Los catalanes que se sienten españoles son los que más miedo tienen a expresar sus opiniones
El ‘procés’ es el tema que más divide a los catalanes, según una encuesta del Institut Català Internacional per la Pau
La sociedad catalana sigue dividida respecto al procés independentista. Además, los catalanes que se identifican en mayor o menor grado como españoles son los que más temen expresar sus opiniones en público o asistir a manifestaciones, mientras que los que se identifican «únicamente como catalanes» o «más catalanes que españoles» demuestran menos miedo a significarse públicamente en temas políticos. Así se desprende de la última encuesta del Institut Català Internacional per la Pau, institución pública creada por el Parlamento catalán.
La encuesta ‘Convivencia y seguridad en Cataluña’, publicada este noviembre, refleja que una de cada cinco personas han sentido miedo a la hora de expresar sus ideas y una de cada cuatro han tenido miedo a participar en una manifestación en los últimos dos años. Si se desgranan los datos en función de la identidad expresada, un 33,4% de los que se identifican como «únicamente españoles» tiene bastante o mucho miedo a expresar sus opiniones, seguidos de los que se sienten «más españoles que catalanes», con un 33,2%.
En sentido opuesto, entre los ciudadanos que se sienten únicamente catalanes o más catalanes que españoles, un 81,9% y un 85,9%, respectivamente, sienten «nada o poco miedo» a mostrar sus ideas políticas. Entre los que se sienten por igual catalán y español, un 21,7% afirman tener mucho o bastante temor a hablar de política en público.
Polarización ideológica
El coordinador de la encuesta, Pablo Aguiar, explica a THE OBJECTIVE este sesgo de percepción según la identidad de referencia: «La diferencia en la respuesta dependiendo de la identidad nacional es substancial», aunque añade que los que se identifican únicamente con España son un porcentaje pequeño respecto al total de encuestados (en concreto un 6% los que solo se sienten españoles y un 7% los que se sienten más españoles que catalanes).
El análisis se agrupa en ‘indicadores positivos’, ‘señales de alerta’ y ‘valoraciones finales’, y no abunda en las causas que podrían estar detrás de que haya mayor miedo entre los que se identifican con España. En opinión de Aguiar, y según los datos de la encuesta, la sensación de miedo es «bastante generalizada» en términos absolutos. Es decir, no se entra a valorar si la coyuntura política (con el interés de los sucesivos gobiernos de la Generalitat en priorizar la causa secesionista y la lengua catalana, o los pactos del Gobierno central con el nacionalismo) pueden haber contribuido a generar un clima más hostil hacia los que no comulgan con el nacionalismo a la hora de expresarse.
Por lo que respecta a los asuntos que más «polarización» despiertan, el procés independentista se mantiene como tema que genera mayor división social. Le sigue el debate sobre la lengua catalana y la inmigración. En cambio, el «feminismo» se considera la cuestión que menos división suscita entre los catalanes.
De forma muy mayoritaria, la ciudadanía está muy o bastante de acuerdo con que todo el mundo pueda expresar sus opiniones (95%) y se autodefine como conciliadora (89%) y cooperativa (85%). Por lo general, las personas encuestadas muestran poca tolerancia con las situaciones de violencia planteadas, si bien una parte de la población acepta el uso de la violencia física y verbal en determinadas ocasiones.
Por ejemplo, una de cada cinco personas ve adecuado dar una bofetada a un hijo cuando se porta mal, y más de la mitad de la población considera que a veces es necesario gritar para que le hagan caso. También se detecta cierta tolerancia sobre «violencias de tipo estructural y cultural», relacionadas con la vivienda y el racismo.
A la pregunta de quiénes son los responsables de la polarización, destacan el papel de «los medios de comunicación, los partidos políticos y las redes sociales». El 80% de encuestados consideran que, a nivel individual, «no fomentan la polarización».
Metodología
La encuesta se realizó entre el 12 y el 21 de julio a partir de 2.055 entrevistas, de forma online, a personas residentes en Cataluña mayores de 18 años, con un margen de error del 2,17%. Es una muestra con cuotas cruzadas por sexo, grupos de edad (en tramos de diez años) y demarcaciones (Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona).
Para ajustar la muestra a la población de referencia, han aplicado una ponderación calculada a partir de las variables de sexo, edad, demarcación, lugar de nacimiento, nivel de estudios y lengua primera.
Se trata de la quinta encuesta que publica el ICIP sobre la percepción de la convivencia en Cataluña y la cuarta que evalúa el grado de polarización.