El PP cree que Sánchez manda un mensaje «claro» a Europa de «no despolitizar la Justicia»
Los populares aseguran que Puente es el «albañil adecuado para levantar el muro entre españoles»
Comité Ejecutivo del PP. | Tarek
El Partido Popular se ha pronunciado sobre la composición del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez afirmando que «pierde la oportunidad de reducir el Gobierno más caro de la historia y mantiene 22 carteras y cuatro Vicepresidencias. Al unir los ministerios de Presidencia y Justicia y entregarle su gestión a su ministro más político, Sánchez lanza un mensaje claro a Europa y al sistema judicial, y no es precisamente el de despolitizar la Justicia en España», señalan fuentes de esta formación política.
Los populares critican especialmente que Bolaños asuma también las relaciones con las cortes porque, a su juicio, «implica que coordina las funciones del presidente del Ejecutivo, dirige las relaciones con el Poder Legislativo, y coordina el trato con el Poder Judicial. Todo un mensaje para un presidente que tiene poco interés en proteger la separación de poderes en nuestro país.»
En relación a Grande-Marlaska, su continuidad la califican de «provocación tras el escándalo de Pegasus, sus mentiras acerca del incidente que se saldó con varios muertos en la valla de Melilla, o la crisis migratoria». En el caso de Oscar Puente, exalcalde de Valladolid, que en el dicurso de investidura pronunció un discurso muy polémico contra el PP, señalan que «para levantar el muro entre españoles que anticipó en su discurso de investidura, Sánchez ha elegido al albañil adecuado al sentar en el Consejo de Ministros a Óscar Puente».
Sobre Unidas Podemos, apunta que «el echar a Podemos del Gobierno culpa al partido de Ione Belarra de todos los problemas que tuvo en el anterior mandato, y desprecia ahora al partido que le ayudó a ser presidente».
Finalmente, sentencia que «un presidente, cuatro vicepresidentas, 22 ministros… pero quien sigue mandando en nuestro país es Carles Puigdemont, que decidirá quién sigue y por cuánto tiempo desde su “exilio” en Waterloo».
