El entorno de Puigdemont, exultante por el giro del PSOE: «Es justicia poética»
El equipo del ‘expresident’ aprovecha la negociación con los socialistas para tratar de imponer su relato en Europa
El expresident Carles Puigdemont. | Glòria Sánchez - Europa Press
El núcleo de confianza de Carles Puigdemont en Bruselas quiere aprovechar la disposición del PSOE a pactar para consolidar su relato sobre el «déficit democrático» del Estado que, desde el inicio del procés independentista, difunden ante la comunidad internacional. Según fuentes del partido consultadas por THE OBJECTIVE, las negociaciones sobre la amnistía les brindan una oportunidad para ganar peso político en las instituciones europeas después de que, en el terreno judicial, el exmandatario catalán atraviese su momento más crítico, a la espera de si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ratifica la retirada de su inmunidad parlamentaria, dictada por el Tribunal General de la Unión Europea.
La nueva coyuntura, que ha quedado plasmada en las varias reuniones con Puigdemont del número tres del PSOE, Santos Cerdán, sirve al equipo del expresident en Bruselas para saldar cuentas con la líder de los socialistas europeos, Iratxe García, a quien hasta antes de las elecciones generales del 23 de julio acusaban de «trabajar junto al PP» para retirar la inmunidad a Puigdemont y forzar su detención.
Ahora celebran el giro de 180 grados que ha hecho, debido a la necesidad de Sánchez de contar con los siete votos de Junts per Catalunya para cerrar su investidura. El director de la Oficina del partido en Bruselas, Aleix Sarri, no ha dudado en recordárselo públicamente a través de las redes sociales: «Ver a Iratxe García visitando las oficinas de Junts en Bruselas y escuchando a Puigdemont bajo una foto del 1-O después de haber intentado que no fuera eurodiputado y haber forzado para sacarle la inmunidad para encarcelarlo no deja de ser justicia europea».
«Bullying» de Iratxe García
Sarri ha ido más allá y ha acusado a la líder de los socialistas europeos de haber hecho «bullying» y «amenazar» durante años a «todo eurodiputado socialdemócrata» y «asistentes y trabajadores» que fueran «demasiado cercanos» a Puigdemont. Otros hombres de confianza del líder de Junts, como Josep Lluís Alay, han compartido este mensaje de Sarri contra Iratxe García. Y es que uno de sus puntos de confrontación con ERC era que accedieran a llegar a acuerdos con los socialistas pese al «doble juego» del PSOE en Europa contra los intereses de los nacionalistas catalanes.
De puertas adentro, el núcleo belga de Junts insta a aprovechar la ocasión para recuperar el terreno perdido y tejer puentes con otras familias políticas de la Eurocámara. Y después de que los herederos de Convergència fueran expulsados de los liberales europeos por su deriva nacionalista y casos de corrupción.
Todo depende de Puigdemont
Pese a que el encuentro de este viernes entre Puigdemont y Cerdán ha finalizado sin acuerdo, desde Junts aseguran que «habrá pacto» para apoyar una eventual investidura de Sánchez sin riesgo a una repetición electoral. Asumen que el expresident catalán es quien marca los ritmos: «Aquí manda el president Puigdemont. Y después el Consell Nacional deberá validarlo, es probable que se consulte a la militancia».
El escollo principal está en que Junts quiere una «amnistía amplia» que no deje fuera a algunos de sus líderes, como Laura Borràs o el propio Alay. Y trabaja en los aspectos técnicos para que no pueda ser tumbada por la justicia. Al mismo tiempo, el hecho de que ERC haya cerrado ya su acuerdo, y se haya incluido la figura de un mediador internacional y traspaso de Cercanías a Cataluña, obliga a Puigdemont a subir el precio para señalar a los de Oriol Junqueras de pactar a la baja.
Junto a esta estrategia, sus hombres en Bruselas mantienen el pulso con el Estado y ven en la nueva coyuntura una oportunidad para imponer su relato. Una hoja de ruta que ya se visualizó la semana pasada, cuando Junts registró en el Parlamento Europeo una pregunta para denunciar «la persecución política del pueblo catalán por parte de España» al tiempo que negocia la amnistía.
