El embajador español en la India pide el relevo tras varios desencuentros con Albares
José María Ridao envía una carta al ministro en la que renuncia al puesto al que llegó en julio de 2021
José María Ridao (i) y José Manuel Albares (d). | Ilustración de Alejandra Svriz
El embajador español en India, José María Ridao, ha enviado hace unos días una carta al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la que pide ser relevado de su puesto apenas dos años después de su llegada a Nueva Delhi, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
El jefe de la diplomacia ya tiene previsto a su sustituto: Javier Salido, actual director general para América del Norte, Europa Oriental, Asia y Pacífico, cuya esposa es de nacionalidad india. Este diario se puso en contacto con el todavía embajador español en Nueva Delhi para confirmar su carta de renuncia, pero declinó hacer comentarios. Desde la Oficina de Información Diplomática (OID) admiten la existencia de la carta, si bien niegan choques entre el ministro y Ridao ya que este último le ha expresado su «agradecimiento, apoyo y amistad» en un reciente mensaje. También precisan que el relevo del embajador aún tardará unos meses pues el plácet de su sustituto aún no se ha enviado.
Ridao es considerado un diplomático afín al PSOE y durante varios años desempeñó el cargo de adjunto al director en El País, hasta que a principios de 2021 pidió su reingreso en la carrera diplomática. Desde julio de ese año estaba destinado en Nueva Delhi, coincidiendo con la llegada de Albares al ministerio. Licenciado en Derecho y Filología Árabe, es muy conocido en Marruecos por su amistad con el fallecido escritor Juan Goytisolo, a quien visitaba a menudo en Marrakech. El premio Cervantes le nombró su albacea testamentario por este motivo.
El nombre de Ridao ha sonado en los últimos años como sustituto del actual jefe de misión en Rabat, Ricardo Díez-Hochleitner, quien lleva ocho años y medio en la capital del Reino alauí, pero Albares no le tiene en su terna de candidatos para ese delicado puesto, tal y como adelantó este diario el pasado sábado.
En la citada misiva, Ridao enumera al ministro varios logros de su mandato en Nueva Delhi, según las citadas fuentes. En primer lugar, la renovación de los edificios de la embajada y la sección consular, así como la compra de nuevos vehículos oficiales. También recuerda la apertura de un consulado honorario en la localidad de Bangalore y el acuerdo en noviembre con la empresa india BLS para albergar unas nuevas oficinas en la capital, en las que se ha agilizado la expedición de visados a un solo día de espera en la mayoría de los casos.
Tras ello, menciona varios desencuentros con el jefe de la diplomacia, al que reprocha su poca atención con el gigante asiático. El ministro ha tenido dos visitas fugaces a Nueva Delhi, de «muy corta duración» en opinión de las fuentes diplomáticas. Además, a finales de noviembre hubo un incidente diplomático con las autoridades de este país al cancelarse «en el último minuto» la visita prevista de su número dos, Ángeles Moreno, para presidir el tercer foro del Consejo España-India.
Esa decisión del Ministerio de Asuntos Exteriores dejó en muy mal lugar a Ridao ante las autoridades indias. «Fue una cancelación muy contraproducente», advierten las fuentes diplomáticas. Especialmente porque el departamento de Albares llevaba casi dos meses, sobre todo desde el 9 de octubre, pidiendo a Nueva Delhi que se activasen las consultas políticas a nivel bilateral.
En el entorno de Ridao también subrayan que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mencionó hasta cinco veces a India en su discurso de hace un año ante los embajadores españoles acreditados en el extranjero, mientras que Albares omitió toda referencia al gigante asiático en su intervención en dicha conferencia anual.
El nombramiento de Ridao para Nueva Delhi hace dos años ya provocó un profundo malestar en este último, pese a que Albares y él están en sintonía con el PSOE. «Ha habido hostilidades desde el principio. El ministro ha tenido una relación de miedo con Ridao desde que este último pidió su reingreso a la carrera diplomática», resumen las fuentes consultadas por este diario.
El exadjunto al director de El País pidió que se le colocase en un consulado próximo a España por cuestiones familiares, a ser posible en el Magreb gracias a su experiencia en la región y el hecho de ser uno de los poquísimos diplomáticos españoles que habla el idioma árabe de forma fluida. Sin embargo, Arancha González Laya inició los trámites para enviarle a India, un país sin ningún arraigo ni atractivo para él.
Durante la tramitación del plácet ante las autoridades indias se produjo el cambio de ministro por la crisis con Marruecos. Tras tomar posesión, Albares desoyó las presiones de miembros del PSOE para dar marcha atrás al nombramiento y pidió a su número dos, la citada Ángeles Moreno, que presionase a Nueva Delhi para que acelerasen la luz verde de la autorización y así poder presentar su elección ante Ferraz como «un hecho consumado».
En marzo amenazó con dimitir
Una vez instalado en Nueva Delhi, en marzo de este año amenazó con dimitir si la Intervención General de la Administración del Estado eliminaba las ayudas a los salarios más bajos en embajadas. Ese malestar quedó plasmado en un artículo publicado en el diario de Prisa el pasado 13 de agosto, bajo el título Noticias del más allá, que no sentó bien en el equipo de Albares, y en el que el también escritor se quejó de «la penuria de recursos y el laberinto procedimental que deben administrar cada día embajadores, cónsules generales y funcionarios de diferentes niveles».
Ridao no ha pedido ahora ningún destino en concreto. Volverá a Madrid cuando el Consejo de Ministros apruebe su cese y esperará a que Albares o el subsecretario, Luis Cuesta, le comuniquen su nuevo puesto. Lo que sí que tiene claro, según subrayan fuentes de su entorno, es seguir dentro de la carrera diplomática, por lo que descarta la opción de solicitar una nueva excedencia.
