Robles pone al frente de su gabinete técnico a un militar heredado de la etapa del PP
La ministra elige al vicealmirante Antonino Cordero, quien lleva desde 2016 con los sucesivos subsecretarios
La ministra de Defensa, Margarita Robles, colocará al frente de su gabinete técnico al vicealmirante Antonino Cordero, quien desde septiembre de 2016 ha desempeñado dicha función con los sucesivos subsecretarios que han tenido los tres últimos ministros –Pedro Morenés, María Dolores de Cospedal y la citada Robles-, según fuentes militares consultadas por THE OBJECTIVE.
Al llegar al ministerio, los titulares de Defensa suelen formar un gabinete, dirigido por civil, y un gabinete técnico, con un militar al frente. Así quedó reflejado en el último real decreto de 2020 en el que se desarrolló la estructura orgánica básica del ministerio. La principal función de los directores de Gabinete y sus respectivos equipos es asesorar al ministro de turno en la toma de decisiones.
Robles tiene previsto llevar el nombramiento de Cordero al Consejo de Ministros del martes. Este último ya está ejerciendo como tal, de forma oficiosa, desde la salida hace dos semanas del jefe de Gabinete técnico, el general de división del Ejército del Aire Pablo Guillén, quien fue colocado al frente de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, el segundo puesto en importancia dentro del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden).
El movimiento de piezas causó sorpresa en círculos castrenses, según desveló THE OBJECTIVE, ya que Guillén era uno de los favoritos para convertirse en el próximo jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (Jema) en sustitución del teniente general Javier Salto, quien lleva casi siete años en el puesto.
Los últimos tres jefes de Gabinete técnicos -el citado Salto junto con los generales Miguel Ángel Villarroya y Amador Enseñat– ascendieron luego a la cúpula militar desde ese puesto tan sensible dentro del Ministerio de Defensa, por lo que con Guillén se rompió la tendencia de los últimos años.
Cordero es el último militar que ha sobrevivido en la alta dirección del ministerio desde la etapa de Morenés. En marzo iba a pasar a la reserva, por lo que sus compañeros en Defensa consideran que su paso al Gabinete de Robles se trata de un «premio» a su larga trayectoria a las órdenes de los últimos subsecretarios, tanto del PP como del PSOE.
La ministra le ascenderá ahora a almirante y, en principio, estará a su lado hasta junio de 2025, cuando llegará a la edad de jubilación para los altos mandos -que es a los 65 años-, si bien Robles no mira el DNI si está contenta con el trabajo de sus más estrechos colaboradores. Hace un año, por ejemplo, modificó el organigrama del ministerio para que el director general de Política de Defensa (Digenpol), el teniente general Fernando José López del Pozo, pudiera seguir en el cargo más allá de la edad de retiro.
El puesto de Digenpol siempre se había reservado para funcionarios porque estaba bajo el paraguas de la ley de Régimen Jurídico del Sector Público, pero desde ese momento quedó abierto a personas del ámbito privado -con el visto bueno del Ministerio de Hacienda- gracias a esta modificación ad hominem que llevó a cabo Robles de tapadillo, pues lo hizo dentro de un real decreto para el desarrollo del nuevo Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Gracias a este atajo, mantuvo a este teniente general a su lado.
En los últimos días se ha especulado en Defensa con la posibilidad de que Robles fusionase ambos gabinetes y se quedase únicamente con Cordero. El último responsable es prescindir del civil fue Morenés en 2014, quien solo tuvo al almirante Javier Pery como jefe de Gabinete técnico.
El hecho de que Robles no nombrase a un sustituto el mismo día de la salida Guillén llevó a algunos altos cargos de la dirección del ministerio a sospechar que la ministra pretendía unir ambos gabinetes y prescindir de su jefe del Gabinete, el sociólogo Juan José García de la Cruz, quien en noviembre cumplió dos años en el cargo. Pero las citadas fuentes subrayan que no está en mente de la titular de Defensa dar ese paso.
García de la Cruz fue letrado jefe de la Sección de Estudios Sociológicos y Estadísticos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) entre 2003 y 2013. Allí coincidió con Robles, quien fue vocal del órgano de los jueces entre 2008 y 2013. Cuando ella entró en el Ministerio de Defensa, se llevó al primero como asesor político y tres años después, le ascendió a jefe de Gabinete.