Mariano Gomá: «Los independentistas aprietan porque tienen un demente al frente del país»
Conversamos con el presidente del Foro España, que ha convocado la manifestación de este sábado
Mariano Gomá está convencido de que la ciudadanía ya ha perdido el miedo a protestar en la calle y de que esto no es una fórmula de uso exclusivo de la izquierda. Advierte que el Gobierno verá cómo la sociedad civil va a salir masivamente a la calle cada vez que intente poner en práctica los acuerdos alcanzados por los independentistas y el PSOE. Dispuesto a rodear el Congreso acompañado por centenares de miles de ciudadanos y de impedir incluso la entrada del presidente Pedro Sánchez a la Cámara Baja si fuera preciso, este arquitecto de profesión, profundamente implicado en los movimientos ciudadanos desde hace años, ha vivido y sufrido en sus carnes las revueltas del independentismo en 2017, cuando él era presidente de Societat Civil Catalana.
Gomá establece una distinción entre aquella violencia y la que se está detectando delante de las sedes del PSOE en la actualidad. Se declara partidario de la libertad de expresión y de que se produzcan este tipo de protestas ciudadanas, aunque ni ha asistido ni tiene previsto asistir a ninguna. Eso sí, previene contra esos violentos que se infiltran entre los ciudadanos que, según añade, solo desean protestar contra el PSOE con normalidad.
PREGUNTA.- Usted presidía Sociedad Civil Catalana cuando convocó la manifestación, tras el 1-O, a la que asistieron un millón de personas, y que todos recordamos como el gran acto de la sociedad constitucionalista. ¿Qué ha cambiado desde entonces hasta ahora?
RESPUESTA.- Pues la verdad es que yo no sé si algo ha cambiado. Vamos a ver, aquellas manifestaciones sí cambiaron, porque el independentismo, en aquel momento, estaba envalentonado violentamente para tomar realmente el poder con un golpe de Estado. Y eso lo frenó, porque se dieron cuenta de que la sociedad catalana no eran ellos. La sociedad catalana era otra cosa. Desde entonces, mantienen, como es lógico, su delirio de independencia y todo esto. Pero ya lo moderaron. No se han atrevido a volver a apretar de esta manera. Tienen que apretar por la vía política y tienen que apretar además por la vía de tener, en estos momentos, un demente al frente del país. Eso es lo que ha cambiado.
«Hemos perdido el miedo a protestar»
P.- Eso en lo que se refiere a la situación política, ¿qué ha cambiado con respecto a los asistentes, esa sociedad civil, entonces y ahora?
R.- La sociedad civil, desde entonces, ha perdido bastante el miedo y la vergüenza, porque la sociedad civil en España está muy poco organizada: unos porque les da vergüenza salir a la calle y otros porque les da miedo, porque lo que sí hace la izquierda es que son unos profesionales en amedrentar a la gente, en llamarlos fachas, en ponerles un distintivo de malos españoles. Y hay mucha sociedad que estaba muy silenciada y muy silenciosa. Y esta sociedad ahora ha perdido el miedo. Es decir, los partidos políticos han organizado sus manifestaciones. Pero todo lo que está pasando en Ferraz, todo lo que está pasando en las puertas de los juzgados y todo lo que está pasando en las puertas de los ayuntamientos de media España, no está organizado, esto es espontáneo.
P.- ¿Cómo hay que interpretar esos movimientos espontáneos?
R.- Esto quiere decir que la sociedad en algo hemos ganado, porque primero nos hemos organizado más y segundo, hemos perdido el miedo a protestar. Y eso es para mí el gran éxito. Claro que el éxito hubiera sido que todo hubiera cambiado en este país, pero eso es muy complicado, sobre todo teniendo los personajes que tenemos delante. En la manifestación de hoy hay más de 100 y yo diría que ya casi 120 asociaciones de toda España que están pidiéndonos que pongamos su logo. Pero es que cada día nos llaman dos o tres más, nuevas. Eso significa que hay una sensibilidad muchísimo mayor en la sociedad para alzar la voz y decir lo que se opina. Para mí esto es un paso adelante muy importante, por mucho que se diga desde el establishment sanchista, que no tiene más que tacharnos de fachas. Pero yo recuerdo que en las manifestaciones de Barcelona nos llamaban fachas y nuestro lema el día de la manifestación del millón de personas, uno de los lemas que se corearon que fue: «Y luego diréis que somos cinco o seis». Fue muy divertido. También pasó el 21 de enero en Madrid. La delegación del Gobierno dijo que había 30.000 personas en la plaza de Cibeles, vamos, un tercio del Bernabéu es lo que había allí… Es decir, una ridiculez.
«No habremos conseguido que no haya Gobierno, pero sí que la gente pierda el miedo »
P.- ¿Les restan asistentes o les restan importancia?
R.- Se nos ha estado ninguneando. Se nos han estado falseando los datos. Han estado boicoteando las manifestaciones. Ayer salió un cartel, precisamente, que no se sabe la paternidad. Lógicamente que era un cartel doble. En uno estaba la Falange Española y en otro estaba nuestra manifestación. Bueno, esto son cosas que tenemos que estar acostumbrados a que siempre hay una cuadrilla de perversos que lo que pretenden es llevar las cosas al nivel del miedo; es decir, todo este tipo de mensajes, del miedo a que viene el fascismo. Todas estas cosas son las que se han perdido y creo yo que ya no hay más miedo y no va a haber más miedo si la manifestación es lo que tiene que ser, que yo creo que lo será. No habremos conseguido que no haya Gobierno, pero sí habremos conseguido que la gente pierda el miedo. Y la frase que he acuñado yo estos días, que salió por casualidad, es : «Permanezcan atentos a la pantalla».
«A partir de mañana, no acaba nada. Empieza todo»
P.- ¿Qué quiere decir con eso?
R.- Que a partir de mañana no acaba nada. Empieza todo, empieza el movimiento serio de la sociedad civil, protestando sin vergüenza y sin miedo a todo lo que esté pasando.
«La foto que queremos es la de un presidente que no puede llegar ni al Congreso, porque su propio país le cierra la puerta»
P.- ¿Estas manifestaciones van a tener continuidad en el tiempo?
R.- Con la manifestación, lo único que va a hacer es constatar la protesta de la sociedad civil, de los ciudadanos demócratas normales, españoles que queremos ser libres, que queremos ser iguales y que no queremos que en nuestro nombre se esté haciendo lo que se está haciendo en el país. Pero a partir de aquí claro que tendrá una continuidad. Esa sociedad civil ya tiene una cohesión. Cada paso que den en falso, cada paso que den en contra del país, en contra de la democracia y de esa libertad nos tendrán delante, es decir, cualquier en cualquier paso de todas las aberraciones que se han firmado, de todos los acuerdos que se han firmado, como todo el mundo puede entender, no se va a poder cumplir ninguno, porque no se pueden cumplir, porque son acuerdos que no se pueden ni se van a cumplir. Y cuando se intente mover una pieza para cumplir alguno de estos acuerdos nos volverán a tener en la calle.
El día que Cataluña le diga al señor Sánchez: «¿Qué hay de lo mío? ¿Qué hay de mis 15.000 millones?», va a salir a la calle toda la sociedad civil de toda España diciendo: «¿Y nosotros por qué no?». El día que se apruebe la ley de amnistía nos volverán a tener en la calle, cuando vaya al Senado, nos volverán a tener en la calle, cuando vuelva al Congreso, nos volverán a tener en la calle. Hemos perdido el miedo a la calle y eso es lo que, de alguna manera, vamos a hacer. Y hasta ahora nos habíamos acostumbrado a que la izquierda podemita era la que rodeaba un congreso. Era la izquierda podemita la que se sentaba haciendo una especie de acampada nefasta en la Puerta del Sol. Bueno, pues mire, nos han enseñado a hacerlo también. Y el día que vaya a pasar algo y convoquemos una manifestación que rodee el Congreso de los Diputados, que lo rodeen 200.000 personas, de manera que ni los propios diputados, ni el propio presidente del Congreso puedan llegar al Congreso. Eso obligará a una acción de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, para poder abrir un canal para que puedan entrar los diputados. Esa es la foto que queremos y que dará la vuelta al mundo. La foto de que el presidente de un país no puede llegar ni al Congreso de los Diputados, porque el propio país le cierra la puerta.
P.- ¿Algo como lo que pasó en el Parlament de Cataluña, cuando no permitían entrar a sus señorías?
R.- Pero lo que pasó en el Parlament no fue nada. Fue un juego de niños comparado con lo que podemos llegar a hacer nosotros aquí, es decir, este tipo de cosas. Por tanto, para concluir, yo tampoco voy a desvelar un programa que todavía no tenemos, pero sí digo que mañana empieza todo. No acaba nada. Empieza todo, lo mismo que empieza la Legislatura, que por otra parte, digo que tampoco va a durar cuatro años.
«La Legislatura durará lo que tarden en traicionarle»
P.- ¿Cuánto tiempo le augura a esta legislatura?
R.- El tiempo que tarden en traicionarle.
P.- ¿Quién traicionará a quién primero?
R.-Bueno, él (Pedro Sánchez) ya los ha traicionado a todos. Ahora llegaremos a un juego de traiciones en el que estaremos luchando entre corsarios y filibusteros. Y entonces llegará un momento en que uno no podrá empezar a cumplir lo que los otros le van a exigir. Con lo cual, los otros se van a retirar el apoyo. Si le retiran el apoyo, tendrá que disolver, porque se le echarán el país encima y su propio partido se le va a echar encima. Los traidores del PNV ya saben lo qué es traicionar, porque lo hacen constantemente, Por lo tanto, no les importará nada en un momento determinado traicionarle de nuevo. Si en las elecciones de marzo del País Vasco pasa alguna cosa que no les guste, que puede pasar y, de hecho, pasará. Es decir, en el momento en el que se produzca cualquier chispa. Como esto es un acuerdo de gobierno que está hilvanado con unos hilos muy finos, la primera vez que uno de estos hilos se rompa, va a romper todo. Hay veces que, cuando no tienes un acuerdo de gobierno bien cosido, bien amarrado, si una pata te falla, tienes otras muchas patas. Ahora, este es un gobierno en el que, como falle una pata, se acabó.
«Sánchez va a hacer un ejercicio de resistencia hasta que le aguanten los tornillos de su sillón»
P.- ¿Se acabó el Gobierno de Pedro Sánchez?
R.- Yo no creo que Sánchez pueda seguir gobernando en contra del país, en contra de todas las instituciones del país, en contra de Europa y en contra de su propio partido. Por lo tanto, yo creo que va a ser un ejercicio de resistencia hasta que le aguante los tornillos de su sillón, que se le pueden romper en cualquier momento. Y en ese momento, el país tendrá que entrar en una fase que yo espero que sea racional, que es la fase de unas elecciones como Dios manda. Pero esto es algo absolutamente inexplorado. Estamos en un territorio inexplorado y ahora veremos qué va a pasar. Porque claro, antes hemos vivido cuatro años de un Gobierno en el que han hecho lo que les ha dado la gana. La señora Montero ha hecho unas leyes absolutamente incalificables y además nefastas para el país, y todo el mundo ha estado callado. A partir de ahora, se acabó. A partir de ahora, como se le ocurra a la Montero de turno hacer una ley como la que se hizo, vamos a tener la calle llena, a rodear el Congreso, a salir en masa.
P.- ¿Llevarán sus protestas ante el Parlamento Europeo?
R.- Iremos donde haga falta. De lo que está pasando en España ya tienen un muy buen reportaje hecho en Bruselas. Ya lo saben, no dicen nada porque sabemos todos cómo es la Comunidad Europea: asuntos internos de un país… Pero nos tienen enfocados y en el punto de mira. Cualquier cosa que pase, van a reaccionar también en Bruselas, que es otro de los enemigos que tiene Sánchez. A la primera que le toque alguna cosa de los fondos europeos o que afecte a las cuestiones político-económicas o sociales de Europa, en ese momento le van a tocar la cresta y nosotros vamos a estar ahí. Y en Europa tenemos suficientes enganches. Y no hablo precisamente del PP. Tenemos suficientes enganches como para que se nos invite a la sociedad civil a manifestar en el Parlamento Europeo lo que está pasando verdaderamente en España, que no todos lo entienden. Ayer yo tuve una entrevista bastante larga con el Daily Telegraph y, a lo largo de la entrevista, me di cuenta de que había cosas que el periodista, un inglés que lleva tiempo viviendo en España, no entendía todavía.
P.-¿Será porque la política española es muy difícil?
R.- Por eso había cosas que no entendía… Suiza es neutral y además a los suizos hay que darles de comer aparte. Pero en Suiza hay gente que todavía no entiende nada. Yo tengo muy buena relación con Europa por temas familiares. En Alemania tampoco entienden demasiado qué está pasando en España. Y entonces preguntas: «¿Pero es que todavía no te has enterado de lo que está pasando en España?». Bueno, no, pero sí, claro, porque ellos esto de los landers, las autonomías, las competencias… Todavía no lo entienden demasiado bien. Y además, los alemanes… [dibuja una cuadrícula con las manos] son alemanes. Nosotros somos latinos, entonces nos es difícil entender lo que pasa. Y los italianos sí nos entienden un poco, porque son bastante como nosotros, pero el problema es que se lo toman como un chiste. Y como los italianos tienen la ventaja de tomárselo como un chiste, pasa lo que pasa en Italia y todos lo sabemos desde hace muchos años. Pero en España somos sangre y fuego. A mí me preocupa mucho y por supuesto, no soy guerracivilista para nada. Pero cuidado, porque en las películas del Oeste, cuando vuelan la primera silla, acaban volando todas las sillas y disparando todos contra todos. Esto es lo que a mí me preocuparía que pasara en España.
«No tengo nada en contra de que la gente vaya espontáneamente a quejarse ante el PSOE»
P.- Antes mencionaba las manifestaciones delante de la sede del PSOE, en la madrileña calle Ferraz. ¿Cómo ve esas concentraciones que están acabando con violencia, cargas policiales, detenciones…
R.- A ver, ¿verdad que los ciudadanos españoles somos demócratas y libres? ¿Verdad que hay libertad de expresión? ¿Verdad que hay libertad de manifestación? Pues yo no tengo ningún inconveniente en que la gente espontáneamente vaya a Ferraz a quejarse ante el PSOE de lo que está pasando, porque no están de acuerdo. Yo no tengo absolutamente ningún inconveniente. Y no, y yo no he ido, porque yo no voy alentarlo. Pero si la gente quiere ir, por qué no. La izquierda ha hecho siempre lo que le ha dado la gana y ha rodeado los ministerios, el Congreso y se ha asentado en la Puerta del Sol y la ha colapsado durante meses. No solo ellos tienen derecho a hacerlo y no los otros.
Por lo tanto, en todas las manifestaciones de este tipo, que sean espontáneas, me parece que los ciudadanos somos libres de hacer lo que queramos. Otra cosa es que se corre el riesgo -y en eso hay que tener mucho cuidado- de que haya alteradores profesionales de la paz y felicidad. Hay alborotadores, profesionales, aquí y en toda Europa, que como los feriantes, van yendo a todas las manifestaciones para poder violentar la manifestación. Otra cosa es que pase esto. Entonces, los manifestantes pacíficos libres tendrán que asumir lo que está pasando o frenarlo. O la Policía, que para eso está, tendrá que dominar esta situación. Claro, lo que ocurre es que si la Policía está mandada por quienes está mandada… pueden ocurrir cosas. ¡Claro que sí! Pero para mí todo lo que sea manifestación espontánea, pacífica, de la gente, es absolutamente lícito. Con mi plataforma, lo vamos a hacer porque la ciudadanía tiene que ser libre y demócrata desde el primer momento, y la democracia está en eso. Si la gente tiene que quejarse, para eso hay una libertad de expresión. Montero (Irene) e Iglesias (Pablo) se lo comen con patatas. Es lo que han defendido ellos… ¿O es que no tenemos derecho los demás? El señor Iglesias hace cuatro, tres años, antes de su muerte súbita, decía que esto eran pequeñas cositas…
«Que vayan abriendo la boca, que les vamos a meter jarabe de palo democrático»
P.- ¿Jarabe democrático?
R.- Eso, jarabe democrático, ¿no? Pues si eso era jarabe democrático, que vayan abriendo la boca porque le vamos a meter jarabe de palo, democrático también, pero de palo. Me sabe mal pensar que ahí hay una serie de grupos organizados que van a violentar la concentración o que van a violentar la manifestación. Bueno, es que eso es muy difícil de evitar, pero para eso tenemos los cuerpos de policía, para que puedan identificarlos. Estoy absolutamente seguro de que los cuerpos de Policía que están protegiendo Ferraz cada día saben exactamente quiénes, cómo y cuándo están haciendo eso que están haciendo. Pues a ellos les corresponde defender a los ciudadanos normales de los ciudadanos no normales, porque si no, ¿para que nos sirve la Policía?
P.- ¿Teme que haya algún altercado en la manifestación convocada por ustedes?
R.- No, porque todas las protestas hasta ahora han sido cívicas, en lo que ha respondido a su convocatoria y a la del PP. Además, es que no sé de qué se extraña la gente. ¿Alguien ha estado en Barcelona, viviendo en la Meridiana, hace tres años y hace dos años y hace cuatro? ¿Alguien estuvo en los incendios de Barcelona? Y es que se han olvidado que incendiaron la ciudad; que amedrentaron a los estudiantes; que quemaron todo lo quemable; que rompieron todos los escaparates y calcinaron centenares de motos, de coches… Tiraban adoquines a la policía, pintarrajeaban a los policías. ¿Es que nadie se acuerda de eso?
P.- ¿La idea no es que eso es tan deleznable en Barcelona como en Madrid, sea quien sea quien lo haga?
R.- No, pero quiero ver la diferencia que hay. Hay que ver la diferencia de la violencia que se está produciendo en estas manifestaciones de Ferraz frente a la violencia que se produjo en Barcelona. Es decir, yo viví lo de Barcelona y todos los catalanes hemos vivido lo de Barcelona. Era un horror. Era una ciudad absolutamente en guerra.