Primer pago del PSOE a Bildu por su apoyo a Sánchez: cambiar el Amejoramiento de Navarra
El PP advierte de que los socialistas permiten un primer paso de los ‘abertzales’ para la configuración de ‘Euskal Herria’
Pedro Sánchez, flanqueado por Santos Cerdán, saluda a Mertxe Aizpurua. | Europa Press
El PSOE blasona en público y en privado de que EH Bildu apoya la investidura de Pedro Sánchez «a cambio de nada», gratis et amore. Pero el Partido Popular asegura que existe un «pacto oculto» entre socialistas y abertzales, y que, de hecho, la primera cesión se producirá este mismo viernes, cuando el Parlamento de Navarra celebra una ponencia para reformar la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento de Navarra (Lorafna) para la «adecuación a la realidad social y al sentir de la ciudadanía navarra del siglo XXI».
Esta era una reivindicación monolítica de los nacionalistas en la región, por cuanto abunda en el autogobierno, y que el PSN, que antes la rechazaba, hizo suya el pasado 16 de octubre, justo tres días después de que Pedro Sánchez se fotografiara con Mertxe Aizpurua en el Congreso de los Diputados. Una evidencia, a juicio de las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE, de que los proetarras van a aprovechar esta legislatura como «trampilla para lograr ir dando pasos hacia donde siempre han querido tener a Navarra: anexionada e incorporada al País Vasco» en el marco de una futurible Euskal Herria. «Tienen un plan a largo plazo y el PSOE está poniéndoles todas las facilidades posibles», explican.
Los socialistas han virado para satisfacer a sus socios de investidura tanto a nivel nacional como regional. El pasado 11 de noviembre de 2022, el PSN votó en contra de una propuesta de EH Bildu, mutatis mutandis, idéntica, ya que pedía «abrir un debate político y social encaminado a actualizar la Lorafna para responder a los retos y necesidades de la sociedad navarra del siglo XXI y que la ciudadanía navarra, como sujeto político, tenga derecho a votar nuestro marco jurídico-político y, por tanto, el modelo de relación con el Estado y con el resto de territorios vascos».
Este cambio de opinión demostraría, a juicio del PP navarro, no sólo que se trata de una primera cesión dentro de un pacto, sino «el paralelismo entre Sánchez y [María] Chivite»: «Los dos han querido seguir siendo presidentes con los apoyos de partidos independentistas y nacionalistas que van exigiendo marcar su propia agenda». «Esta ponencia y este debate sólo beneficia al nacionalismo vasco», abundan desde el PP, donde vislumbran nuevas cesiones: «No descartamos que desde el gobierno nacional estén negociando la alcaldía de Pamplona».
Los populares navarros, en este sentido, recuerdan que «en esta legislatura las únicas mayorías que se logran son contrarias a los intereses generales de Navarra y donde el propio partido que gobierna no es capaz de sacar adelante su propia agenda sino la de los socios que lo sostienen».
La Lorafna
La Lorafna se validó en 1982 mediante una fórmula particular que evitó que fuera sometida a referéndum. Esa decisión, junto a las opiniones sobre su consideración o no como Estatuto, está en el origen de una controversia que hoy en día se mantiene todavía en Navarra. Y eso que el consenso entre las fuerzas políticas presidió entonces del Amejoramiento -UCD, PSOE, UPN y el Partido Carlista, con 49 escaños- votaron a favor. Los cinco parlamentarios del PNV votaron en contra y los 16 de Herri Batasuna -brazo político de ETA- se negaron a votar.
En la sesión de creación de la ponencia, que tuvo lugar el pasado 24 de octubre, desde el Partido Popular de Navarra se recordó el procedimiento jurídico por el cual, en caso de resultar aprobadas por el Parlamento las modificaciones a la ley, éstas se someterían a la aprobación de las Cortes Generales por lectura única.
En el pleno del 26 de octubre el presidente del PPN, Javier García, preguntó a la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, la siguiente cuestión: «¿En qué cree la presidenta del Gobierno de Navarra que ha cambiado el sentir de los navarros para necesitar un cambio la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra (Lorafna)?».
El PP alertó, además, de que, con el pretexto de la actualización del lenguaje, se iban a colar cambios de peso en la ley, remitiéndose a las palabras de la portavoz de EH Bildu, Laura Aznal, que admitió que los abertzales «iban a ser muy exigentes con el tema del autogobierno». Pero Chivite acusó entonces a los populares navarros de «crear fantasmas y generar miedo a la ciudadanía».
La modificación de esta Ley Orgánica requeriría del apoyo de la mayoría absoluta del Congreso y del Senado, que tendría la última palabra. Se da la circunstancia de que el Partido Popular tiene 143 senadores. Mayoría absoluta. «El Senado en estos momentos es el último escudo para defender la libertad y la forma jurídica actual de Navarra», zanjan los populares.
