Sánchez elige un pleno a su medida para explicar por primera vez el 'trabajo' de su mujer
Los ‘populares’ creen que Junts o ERC podrían haber apoyado su petición de comparecencia en el Congreso
Begoña Gómez con el CEO de Globalia, Javier Hidalgo.
El Partido Popular estaba convencido hace una semana de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecería a petición propia en el Congreso de los Diputados para explicar los negocios de su mujer, Begoña Gómez. Además, sostenían que lo anunciaría después de las elecciones catalanas, una vez que se conocieran los resultados. La explicación es sencilla, los socios de investidura Junts y ERC podrían apoyar la petición, o abstenerse. Una previsión que se cumplió este martes, cuando el Grupo Socialista anunció que la citada comparecencia se realizará el día 22, aunque diluida en una comparecencia global sobre los últimos consejos europeos, Palestina y Gibraltar.
Sánchez ha estado evitando dar explicaciones sobre los negocios de su mujer desde que aparecieron varias informaciones relacionando a Begoña Gómez con el rescate a Air Europa y la empresa Globalia, así como su presunta intermediación en la concesión de ayudas a empresas con las que mantenía vínculos profesionales. El presidente del Gobierno emprendió una batalla feroz con lo que ha calificado como «bulos» que, a su juicio, forman parte de la «máquina del fango» puesta en marcha por los medios de comunicación, a los que ha denominado «pseudomedios».
Esta huida se ha encontrado con el muro del Partido Popular que el pasado día 7, después de anunciar Pedro Sánchez que no dimitiría tras cinco días de reflexión, registró esta petición de comparecencia. El objetivo era reforzar el control parlamentario del Gobierno de Sánchez «para proteger la democracia plena con contrapesos y con límites, con prensa libre, con justicia independiente y con una oposición que fiscalice al Ejecutivo, por supuesto», según aseguró el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
La petición fue calificada por la Mesa del Congreso y este martes llegó a la Junta de Portavoces. El peligro para los socialistas era que algunos de los socios de investidura, como Junts o ERC se alinearan con el PP y los dejaran solos en su blindaje a Sánchez. Los populares sostenían que cabía la posibilidad de que quisieran infringir un «castigo» al presidente de cara a una negociación futura para la gobernabilidad en Cataluña. Finalmente, el Grupo Socialista ha decidido respaldar esta comparecencia pero diluida con otros temas.
Este paso dado por el Gobierno y Pedro Sánchez mantiene vigilante al Partido Popular que se muestra muy crítico por esta fórmula de «comparecencia para todo» utilizada por el presidente que, a su juicio, «trata de escapar» de una comparecencia única para hablar de la polémica que rodea a su mujer. A los populares les preocupa que su grupo parlamentario solo tendrá un turno de quince minutos y posterior réplica para contrarrestar la versión del presidente. Por el contrario, Sánchez no tiene límite de tiempo.
Aunque es un hándicap importante para poder confrontar con Sánchez sobre la actividad profesional de Begoña Gómez, desde el Partido Popular se asegura que «lo que deje de contar ese día tendrá que contarlo en el Senado». En clara alusión a la intención de los populares de seguir con su decisión de citar al presidente del Gobierno en el Senado, donde tienen mayoría absoluta, a una comparecencia en exclusiva sobre esta cuestión.
Las decisión del PSOE de apoyar esta comparecencia se produce después de que el Grupo Popular hubiera manifestado su intención de iniciar una ronda de contactos con las otras formaciones políticas del Congreso para recabar apoyos y conseguir que su petición fuera aprobada por la mayoría de la Junta de Portavoces. El PP tenía como objetivo forzar la división entre los socios de investidura de Sánchez, conscientes de que iba a ser difícil justificar que no quieren una explicación sobre las sospechas hacia las presuntas actividades de la mujer del presidente.
