Indignación en el PP por los errores en el interrogatorio a Koldo en el Senado: «Salió vivo»
Los ‘populares’ creen que la estrategia fue «equivocada» y «no se presionó lo suficiente» al asesor de Ábalos
Koldo García, asesor de Ábalos, durante su comparecencia en el Senado. | EP
Al PP se le «escapó vivo» Koldo García, exasesor del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y cabecilla de la presunta trama de cobro de comisiones en la venta de mascarillas, de la comparecencia en la Comisión de Investigación en el Senado. Esta es la interpretación que hacen fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE, de la primera sesión de una comisión impulsada por el Grupo Popular y que ha llenado de «indignación y sorpresa» a miembros de esta formación política. Esta pésima sensación de la jornada de mañana de este lunes se compensó con la sesión de tarde en la que otro senador del PP, Alejo López Miranda, sí que consiguió acorralar a Víctor Francos, exjefe de gabinete de Salvador Illa, «que consiguió sacarle que el ministro le pidió que atendiera a Koldo».
Todas las miradas de los populares apuntan al portavoz en esta comisión durante el interrogatorio a Koldo García, Luis Santamaría, y al presidente de la citada comisión, Eloy Suárez, por haber permitido que el asesor de Ábalos saliera victorioso de su comparecencia, sin haberlo cercado con sus preguntas. Incluso el presidente de la comisión permitió que el «alegato final» de la comparecencia lo hiciera el propio Koldo para desesperación de algunos miembros de la comisión. Santamaría y Suárez, a pesar de ser del mismo partido, llegaron a protagonizar un cruce de palabras entre ellos.
«Nos quedamos todos muy sorprendidos porque nos ganó Koldo la partida. No fue porque no lo llevara bien preparado, sino que la estrategia fue equivocada», señalan estas fuentes, que admiten que al finalizar la comisión transmitieron al portavoz su malestar por una intervención que no provocó los efectos deseados de forzar la «visceralidad» de Koldo, que hubiera entrado a contestar, como sí hizo con otros intervinientes. «Se le podrían haber preguntado cosas para saltar al minuto. No sabemos qué pasó porque Luis es bastante ácido. Está claro que se equivocó», insisten. Santamaría se limitó a leer un papel que llevaba escrito sin forzar a Koldo en ningún momento.
Algunos cargos del Partido Popular apuntan como causa del error a que «habían valorado también que no iba a declarar y se confió en eso. No se presionó lo suficiente para que saltase y se escapó vivo, pero tampoco queremos crucificar a Luis porque haya fallado en esta comparecencia». En este sentido, no se descarta que en próximos interrogatorios se cambie el portavoz o la estrategia que se utilizó con Koldo.
Los populares afean también la actitud que tuvo el presidente de la comisión, Eloy Suárez, del PP, enfrentándose con su portavoz en un momento dado: «No le dejó cerrar, ni repreguntarle, el último alegato fue de Koldo. Todos salimos rebotados y se lo dijimos».
La equivocación de Luis Santamaría la compensó Alejo López Miranda con una intervención mucho más incisiva en el caso de Víctor Francos, exjefe de gabinete del exministro de Sanidad Salvador Illa: «Fue una pasada porque esto sí que fue un interrogatorio. Consiguió sacarle algo que era clave: ¿cuándo le llamo Koldo para visitarle y cómo se presentó? Lo hizo muy bien y finalmente, dijo que había sido el ministro Salvador Illa quien le dijo que le atendiera. Koldo fue tres veces a venderle productos y a la tercera volvieron a quedar, cuando ya estaba cesado, porque le iba a vender un software para farmacia».
La estrategia del PP no solo sorprendió a los senadores de este grupo parlamentario, sino a los de otras formaciones políticas, según los testimonios recogidos por este periódico: «Se equivocaron totalmente por cómo prepararon la comparecencia. No eran unas preguntas, sino un discurso, y ya está. Dieron por sentado que no iba a responder, leyeron una intervención deprisa y corriendo. Koldo contestó, y el presidente le dejó, pero el PP se enfadó porque no eran respuestas y le dejó cerrar. Fue una cosa rarísima y ellos mismos se quedaron extrañados».
