El 'caso Koldo' frustra un pacto entre Sánchez y Ábalos para colocarle de eurodiputado
Moncloa y Ferraz intentar aislar y encapsular a Ábalos para forzarle a dimitir. Hay temor a que se atrinchere en el escaño
Fue una sorpresa para muchos cuando, hace tres semanas, los dos candidatos alternativos a Diana Morant a las primarias del PSPV se retiraron en un inesperado movimiento. Muchos se preguntaron entonces cuál habría sido el precio de tan repentino paso atrás, que permitía allanar el camino a la ministra de Ciencia y candidata de Pedro Sánchez para la Comunidad Valenciana. Detrás de ése movimiento estaba José Luis Ábalos, factótum valenciano que promovía en la sombra la candidatura del secretario provincial de Alicante del PSPV, Alejandro Soler. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la contrapartida a la retirada de esa candidatura fue un pacto para buscarle cobijo y acomodo al propio Ábalos en las listas al Parlamento Europeo, cuya remuneración económica casi duplica la asignación parlamentaria del Congreso de los Diputados.
Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que «todo se gestó desde Ferraz», y que fue el propio el secretario de Organización, Santos Cerdán, quien, en nombre del secretario general y presidente del Gobierno negoció con los aspirantes a liderar el PSPV para frustrar unas primarias abiertas y encumbrar a Diana Morant. Es decir, fue Cerdán quien cerró el acuerdo con Ábalos para que el exministro se integrara en las listas del PSOE a las elecciones europeas a cambio de retirar la candidatura del contrincante de Morant, porque desde la caída del exministro de Transportes en julio de 2021 «Sánchez y Ábalos no hablan directa y personalmente» sino a través de personas interpuestas.
Sánchez ordena aislar a Ábalos
Sin embargo, las fuentes consultadas por este periódico aseguran que «el pacto se ha roto» y «evidentemente, José Luis Ábalos no será candidato a las europeas». Pedro Sánchez ha dado la orden de aislar a José Luis Ábalos y «encapsular» sus responsablidades, como este viernes evidenciaron las voces mas autorizadas del PSOE y del Gobierno. La vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, invitó al exministro a renunciar a su acta de diputado en el Congreso. «Yo sé lo que haría», dijo la también vicepresidenta primera del Ejecutivo al ser preguntada si debería dimitir de la presidencia de la Comisión de Interior del Congreso y abandonar el escaño.
Un gesto más que elocuente: la persona de mayor poder en el Gobierno y el PSOE, la de máxima confianza de Sánchez, empujando a Ábalos a la puerta de salida para rematar la operación que quedó a medias en julio de 2021 por las sospechosas relaciones que el entonces ministro de Transportes mantenía con Koldo García Izaguirre y determinados empresarios, como publicó en exclusiva THE OBJECTIVE.
Moncloa y Ferraz buscan ahora un control de daños, pero lo hacen «a ciegas». Como relatan múltiples dirigentes socialistas a este diario, «nadie sabe el alcance de la trama ni dónde poner el cortafuegos». Lo que preocupa en la cúpula del Gobierno y el partido es que «nadie sabe hasta dónde puede llegar esta trama, ni siquiera el presidente. Esto está fuera de control». Muy elocuentes también fueron las palabras con las que inició su reflexión sobre las responsabilidades del ex número tres del PSOE: «Parece que no hay ningún tipo de reproche penal o de delito hacia el señor Ábalos, y por tanto, le corresponde a él tomar cualquier decisión». ‘Parece’ es la palabra clave. Porque en el PSOE no hay certezas sino dudas, y sobre todo, sospechas.
«Ábalos necesita estar aforado»
La decisión está tomada y pasa por dejar caer definitivamente a José Luis Ábalos, como evidencia la estrategia coordinada de personas de la máxima confianza de Pedro Sánchez abriendo la veda a señalarle el camino de salida. Tras Montero, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se sumó a la pressing contra Ábalos para entregar el acta: «No me corresponde a mí decirlo. Cada uno tiene que saber lo que tiene que hacer en cada momento», sobre todo cuando «se trata de las actuaciones judiciales», dijo en RNE. Hasta el líder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, se sumó ayer a las peticiones veladas de dimisión. Al ser preguntado en Cuatro, Lobato respondió afirmativamente a la pregunta de si debería de dimitir: «Sí, bueno, ya lo ha dicho Maria Jesús Montero… Habiendo tomado la decisión de nombrar a este personaje que nos tiene indignados a todo el PSOE, yo creo que es imposible sostener la posición».
El Gobierno presiona a Ábalos para que abandone de forma voluntaria sin tener la seguridad de que la estrategia surtirá efecto. Fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE auguran que «Ábalos no se irá porque necesita ser aforado y estar cubierto ante una posible investigación judicial». Todos los sectores del partido consultados relatan el «estado de nervios» en el que se ha sumido el PSOE en general y Ferraz en particular, recordando las informaciones exclusivas publicadas por esta casa en relación a las facturas que Koldo presentaba en la quinta planta de la sede del PSOE, la relativa a la Organización del partido, con las hojas de gastos del ex número tres del PSOE que hicieron saltar las alarmas en el cuartel general socialista.