La alcaldesa de Pamplona advierte sobre Bildu: «Ya no matan, pero nos siguen escupiendo»
Ibarrola niega presiones a un concejal para que no tome posesión, como le acusa el PSN: «Es el colmo»
La alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola (UPN), ha advertido que la llegada de EH Bildu a la Alcaldía de la capital navarra tras el pacto con el PSOE implantará «retroceso y sectorismo», con la imposición del euskera entre otras cosas: «Ya no matan, pero siguen amedrentando, siguen insultando y siguen escupiéndonos».
Así se ha pronunciado Ibarrola en una entrevista con Europa Press antes del Pleno del próximo jueves que debatirá y votará la moción de censura con la que el PSN permitirá que se convierta en alcalde el dirigente de Bildu Joseba Asirón.
En este contexto, la actual alcaldesa de Pamplona ha recordado que Asirón, de Bildu, ya fue regidor de la ciudad entre 2015 y 2019 y las consecuencias negativos fueron «retroceso y sectarismo»: «Porque solo gobiernan para su proyecto de construcción de Euskal Herria, con Navarra anexionada al País Vasco».
Al respecto, Ibarrola cree que la moción de censura ya estaba pactada anteriormente, pero no la dieron a conocer «porque los socialistas sabían que esto les castigaba en las urnas» en el 23J. «Hay que vivir en Pamplona para saber a quién vende el PSOE la alcaldía de Pamplona, porque ya no matan, pero siguen amedrentando, insultando y escupiéndonos literalmente cuando subimos una calle en procesión», ha sostenido la actual alcaldesa.
Otegi marca el camino
Asimismo, la dirigente de UPN, que ha acusado al PSN de «blanquear todos los días» a Bildu, ha sostenido que Arnaldo Otegi «va marcando lo que quiere y se va cumpliendo hasta ahora todo». «Quería Pamplona, no quería Vitoria, porque es lo que necesitan para ese proyecto», ha añadido.
Al hilo, ha censurado que Otegi, «que tiene un pasado también terrorista», sea con quien negocie todo «Pedro Sánchez, Santos Cerdán o María Chívite»: «No sé donde tiene el PSOE la línea roja, pero de momento hemos visto que se saltan todas».
«En Pamplona y Navarra, PSOE y Bildu son lo mismo, no hacen nada diferente, no ha habido una sola propuesta en positivo en estos seis meses en el Ayuntamiento de Pamplona, todo lo han pactado con Bildu», ha censurado.
Niega presiones
La actual alcaldesa de Pamplona también se ha pronunciado sobre las últimas acusaciones del PSN, que señalaban directamente que «los señalamientos y ataques constantes de Cristina Ibarrola han provocado» que un miembro del PSN no tome posesión como concejal del Ayuntamiento.
Ante esto, ha señalado que «es el colmo que el PSOE» les eche la culpa de que no tome posesión. «No hay ninguna presión», ha recalcado, explicando que ella dio la posibilidad de que el nuevo concejal tomara posesión y votara sí a la moción de censura, «y lo lleve en su currículum».
«Si tan bueno es para Pamplona, tan necesario era para Pamplona regalarle, entregarle a Bildu lo que más quiere, que es el Ayuntamiento que necesita para su proyecto político, y esto lo hace el PSOE, se lo tendrán que hacer mirar», ha apostillado, poniendo en duda que a todos los socialistas les parezca bueno el pacto con Bildu.
Critica la utilidad de la moción
En cualquier caso, ha criticado que Bildu y PSN hagan «una utilización perturbada de una herramienta democrática» como es la moción de censura que no estaba pensada para eso. «Es como utilizar un bisturí para matar a alguien y no para sanar a un paciente», ha dicho.
Así, ha declarado que Pamplona y Navarra «no es independentista radical» y «no quiere mayoritariamente un alcalde de Bildu» porque, según ha dicho, lo dijo en las urnas dándole la victoria al proyecto de UPN.
Al ser preguntada por si la moción de censura facilitará el entendimiento entre UPN y PP en Navarra, Ibarrola ha dicho que «ya se verá», aunque sí que cree que el pacto entre Bildu y PSN marca «un antes y un después» en cuanto a la formación de bloques.
Por último, ha asegurado que se quedará «con toda seguridad» como líder de la oposición en Pamplona después de la moción de censura, aunque ha precisado que necesita todavía «un poco de distancia emocional» con todos estos acontecimientos.