Albares abronca a los diplomáticos por su último comunicado pese a omitir la amnistía
El subsecretario traslada a la ADE el malestar de ministro con el texto por «inmiscuirse en cuestiones políticas»
José Manuel Albares en un reciente acto en la Escuela Diplomática. | Fernando Sánchez (EP)
La dirección del Ministerio de Asuntos Exteriores que dirige José Manuel Albares citó este lunes a la junta directiva de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), la mayoritaria dentro de este colectivo, para criticar el contenido de su último comunicado pese a que no contenía ninguna alusión directa a la amnistía, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
El subsecretario del ministerio, Luis Cuesta, convocó en su despacho «de urgencia» a los miembros de la directiva de la ADE. La reunión empezó a las 13.00 horas y en «tono alterado», a juicio de las citadas fuentes, les comunicó el malestar de Albares con el texto trasladado a la opinión pública y el rechazo del ministro en funciones al mismo por «inmiscuirse en cuestiones políticas».
La ADE expresó el viernes, al calor de los pronunciamientos de otras instituciones sobre la amnistía, su preocupación por la inclusión en el pacto de investidura entre PSOE y Junts de una cláusula para ampliar «la participación directa» de Cataluña en instituciones y organismos internacionales ya que puede «socavar la competencia» del Estado en materia de acción exterior.
En este sentido, la asociación manifestó que la propuesta del partido que lidera Carles Puigdemont plasmada en el acuerdo, al igual que la creación de un cuerpo catalán de «acción exterior y Unión Europea» que anunció la Generalitat catalana en octubre, representan cuestiones contrarias al artículo 149.1.3 de la Constitución española. La Carta Magna subraya en ese punto que la competencia sobre las materias que no se hayan asumido por los Estatutos de Autonomía -caso de la política exterior- corresponde al Estado y que el derecho estatal «será, en todo caso, supletorio del derecho de las comunidades autónomas».
La campaña de «desprestigio» de Puigdemont
La ADE también recordó que los diplomáticos españoles han trabajado desde 2017, siguiendo instrucciones de los sucesivos gobiernos del PP y PSOE, para «explicar y defender los fundamentos» del Estado de derecho de España ante la UE, así como en organismos multilaterales, frente «a la campaña internacional de desprestigio alentada contra España por el independentismo». Una tarea que se ha realizado «con notable éxito» y que los diplomáticos reivindican «con legítimo orgullo».
Sin embargo, no se hizo ninguna alusión directa a la amnistía. Un hecho que fue largamente debatido dentro de la junta directiva de la ADE y que, al final, contrarió a numerosos asociados cuando se dio a conocer el texto. Fruto de ello, una decena de miembros se ha dado de baja de la asociación, entre ellos algunos exsecretarios de Estado, según apuntan las citadas fuentes.
Los ánimos estaban caldeados dentro de la ADE porque unos días antes, concretamente el 7 de noviembre, la junta directiva elaboró un comunicado interno, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE -leer abajo-, en el que cargó contra Javier Benosa por su polémico artículo del día 3 en El Mundo titulado «Amnistía y silencio diplomático». Este diplomático en activo es el actual director de la Oficina para Gibraltar dentro del departamento de Albares. Un puesto que tiene rango de subdirector general, por lo que supuso un desafío para el ministro en funciones.
La dirección de la ADE recordó que es una asociación de «carácter apolítico», por lo que no le correspondía posicionarse «en cuestiones relacionadas con el debate político de nuestro país» ya que existen «opiniones diversas» sobre la amnistía. Además, hizo hincapié en que había trasladado al ministro su «inquietud» por el anuncio de la Govern catalán de un anteproyecto de ley en el que se crea un cuerpo diplomático propio.
El último párrafo del comunicado fue el más polémico ya que la ADE rechazó «tajantemente» la crítica «injusta» de Benosa «al conjunto de los profesionales diplomáticos» por el mencionado silencio corporativo contra la amnistía. Y también «al insinuar una supuesta desidia a la hora de defender en el exterior el orden constitucional». Unas palabras que generaron malestar entre varios compañeros del diplomático aludido, al considerar que la asociación se había excedido en la crítica.
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