Lilith Verstrynge tendrá que dejar la Mesa de Exteriores tras romper Podemos con Sumar
Los diputados morados deberán abandonar sus puestos provocando una nueva votación
La ruptura entre Podemos y Sumar este martes en el Congreso de los Diputados tiene un efecto inmediato que no se corresponde con lo anunciado por el representante morado, Javier Sánchez Serna. Según explican fuentes parlamentarias a THE OBJECTIVE, los tres diputados de Podemos que integraron las mesas de las comisiones constituidas el pasado lunes en el Congreso tendrán que abandonar sus puestos provocando una nueva votación. Es el caso de la secretario de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, que tendrá que renunciar a su puesto de vicepresidenta de la Mesa de la comisión de Exteriores.
Fuentes de Sumar señalan a otras dos obligadas remodelaciones: la de la única representante de Podemos que logró presidir una comisión, Noemí Santana, presidenta de la comisión de Derechos Sociales, y Martina Velarde, vicepresidenta de Justicia. Las fuentes parlamentarias consultadas explican que «los cinco diputados que abandonan el grupo plurinacional de Sumar se integrarán ahora en el Grupo Mixto y los puestos de las mesas de cada comisión se reparten entre los grupos parlamentarios, por lo que están obligados a renunciar y volver a votar a los designados por Sumar», conforme al reparto pactado entre los grupos. Dicho de otra forma, se reparten cartas de nuevo.
Lo mismo ocurre con las portavocías de área cedidas a Podemos en el reparto. Como ha deslizado la portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, en comparecencia en el Congreso, habrá una «remodelación» que consiste en que tendrán que abandonar sus puestos de portavoces quienes lo eran por el grupo plurinacional, que ahora no cumplen con los requisitos porcentuales de representación exigidos a su nuevo grupo, el Mixto.
Nuevo reparto en el Grupo Mixto
Los cinco representantes de Podemos (Ione Belarra, Javier Sánchez Serna, Lilith Verstrynge, Noemí Santana y Martina Velarde), «tendrán que negociar ahora con los representantes del Grupo Mixto, que deben reconfigurarse», dado que ya no cuenta sólo con tres formaciones políticas (BNG, UPN y CC) sino con cuatro. Podemos será el grupo político mayoritario en el Grupo Mixto, con cinco diputados frente a tres (Néstor Rego, Alberto Catalán y Cristina Valido), y gozará de mayor espacio en el reparto de los tiempos de intervención en pleno y comisión, además de mayores ingresos económicos. Concretamente, a Podemos le corresponderán algo más de 19.000 euros de los 34.000 que se otorga como subvención a cada grupo, lo cual supone un grave perjuicio económico para el resto de integrantes.
Así, tendrán que dejar sus puestos Ione Belarra como portavoz de Derechos Sociales y Consumo; Javier Sánchez Serna, portavoz en Educación y tres portavocías adjuntas (Sanidad, Universidades y comisión Mixta para la UE); Lilith Verstrynge, portavoz de Vivienda y adjunta en Exteriores; Noemí Santana, portavoz de Migraciones, Inclusión y adjuntas de Juventud e Infancia y Políticas integrales de discapacidad; y Martina Velarde, la portavocía de la comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo y la adjunta en Interior.
Las citadas fuentes sostienen, sin embargo, que esta remodelación no supondrá una merma de los representantes de Sumar en las comisiones, en las que tendrá que sustituir a los diputados salientes para mantener el mismo porcentaje de representación. «Pese a que Sumar pasa de 31 diputados a 26, nada cambia porque sigue teniendo a tres diputados por comisión, que es lo que le corresponde ya que representa al 2,76% de los representantes de cada órgano parlamentario», sostienen fuentes de máxima solvencia en el terreno parlamentario.
«Querían callar a Podemos»
Podemos llevaba semanas advirtiendo de que se avecinaba una «revolución en el seno del grupo» y que podían «reventar desde dentro» Sumar, como finalmente ha ocurrido. El detonante de la ruptura fue la negativa a que fuera Ione Belarra la que interviniera en la comparecencia en pleno del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en el Congreso. Una negativa que, según fuentes moradas consultadas por este diario, se anunció por un chat interno en el que se comunicó que sería el recién nombrado portavoz de Exteriores, Agustín Santos. Podemos manifestó su disconformidad y la dirección de Sumar emplazó a una conversación posterior que nunca se produjo. Según Sumar, «Podemos no se quejó en la reunión del grupo celebrada el jueves de la semana pasada»; algo que, según Podemos, es «rotundamente falso».
La política de hechos consumados dio por hecha la intervención de Agustín Santos y el descarte de Ione Belarra, lo que hizo saltar la espita de unos enfrentamientos soterrados que han provocado que los integrantes del grupo plurinacional tuvieran los nervios a flor de piel. La órbita morada explica que uno de los elementos cruciales en la ruptura ha sido la negociación del reglamento interno de funcionamiento porque «el borrador que nos han pasado está hecho para que Podemos no hable. No podíamos hacer ninguna declaración política sin autorización de la dirección. Estas no son formas de negociar y no ayuda a llegar a un acuerdo».