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Política

Armengol mantiene cerrado el Congreso: sin sesiones de control hasta el 12 de diciembre

La oposición denuncia que la presidenta no ha convocado este martes la Junta de Portavoces

Armengol mantiene cerrado el Congreso: sin sesiones de control hasta el 12 de diciembre

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudirá este martes a la Mesa del Congreso con su propuesta para el calendario de sesiones plenarias del Congreso. Según adelantan fuentes parlamentarias a THE OBJECTIVE, la propuesta que la Presidencia elevará al órgano rector de la Cámara Baja es que las sesiones plenarias se inicien el próximo 12 de diciembre, con lo que la primera sesión de control no se espera hasta el miércoles 13 de diciembre. Un plazo de tres semanas de moratoria que se suma a los tres meses de cierre del Congreso desde que se constituyeron las Cortes el pasado 17 de noviembre, aunque no se celebran sesiones de control desde el pasado mes de mayo, con la disolución de las Cortes por las elecciones del 23-J.

La oposición del PP ha puesto el grito en el cielo porque esto supone «silenciar a la oposición», como demuestra que no se haya convocado este martes a la Junta de Portavoces, como es habitual, acto seguido tras la reunión de la Mesa. «Es evidente que quieren silenciarnos. Si convocan a la Junta habría sido más difícil retrasarlo al 12 de diciembre» porque se habría evidenciado su intento de dilatar el control al Gobierno. Así encajan todas las piezas», explican desde el PP. 

Apertura solemne de Cortes, última semana de noviembre

La intención de Armengol es posponer las sesiones de control hasta que se celebre la apertura solemne de las Cortes en un pleno aún por concretar antes de mediados de diciembre, previsiblemente la última semana del mes, el 27 de noviembre. La siguiente, del 4 al 10 de diciembre, sería el puente de la Constitución, con la tradicional jornada de puertas abiertas del Congreso y la conmemoración del Aniversario de la Carta Magna el 6 de diciembre. Según fuentes populares, «así van ganando semanas. Sólo pretenden dilatar. Las cámaras están constituidas desde agosto y, por tanto, como poder independiente, deben legislar y controlar al Gobierno». Una función de la oposición que, según la doctrina del Tribunal Constitucional, podía haberse realizado aun cuando el Gobierno está en funciones. 

El PP denuncia que al final se cumplirá lo esperado: «Lo va a controlar antes Puigdemont en Ginebra que nosotros», explican sobre el encuentro que se espera para la semana que viene en la capital suiza, con un verificador internacional. Y al incumplimiento de las funciones parlamentarias se le suma que sí se haya celebrado un solo pleno desde agosto, a conveniencia del Ejecutivo y para cumplir con una de las exigencias de los independentistas de cara a la investidura: la reforma del Reglamento del Congreso para el uso de las lenguas oficiales en el Hemiciclo. 

«Sólo ha habido un pleno por imposición de una mayoría (PSOE y Sumar) y porque les ha convenido al Gobierno. Esto no tienen ninguna justificación: se somete el Parlamento a los acuerdos de investidura. Se vuelve a poner la institución al servicio de los intereses del Gobierno», como se hizo al ceder diputados para que ERC y Junts pudiera formar grupo parlamentario sin cumplir con las condiciones que fija el reglamento de la cámara. Llueve sobre mojado. «Armengol ha paralizado la actividad parlamentaria y no tiene ninguna justificación que no se haya aprobado la celebración de plenos de control»

Dos sesiones de control hasta el 1 de febrero

La aprobación del calendario de sesiones plenarias está pendiente desde el inicio del periodo hábil de sesiones el pasado 1 de septiembre. Los procedimientos establecen que haya una propuesta desde la presidencia de la cámara que debe ser ratificada por la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces, que es la que fija el orden del día de las sesiones parlamentarias. Si se hubiera convocado a la Junta de Portavoces, se podría haber convocado un pleno en apenas una semana, en lugar de las tres de tregua que tendrán ahora los nuevos ministros del Gobierno para rendir cuentas ante el Parlamento. 

Ademas, sólo tendrán que rendir cuentas ante el Parlamento dos semanas consecutivas, miércoles 13 y 20 de diciembre, antes de que termine el periodo ordinario de sesiones y se inicien las vacaciones parlamentarias con motivo de la Navidad. Dado que el mes de enero es periodo inhábil en el Parlamento, sus señorías no tendrán que retomar la actividad parlamentaria hasta el 1 de febrero. 

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