Armengol: una democracia «tiene peligros» si no se cree que el poder judicial sea independiente
La presidenta del Congreso de los Diputados aboga por trabajar conjuntamente entre todos los poderes del Estado
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha sostenido este viernes que una democracia «tiene peligros» si la ciudadanía siente que el poder judicial no es independiente.
De esta forma ha respondido Armengol al ser preguntada si la separación de poderes se está debilitando, después de que la oposición acuse al Gobierno de vulnerar la independencia judicial, así como por la decisión del Tribunal Supremo de anular el nombramiento de Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado y el rechazo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a la continuidad de Álvaro García Ortiz como fiscal general.
A su juicio, para «consolidar» la democracia española y hacerla «más fuerte» es necesario que «la ciudadanía se sienta muy cerca de sus instituciones, también del poder judicial». «Y es muy importante que la ciudadanía valore eso, porque si no una democracia, sin que la ciudadanía sienta que el poder judicial es independiente, es una democracia que tiene peligros», ha argumentado en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press.
Armengol ha abogado por trabajar conjuntamente entre todos los poderes del Estado y todas las instituciones, señalando que hay que defender la legitimidad de las instituciones. Y para ello, ha continuado la también diputada socialista, «todo el mundo se tiene que comportar desde el puesto y los temas que le tocan».
Y ha dicho que le causa «mucha extrañeza» que «alguien pueda poner peros» a la legitimidad de la mayoría parlamentaria del Congreso surgida en las elecciones del 23 de julio, porque ponerla en duda «es no entender la base de la democracia», aunque ha negado que aquí estuviera señalando al PP.
Las leyes del Congreso son de «todos»
En este sentido, Armengol ha reivindicado el discurso que pronunció durante la apertura solemne de la XV Legislatura, en el que defendió la legitimidad del Gobierno de coalición de PSOE y Sumar. Ha indicado que en su discurso quiso destacar que la espina dorsal de la democracia es el parlamentarismo y que apostó por la necesidad del respeto y de poner en valor las instituciones en un momento muy complejo en el mundo, con muchas democracias «muy erosionadas».
«Expliqué la necesidad de saber escucharnos, de saber respetarnos, de la necesidad de intentar entendernos, de hablar de los problemas de la gente», ha señalado. Armengol ha defendido que las leyes que enumeró son de «todos», no de un partido político ni de un gobierno concreto, al ser preguntada sobre que el PP criticara el discurso y no lo aplaudiera, en parte porque la mayoría de normas que nombró eran del PSOE, a lo que ha señalado que «cada uno se valora a sí mismo» con su actitud.
«A mí, como presidenta del Congreso, me toca poner en valor lo que ha hecho esta institución y si ha significado derechos de ciudadanía. Yo no sé qué puede haber de malo en poner en valor las pensiones, la lucha contra el cambio climático o el derecho de igualdad entre hombres y mujeres», ha remachado.
Amnistía, Junts y CGPJ
Sobre si cree necesaria y constitucional la amnistía para los independentistas catalanes, Armengol se ha limitado a decir que los problemas políticos se tienen que solucionar desde la política, reiterando que quien decidirá sobre la constitucionalidad de la ley será el Tribunal Constitucional, no la Mesa del Congreso al admitirla a trámite.
Armengol ha señalado que se siente cómoda al ver que el PSOE, su partido, afronta los problemas y busca soluciones. Dicho esto, y al ser preguntada si la relación con Junts va a ser pacífica después de que Carles Puigdemont amenace a los socialistas con apoyar una moción de censura si no cumplen lo acordado, ha contestado que no comparte muchas posiciones del expresidente catalán ni del independentismo y ha remarcado que los políticos tienen la obligación de dialogar: «La mejor solución no es cederlo todo, sino escuchar y negociar«.
Respecto a la renovación del CGPJ, que está a punto de cumplir cinco años con el mandato caducado, Armengol ha expresado que se tiene que renovar y trabajará para que haya un acuerdo entre los partidos.