunión secreta en Moncloa

Muy pocos conocían la trascendencia de esta información, sólo en manos de los interlocutores más cualificados. Uno de ellos es el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien este martes tuvo que cancelar un viaje a Sevilla para participar en un almuerzo junto a algunos históricos del partido. El motivo de la suspensión de su viaje, que iba a realizar junto al secretario general de Acción política de Moncloa, Francisco Salazar, fue una reunión de especial relevancia en Moncloa para cerrar los últimos flecos del acuerdo. Este se produjo tras la firma del pacto entre Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, cuya importancia no se le trasladó al socio minoritario firmante. 

El «designado» para la interlocución con Puigdemont junto al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en calidad de mediador, canceló el viaje a última hora de la mañana. Es decir, tras el inicio del acto de firma del acuerdo PSOE-Sumar entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz por la convocatoria improvisada en el Palacio de la Moncloa a la que no asistió Salazar, si bien este último también canceló el viaje a Sevilla.

El ministro de Industria, Héctor Gómez, junto al de Sanidad, José Manuel Miñones; Cultura, Miquel Iceta; Transportes, Raquel Sánchez; Interior, Marlaska y Seguridad Social, José Luis Escrivá, este martes en la firma del acuerdo PSOE-Sumar en el Museo Reina Sofía de Madrid. | Flickr PSOE

Por tanto, hubo un cambio de planes que obligó a todo el Gobierno a reorganizar su agenda sobre la marcha, tras ser convocados a última hora por el presidente en funciones. Fue lo que ocurrió este martes con la firma del acuerdo al que asistieron 14 ministros y del que se ausentaron ocho. Como adelantó THE OBJECTIVE, el ministro de Industria, Héctor Gómez, dio incluso plantón a la gran industria en el foro anual del sector. Como apunta un cargo gubernamental: «Es la mejor evidencia de que habrá Gobierno. Aquí nadie tiene garantizado el puesto y hay que venir a aplaudir».

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