Montero se impone a Cerdán tras vetar a su candidato para Mercasa y mostrar su debilidad
El ministro Planas había pactado el nombramiento del candidato de Cerdán, José luis Ramos, que fue revocado
Santos Cerdán, Teresa Ribera y María Jesús Montero.
Desde que estalló el caso Koldo, son muchas las voces en el PSOE que deslizan que el secretario de Organización, Santos Cerdán, «está amortizado», incluso cuestionado por haber sido él quien trajo de Navarra al exasesor del ministro de Transportes y se lo recomendó a José Luis Ábalos. Los más contrarios al número tres del PSOE hablan de un distanciamiento con el secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, e incluso se aventuran a señalarle como «el siguiente cortafuegos», la pieza que podría caer tras las elecciones europeas del 9 de junio para contener el golpe de un más que previsible «descalabro». Las palabras se las lleva el viento, pero una prueba tangible de esta erosión de su poder se ha producido esta semana en los recientes nombramientos.
El pasado miércoles, el ex diputado nacional del PSOE por Huelva, José Luis Ramos mandó un audio a un grupo de WhatsApp de dirigentes socialistas de la provincia, desvelando lo que aparecería inmediatamente en todos los titulares de la prensa local y autonómica. En un audio de cuatro minutos al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el exparlamentario denunciaba haber sido «vetado» por el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, y la secretaria provincial, Maru Limón, ambos senadores, para el cargo de presidente de Mercasa.
En el documento enviado a sus compañeros onubenses, Ramos explica que, tras abandonar el Congreso hace seis meses, el Gobierno le llamó «hace un mes» para ofrecerle presidir la empresa pública Mercasa. «Me llaman porque habían pensado que podía aportar dentro de un cargo importante ligado al sector agroalimentario al que conozco tan bien. Hemos estado trabajado estas semanas para pasar todos los filtros que me pedían». Y después de estas cuatro semanas, ya estaba «prácticamente cerrado». «Yo despaché con el ministro Planas durante más de 40 minutos, con la presidenta de la SEPI, y con el abogado del estado, el letrado del Consejo».
Dispara contra Espadas
Pero hace unos días el nombramiento saltó por los aires por el veto del líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, a juicio del exdiputado por Huelva. «No ha sido suficiente porque desgraciadamente hay otras personas que han entendido que yo no soy el adecuado para ocupar ese puesto. Ha sido el secretario general Juan Espadas, el que ha vetado, digo, vetado, este nombramiento. Eso es lo que más me entristece porque después, cuando enarbolamos la bandera de que Huelva carece de representación y cargos de responsabilidad, nos encontramos con esto. Tendrán que dar explicaciones los dos secretarios generales a los andaluces, porque yo sí las voy a dar. Que han vetado que un socialista, un andaluz, un onubense, para que ocupe un cargo que era bueno para nuestra tierra».
Según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, Ramos no sólo había hablado con el ministro del ramo, el titular de Agricultura, Luis Planas, sino que contaba también con el plácet del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y su número dos, el jienense, Juanfran Serrano. No en vano, es amigo personal de Rafi Crespín, ex secretaria general del grupo en el Congreso y mano derecha de Cerdán. Hasta ahora, el número tres del PSOE ha tenido «manga ancha» para hacer nombramientos «en todas las federaciones, en todos los ministerios y en el PSOE». De hecho, así ocurrió en la última convención del PSOE en La Coruña, donde se eligió a la portavoz de la Ejecutiva, Esther Peña, de la cantera de la federación de Castilla y León, donde Cerdán controla el territorio y de donde proceden todos sus subordinados en Ferraz y el Congreso (Manuel Arribas, Alfonso Javier Cendón, Javier Izquierdo…).
Pero esto, al parecer, «ha cambiado». Las fuentes consultadas explican que fue la víspera de la publicación de este audio, precisamente el martes en la sesión de control del Senado, cuando la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, despachó con Espadas y Limón en los pasillos de la cámara alta. La intención de Montero no era revocar la negociación y la decisión tomada, pero la insistencia de los dos secretarios generales fue tal que la vicesecretaria general decidió dar marcha atrás al candidato de Santos Cerdán y buscar una alternativa. Sin dar tiempo de reacción, el candidato se conoció a primera hora de este viernes: el exministro de Sanidad, José Miñones, tras nuevas conversaciones exprés con la SEPI y con el Ministerio de Agricultura.
La «debilidad de Cerdán»
Fuentes socialistas dan cuenta del «enorme cabreo de Planas» y de la evidencia palmaria de la «debilidad de Cerdán» que «por primera vez no ha conseguido imponer a su candidato». Un hecho relevante en clave interna porque quien ha forzado a la número dos del PSOE a dar marcha atrás ha sido Juan Espadas, hasta ahora alineado con Ferraz para conseguir mantener su menoscabado liderazgo en Andalucía. Fuentes regionales vienen insistiendo en que Espadas es un ‘muerto viviente’ y que tiene «en llamadas a la federación andaluza». Pero este movimiento le cuestiona aún más porque, según fuentes del socialismo andaluz, «A ver cómo explica que le den el puesto a un gallego y lo pierda un andaluz, cuando en Andalucía el sector agroalimentario es muy fuerte».
A ello se le suman los incendios provinciales de los últimos días. En Torremolinos (Málaga), ha salido adelante una moción de censura que ha tumbado al secretario general del PSOE; y en Jerez, dimitió el viernes la mitad de la Ejecutiva del PSOE para imponer una gestora en la ciudad, la segunda más poblada de la provincia de Cádiz. «Nuestra tierra está fatal», «nos crecen los enanos», denuncian desde el apesadumbrado socialismo andaluz, donde resuenan las palabras del vetado José Luis Ramos: «Si el futuro del partido es pasar facturas y cortar cabezas, creo que no podemos aguantar ni un minuto más. Estoy seguro de que esta batalla la vamos a ganar. Esto acaba de empezar».
