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Política

Los 'trackings' del PSC disparan a Illa a los 42-44 escaños y dan empate técnico a Junts-ERC

Moncloa y Ferraz auguran optimismo con unos resultados que permitirían «una posibilidad real» de gobernar

Los ‘trackings’ del PSC disparan a Illa a los 42-44 escaños y dan empate técnico a Junts-ERC

El candidato del PSC, Salvador Illa, en un acto de campaña. | Agencias

A cuatro días de que se cierre la campaña electoral, los socialistas confían en que no haya grandes movimientos de aquí a la cita con las urnas y se mantenga la última entrega de los trackings que han llegado a la sala de máquinas de Ferraz. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, los datos de esas encuestas internas que analizaron este lunes en Moncloa y Ferraz disparan al candidato del PSC, Salvador Illa, hasta los 42-44 escaños, seguido a bastante distancia de la segunda y tercera fuerza, Junts y ERC, que pugnan por la hegemonía territorial en un empate técnico, con los neoconvergentes en cabeza. Se trata del resultado más elevado que ha logrado el primer secretario del PSC en sus sondeos propios.

A principios de 2024, justo antes de que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, anunciara el adelanto electoral para el 12-M, Illa experimentó un primer crecimiento en en los trackings internos por encima de los 40 escaños, aunque entonces el PSC trabajaba con el escenario de un anticipo de las elecciones catalanas más tardío, para finales del 2024. La debacle de las gallegas y el estallido del caso Koldo hizo mella en los augurios demoscópicos socialistas, no sólo a escala autonómica sino nacional, evidenciando un coste para la marca nacional. Pero la jugada táctica de Pedro Sánchez sobre su amago de dimisión «ha disparado la proyección de voto», según las fuentes socialistas consultadas, dando lugar a una hipermovilización de la militancia socialista, una activación del votante progresista y una reactivación de todas las plataformas internas que se encuentran al máximo rendimiento.

De hecho, los datos de estos estudios cuantitativos comenzaron a llegar a los pocos días de que el miércoles Sánchez anunciara sus cinco días de parón de actividad. Pero el primer síntoma de que el movimiento era «real» para Ferraz se detectó el primer fin de semana, el de su reaparición tras su reflexión interna: «Fue brutal» en términos de participación de la militancia, según fuentes la dirección federal.

Empate técnico Junts-ERC

Y esa implicación de las bases progresistas podría ser clave en las próximas horas de cara a arañar los últimos escaños. Los sondeos propios socialistas niegan que Junts tenga posibilidades reales de disputar la primera plaza al PSC y difieren también de la amplia ventaja que Carlos Puigdemont tiene sobre Pere Aragonès. En cambio, estos datos sitúan a Junts en segunda posición, en los 29-30 escaños frente a los 27-28 de ERC. «Les separan apenas 2-3 escaños diputados, es un empate técnico» que se ubica dentro del margen de error del 2%. La sensación en Ferraz es que «está más ajustado de los que parece y Puigdemont ya ha tocado techo, no puede subir más» del incremento que ha experimentado en las últimas semanas en que ha logrado resucitar políticamente y adelantar demoscópicamente a los republicanos, en cuyas encuestas se recoge una instantánea prácticamente idéntica a la descrita.

Con estos resultados, los socialistas se conjuran contra los cisnes negros electorales o efectos indeseados y confían en que no haya imprevistos que alteren las tendencias de voto en la recta final de la campaña electoral. «Si se confirma, serían unos resultados históricos, sería volver a lo que sacaba el PSC en tiempos de Pujol». Y, lo más importante para el PSOE: «El mensaje que mandarían las urnas en Cataluña es el de pasar página» de las turbulencias vividas en los últimos años desde el 1-O de 2017. Dicho de otra forma, enterrar el procés y consumar la política de reconciliación con opciones reales de gobernar en Cataluña tras haber superado un hito histórico desde 2012: que las fuerzas independentistas no tengan opciones de sumar en Cataluña. En palabras de la portavoz de la Ejecutiva, Esther Peña, «van a ser dos presidentes de izquierda los que llevaran a Cataluña por la senda del crecimiento y la cotidianidad» para poner el eje en la gestión de las listas de espera en la sanidad y la educación. «La ciudadanía catalana está cansada de cantos de sirena».

Acortar la dualidad de voto

Lo único que podría frustrar estos buenos presagios sería una baja participación. En Ferraz, confían en que la tensión electoral se mantendrá hasta el próximo domingo e incluso esperan que se pudiera incrementar aún más la participación de aquí al 12-M. En el blanco de su diana electoral, se sitúa el área metropolitana de Barcelona, donde cerca de 300.000 votantes podrían granjearles a los socialistas entre dos y tres diputados más. De hecho, la estrategia del PSOE para arañar votos es recortar la tradicional dualidad de voto entre elecciones autonómicas y las generales en esta comunidad autónoma. El objetivo de Ferraz es acercarse al resultado del 23-J, donde el PSOE obtuvo 1.221.335 votantes (34,47%), frente a los 531.657 (25,05%) que les votaron el 14-F, si bien la diferentes naturaleza de ambos comicios concitan una diferencia de más de diez puntos de participación. Y ése es precisamente el eje de la campaña: «Hay que atraer a los que nos votaron en generales».

Y eso pone el foco en Barcelona, la provincia más poblada, la que reparte más escaños y donde más fuerte es el PSC frente al independentismo, distribuido en las otras provincias, donde las cartas están prácticamente repartidas. Las dos incógnitas estarán por tanto en los sorpassos en los dos escalones del electorado. Primero, entre la segunda y la tercera fuerza, entre Junts y ERC; y segundo, en un tercer nivel en la pugna entre la derecha del PP y Vox. El PSOE descuenta el adelantamiento de Puigdemont a Aragonès, pero rebaja su potencia electoral porque ya ha alcanzado su punto álgido: «Junts está fuerte en Girona y Lleida pero ya no puede sacar más de ERC», y Alianza Catalana le ha arañado una parte de su votante. Tampoco hay dudas en Ferraz de que el PP adelantará a Vox pero también a una distancia menor de la esperada: «Los populares están por delante pero levemente porque Vox también está fuerte», explican los socialistas.

Un escenario que analizaron este lunes en Moncloa y Ferraz con notable optimismo porque estos resultados arrojan «una posibilidad real» de que Illa gobierne en Cataluña. Se entiende que un resultado por encima de 40 escaños supone un salto cualitativo ante el que las fuerzas independentistas tendrán que hacer una reflexión. Y de ahí, el aviso a navegantes que lanzó la portavoz de la dirección federal desde Ferraz: «El futuro del gobierno de Cataluña lo decidirán los catalanes en las urnas y el futuros acuerdos los decidirá el señor Illa. Son los partidos catalanes los que tienen que decidir si apoyarán al PSC o van a bloquear». Bloqueo o avance. Una disyuntiva que proyecta el PSOE desde la convicción de que «el próximo presidente se llama Salvador Illa. No barajamos ningún otro escenario. Cataluña ya ha pasado página de que los servicios públicos de los catalanes estuvieran en un segundo plano. Aunque no vamos a caer en los mismos errores que el señor Feijóo con la demoscopia. No nos hemos puesto a repartir consejerías», sonrió Puente en referencia a las expectativas del PP el pasado 23-J en relación a las encuestas.  

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