Feijóo desiste en su intento de relevar a Alejandro Fernández al frente del PP catalán
Feijóo admite que el líder de los ‘populares’ catalanes tiene un importante respaldo entre la militancia de cara al congreso
Alberto Núñez Feijóo y Alejandro Fernández en un mitin en Barcelona. | David Zorrakino (Europa Press)
Las aguas llenas de turbulencias que hubo en agosto y septiembre entre Génova y la dirección del Partido Popular en Cataluña (PPC) se han calmado, hasta el punto de que Alberto Núñez Feijóo ya no piensa en relevar a Alejandro Fernández al frente de la filial catalana, según aseguran fuentes de la dirección nacional de los populares a THE OBJECTIVE.
«Génova no va a dar la batalla para quitar a Alejandro», señala una persona cercana a Feijóo ante el próximo congreso del PP catalán para el que aún no hay fecha, pues se ha ido retrasando desde hace más de un año por las convocatorias electorales, y que todo apunta a que caerá en el primer trimestre de 2024. La dirección nacional se ha dado cuenta que Fernández tiene un importante respaldo entre la militancia del PPC, sobre todo después de que en verano se opusiese con firmeza al diálogo con Junts ante la investidura del entonces candidato popular a la Presidencia del Gobierno.
«Tiene muchísimos adeptos, más si cabe entre los militantes dudosos, por su posicionamiento en contra del separatismo», reconocen ahora en Génova. Feijóo ya tenía en mente al sustituto de Fernández en la figura del presidente provincial en Barcelona y alcalde de Castelldefels, Manuel Reyes, pero este último no controla aún todo el PP catalán y perdería en una votación entre los afiliados si hubiera dos listas.
Lo pudo comprobar in situ el hasta hace unos días vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, la última vez que se vio con Reyes en Barcelona. A la pregunta de si ganaría un congreso a cara de perro contra Fernández, el regidor de Castelldefels le admitió que no tendría opciones.
«El tema de Junts le ha dado la razón. El presidente del PP catalán no podía estar callado en ese momento», hace hincapié una persona cercana a Fernández. Este último sorprendió a finales de agosto con un tuit en el que le enmendaba la plana a Feijóo, quien en aquel momento no descartaba negociar con la formación política de Carles Puigdemont: «JUNTS sí es mi RIVAL, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a ‘hablar’. Que alguien me diga de qué hay que hablar con ellos…», señaló el líder del PPC, quien se reafirmó a los pocos días en su posición.
El movimiento de Fernández fue respondido por su teórico número dos, el secretario general del PP catalán, Santiago Rodríguez, que en aquel momento estaba más alineado con la tesis de Génova de relevar al primero. El primer síntoma de divorcio entre ambos se produjo en ese mes de agosto.
Rodríguez dijo en Catalunya Ràdio que su formación «no negocia» con el expresidente Puigdemont, sino que «habla» con el grupo de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados: «Hablamos, no negociamos», dejó claro ante el polémico tuit previo de Fernández. También subrayó que Feijóo tenía la «obligación» de «establecer contactos con todos los grupos parlamentarios» y conocer «de primera mano» su punto de vista, aunque eso no implicase abrir una negociación. Finalmente, el presidente nacional del PP se echó para atrás después de oír las exigencias del expresidente prófugo de la justicia.
La tensión fue en aumento en las siguiente semanas, hasta el punto de que la situación interna en el PPC se volvió «insostenible» con sus dos principales dirigentes a la gresca. En especial, a raíz de la polémica sobre el uso del euskera en el Congreso por parte de Borja Sémper en el primer día con pinganillos en el hemiciclo.
El presidente del PPC publicó un tuit en el que criticó al portavoz nacional de forma velada, aunque sin citarle, después de que la víspera hubiese subrayado desde Génova que ningún diputado popular utilizaría las lenguas cooficiales para «no hacer el canelo» en el pleno. «Hay un concepto en el tenis muy útil para cualquier ámbito de la vida: evitar los ‘errores no forzados’», aseguró Fernández en medio del polvareda que se había levantado en el grupo parlamentario del PP tras la intervención del político vasco.
A las 48 horas, Rodríguez le devolvió a Fernández un golpe tenístico en forma de tuit. «Ace de Borja Sémper», indicó el secretario general de los populares catalanes en sus redes sociales al concluir el discurso de este último en el hemiciclo. Rodríguez también se sienta en la bancada popular de la Cámara Baja ya que es diputado nacional por Barcelona.
«El secretario general corrigiendo al presidente», se quejó aquel día a THE OBJECTIVE un dirigente próximo a Fernández bajo condición de anonimato. «Es insostenible su posición. Lo mínimo que se espera de un secretario general, en su posición, es una aparente lealtad pública, pero se dedica sistemáticamente a boicotear al presidente», subrayó a renglón seguido sobre la actitud de Santi Rodríguez.
Fernández se encontraba en aquel momento con que varios dirigentes del PP catalán le estaban criticando en reuniones internas. Dos de ellos eran el citado Manu Reyes y Josep Tutusaus, número dos del alcalde de Castelldefels en su calidad de secretario general de los populares barceloneses. Pero el hecho de que Feijóo cambiase su estrategia con respecto a Puigdemont ha amainado las aguas.
Además, el PP tiene también problemas internos en Lérida y Gerona que desaconsejan una sacudida congresual en estos momentos. En la primera de estas provincias, sobre todo tras el reciente portazo del que era su único alcalde, Dante Pérez Berenguer, en la localidad Gimenells. Y en la segunda, por las acusaciones de desvío de dinero que la portavoz en Figueras, Ángela Domènech, lanzó contra la dirección provincial dirigida por Jaume Veray.
