El 'youtuber' Inocente Duke ya es mujer gracias a la 'ley trans': «Ahora tengo más derechos»
Javier Rodríguez Benito se dio cuenta de que era una mujer cuando escuchó a Irene Montero definirla
Javier Rodríguez Benito (Madrid, 1982), Inocente Duke en YouTube, disfruta de una nueva vida. Desde el pasado 21 de octubre, su partida de nacimiento ya reconoce su condición de mujer, así como su nuevo nombre: Vida. Ha sido fácil, dice, pese a la burocracia, gracias a la ley trans impulsada por Irene Montero. Y se siente pletórica: «Me encanta ser mujer. Ahora tengo más derechos».
Vida, en conversación con THE OBJECTIVE, reconstruye cómo ha sido su proceso. Desde sus inicios, que se remontan al 22 de mayo de 2022. Aquel día se dio cuenta de que era mujer cuando escuchó a la ministra de Igualdad definirla. «Una mujer es una persona que, por el hecho de ser mujer, tiene más posibilidades de sufrir discriminación», vino a decir. Y ella, que se sentía profundamente discriminada por el sistema legal español, acudió al Registro Civil de Madrid a cambiarse de sexo.
Disculpen, antes que nada, si el arribafirmante se equivoca en el uso del género a lo largo de la entrevista -que, de hecho, lo hace-. La entrevistada ya deja claro desde el principio que no tiene inconveniente. «Yo intento que la gente se sienta cómoda y libre de expresarse como esté acostumbrada a hacerlo», concede. Por eso mismo, jamás denunciaría a nadie que se refiriera a ella en masculino: «La Justicia hay que emplearla para temas más serios». Eso, y que «un proceso jurídico da pereza».
Lo que no le dio pereza, y volvemos a donde lo dejamos en el segundo párrafo, fue el largo proceso que hubo de seguir para culminar su transición. Tras escuchar a la ministra de Igualdad, acudió al Registro Civil de Madrid, en donde le requirieron la partida de nacimiento, el DNI, el padrón y una carta manuscrita en la que indicara las razones por las que quería cambiar de sexo… y de nombre. Y aquí llegaron las complicaciones, ya que le exigieron pruebas de que se sentía cómoda como Vida.
P.- ¿Y cómo se puede probar eso?
R.- Eso les pregunté yo. No lo había utilizado en ningún documento oficial porque hubiese sido ilegal, pero me pidieron un carné de biblioteca, de gimnasio, un pedido en Amazon, una reserva en un restaurante, que acreditase que se referían a mí por ese nombre. A partir de ese día, empecé a utilizar Vida en documentos no oficiales.
«Un año y pico después», sentencia esta youtuber en referencia al pasado viernes 21 de octubre, finalmente recibió su nueva partida de nacimiento: Javier ya era Vida. Todo esto gracias a la ley trans autonómica de la Comunidad de Madrid como a la de Irene Montero. O eso cree: «Se solapó la ley de Igualdad con el proceso que yo ya había iniciado con la madrileña». No lo sabe con certeza porque el trámite que siguió se limita a «ir a donde te manden y llevar la documentación que te piden»: «No es un proceso difícil, pero es largo. La burocracia es lenta».
Se sintió discriminada
La burocracia la llevó, precisamente, hasta dos procesos de ratificación (contemplados en la ley trans nacional). El primero se despachó en un minuto. Entonces una «taquillera» le hizo firmar un papel y le dio cita para más adelante. «Es como si fueras a renovar el carné de conducir», resume Vida. El 14 de septiembre tuvo la segunda ratificación, y ahí una juez le sometió a todo un «interrogatorio» de 20-25 minutos que le hizo sentirse «discriminada».
P.- ¿Qué tipo de preguntas le hizo?
R.- Me preguntó desde cuándo me siento mujer, y yo le dije que desde 2022. Entonces me preguntó si no me parecía poco tiempo, y le dijo que no. ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo es suficiente? ¿Una persona que descubre que es gay con 25 años no es gay? Me dio la sensación de que me intentaba disuadir. Me preguntó por el día exacto, y le dije que el 22 de mayo. Cada pregunta era una pequeña zancadilla para que no siguiese. Entonces le pregunté si ese interrogatorio se lo hace a todo el mundo o sólo a mí, por mi aspecto físico. En ese caso, es profundamente discriminatorio.
La funcionaria, tras el interrogatorio, confesó a Vida que «mucha gente» está cambiando su sexo registral desde la entrada en vigor de la ley trans, y que la mayoría son varones transicionando a mujeres. Pero no hay de qué preocuparse. La youtuber coincide con las dirigentes de Igualdad en que no se puede utilizar la ley de manera fraudulenta, pero no por las razones que estas arguyen: «¿Cómo se hace un fraude de ley si es una cuestión de sentimientos? La única posibilidad sería que alguien te dijese que tú no te sientes así, pero eso es ilegal con la propia ley».
La nueva vida de Vida
Pese a que no han sido pocas las críticas que ha recibido por parte de quienes no entienden su transición, Vida admite estar «muy feliz» con su cambio de sexo. «Me siento muy bien porque noto que tengo los mismos derechos que las demás. Ahora por fin estoy en igualdad con la mitad de la población», confiesa ilusionada. «He ganado derechos que deberían ser básicos y fundamentales, pero no lo son», zanja.
Por último, invita a más personas a seguir su ejemplo: «Que escuchen a Irene Montero cuando se le pregunta qué es una mujer. Ella es quien ha propiciado la ley, de manera que nadie mejor que ella puede saberlo. Que busquen qué responde y, si se ven reflejados en la respuesta, que vayan [al Registro Civil]».
