Sumar avisó al PSOE de su querella contra el CGPJ: «A Sánchez le viene bien no mojarse»

No fue una acción coordinada pero el ala socialista del Gobierno estaba informada de ello. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Sumar avisó al PSOE de la presentación de su querella contra el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por presunta prevaricación por la declaración contra la ley de amnistía que aprobaron el pasado 6 de noviembre. El PSOE se desmarcó públicamente de la iniciativa —Félix Bolaños aseguró que «no es del PSOE»—, pero en privado ambas facciones de la coalición convergen en sus postulados y estrategias. 

Las fuentes gubernamentales consultadas explican que «claro que estaban avisados» en el PSOE y niegan un reparto de papeles. «No tiene nada que ver con nosotros. Es una cosa que presenta otro partido político, no el Gobierno», explican a este diario desde la cuota socialista. Sin embargo, evitan la crítica o el reproche a una iniciativa que, en palabras del President del CGPJ, Vicente Guilarte, es «una maniobra política que no tiene mucho sentido». Las palabras del presidente del Consejo se produjeron en un desayuno informativo en el que coincidió con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, con quien posteriormente se reunió en la sede del órgano de Gobierno de los jueces. 

«Ha sido una casualidad, mala suerte», explican desde Sumar negando un intento por reventar esa cita deliberadamente. Los responsables de presentar la querella ante el Tribunal Supremo se enteraron esta misma mañana del encuentro entre Guilarte y Bolaños, conscientes de que podía incomodar a ambas partes. No obstante, la formación de Yolanda Díaz sostiene que el PSOE no le ha transmitido «ningún malestar» al respecto por parte de la facción socialista de la coalición. «En el fondo, a Sánchez le viene bien porque ellos no se mojan. Puede mantener cierta pulcritud ante los jueces aunque sepan que es importante dar esta guerra».

Moncloa: «El CGPJ hizo el ridículo»

Según el grupo firmante de la demanda, «hay dos almas en el gobierno. Una más incisiva, que somos nosotros, y vamos a cumplir con ese papel de Pepito Grillo. El PSOE sabe que no podemos consentir una injerencia de un poder del Estado que le dice a otro lo que pueden hacer en el futuro, o no». Unos argumentos muy similares a los que emplean los socialistas en privado: «El CGPJ hizo el ridículo porque intentan hacer un informe preventivo antes de que la ley exista. Es un Minority Report», denuncian desde el Palacio de La Moncloa.   

La querella que Sumar interpuso ante el Supremo este viernes acusa a los vocales conservadores del CGPJ de incurrir en un presunto delito de prevaricación administrativa, que conlleva inhabilitación de cargo público, por promover una resolución «ilegal, arbitraria  y que excede de sus competencias, una inaceptable intromisión», según la formación de Yolanda Díaz, en la función legislativa del Congreso de los Diputados. En una entrevista en TVE, la ministra de Sanidad, Mónica García, confirmó que «fue una autentica irregularidad sobre un texto que no existía». 

Uno de los acusados es el presidente interino del Consejo General del poder Judicial, Vicente Guilarte, que —recuerda Moncloa— «se abstuvo en la votación». En el acto que compartió con Bolaños, Guillarte denunció que «si hoy en lo que estamos es en intentar buscar entre todos las formas de pacificación y de consenso, pues no empezamos bien». Unas declaraciones previas a su primera toma de contacto con el ministro de Justicia recién nombrado en el que se abordó la amnistía pero también la necesaria renovación de los órganos constitucionales. 

Guilarte se ofrece a Bolaños como «puente» 

Fuentes de Moncloa valoran positivamente que esta querella no haya frustrado la mano tendida del presidente del Consejo al Gobierno para ejercer de «puente» con el PP para lograr que se renueve el CGPJ en este año. Públicamente, Guilarte quiso suavizar las tensiones entre el ejecutivo y el judicial con la siguiente oferta: «Yo puedo mediar entre unos y otros para desenquistar las dos posiciones». Según fuentes de Moncloa, la oferta a ejercer de puente se hizo también lejos de las cámaras en la reunión que mantuvieron en privado en la sede del Consejo: «Guilarte le dijo a Bolaños que cree que se puede alcanzar este año la renovación del Consejo». 

Entiende Moncloa que la motivación del presidente del órgano es evitar una reforma para rebajar las mayorías en la elección de los vocales del Consejo, de tres quintos a mayoría absoluta. Una reforma que presentó el Ejecutivo en la anterior legislatura y que retiró el entonces ministro, Juan Carlos Campo, tras el apercibimiento de la Comisión Europea. Su sucesor en Justicia, Bolaños, viajará el próximo jueves a Bruselas para reunirse con el comisario de Justicia, Didier Reynders, y la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Vera Jourová, a quienes transmitirá el mismo mensaje de su conversación telefónica el pasado lunes: la ley de amnistía «es una cuestión interna de España» y «no afecta en nada al derecho de la Unión Europea».