El PP favorecerá un Gobierno del PNV en solitario para forzar una ruptura con el PSOE
Los populares están dispuestos a apoyar medidas económicas para acercar a los nacionalistas a posiciones moderadas
El presidente del PP del País Vasco, Javier de Andrés.
El Partido Popular afronta las elecciones en el País Vasco con la esperanza de que la suma de PNV y PSOE no alcance los 38 escaños que dan la mayoría absoluta. A día de hoy, el PNV cuenta con 31 diputados y el PSOE con diez. Las últimas encuestas marcan que los nacionalistas vascos podrían bajar a 28 y el PSOE a diez u 11 . Esto indica que perder un escaño cada una los deja en minoría y, en ese caso, los populares, según fuentes de esta formación política consultadas por THE OBJECTIVE, estarían dispuestos a facilitar un gobierno en solitario del PNV para acercarlo a «posiciones moderadas».
El hipotético escenario que barajan en el PP es que «habrá que ver si el PNV y el PSOE siguen gobernando juntos. En este momento, el PNV necesita al PSOE, pero desde el domingo, si gana el PNV, el sistema electoral vasco hace que la investidura sea a síes, y solo una coalición de Bildu y PSOE lo desbancaría. Si eso pasa, que no puede pasar porque entonces el PNV echaría a Sánchez de Moncloa, gobernaría Imanol Pradales con el PSOE o en solitario. Con que no haya un candidato alternativo con más votos, y solo lo habría si el de Bildu tiene los apoyos del PSOE, ya estaría». En el PP dejan en el aire la pregunta de si «el PNV querrá contar con el PSOE como hasta ahora o gobernar en solitario».
Los populares valoran que «si no hay una coalición estable y gobierna el PNV en minoría, cada votación de cada decreto de ley lo tendría que pactar con los grupos. Si esa coalición no se reedita, habrá que ver». En el PP admiten que «todo habrá que verlo. Lo que está claro es que el PNV va a bajar porque su apoyo a Sánchez le penaliza, Bildu va a subir y el PSOE estará en una situación similar a hace cuatro años, pero nunca 12 ni ocho».
En el PP, que ahora tiene seis escaños (cuatro del PP y dos de Ciudadanos con los que fueron en coalición), su objetivo es mantener todos y arañar alguno más. Por su parte, Vox «busca sobrevivir» en Álava, la tierra de Abascal, según fuentes de la dirección nacional. En este sentido, los populares han rebajado las expectativas con las que iniciaron la campaña electoral de intentar conseguir tres diputados más, uno por cada provincia: «El PP está en la búsqueda de que los dos diputados de Ciudadanos se queden con nosotros y crecer uno más. No tenemos capacidad de hacer mucho más. De cuatro a siete sería un éxito, si fueran ocho una proeza, y si fueran seis es conseguir que todo el voto de Ciudadanos se concentre en nuestra marca».
Estas fuentes apuntan a que el apoyo se puede concretar en «la investidura o en políticas concretas. Un gobierno sin mayoría absoluta tiene que sacar adelante cada votación y nosotros tenemos capacidad de decisión». Un ámbito en el que pueden ser determinante es en el económico, «si el PP es capaz de conseguir que la aritmética nos dé para elegir partidas económicas e industrial con el PNV, arrastraríamos estas políticas a un planteamiento de moderación que es complicado que puedan llevar con el PSOE, que solo gobierna con Sumar».
Los populares no ofrecerían sus votos «a cambio de nada. El PP puede hacer que el PNV sea de nuevo un partido de centro derecha, que ahora mismo no lo es. Está dentro del bloque progresista de izquierdas y apuntala un Gobierno en el que es vicepresidenta Yolanda Díaz. El PNV fue un partido de centroderecha, en algún momento, y nosotros queremos devolverle a Euskadi el concepto de tener un Gobierno de centroderecha».
Uno de los obstáculos para que este escenario no sea una realidad es Vox. Estas fuentes señalan que «el voto a Vox nos va a penalizar y podemos perder un escaño e incluso dos: uno en Vizcaya y otro en Álava. Si Vox no existiera como partido político, el PP tendría entre ocho y nueve escaños y con este resultado decide el Gobierno vasco. El PSOE lo va a decidir con diez».
Sobre el desarrollo de la campaña, el PP cree que «la polarización de la campaña y el hecho de que haya habido gente que quiera proteger a Euskadi de un gobierno de Bildu votando al PNV nos puede haber penalizado algo».
