Una nueva plataforma del 'espacio CiU' apoyará al PNV en las elecciones europeas
El expresidente del PDeCAT se une a la lista de los ‘jeltzales’ y apuesta por el grupo liberal europeo que expulsó a Junts
El nacionalismo de centroderecha que representaba la extinta CiU, y que posteriormente ha convivido en el PDeCAT y en algunos sectores pragmáticos de Junts per Catalunya, dará apoyo al Partido Nacionalista Vasco (PNV) en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 9 de junio. Aprovechando que los comicios comunitarios son de circunscripción única se decantan por respaldar a los jeltzales en detrimento de la candidatura de Junts que lidera Toni Comín. La nueva plataforma, Treballem per Catalunya, busca que Cataluña «recupere su papel de motor económico, de bienestar y de innovación del sur de Europa».
Esta nueva plataforma se ha adherido al manifiesto de la Coalición por una Europa Solidaria, que engloba a los nacionalismos o regionalismos de centroderecha del resto de comunidades autónomas, como son, además del PNV, Coalición Canaria, Compromiso por Galicia, Geroa Bai, El Pi-Proposta per les Illes Balears y Demòcrates Valencians. La iniciativa está liderada por el expresidente del PDeCAT David Bonvehí, quien formará parte de la candidatura del PNV el 9-J en un puesto simbólico, y el excandidato del PDeCAT a la alcaldía de Sabadell Amadeu Papiol. Y promueven su proyecto dentro de la familia liberal-demócrata europea, el grupo Renueva Europa, de donde los herederos de CiU fueron expulsados por su deriva populista.
En Treballem per Catalunya consideran que su espacio no está representando en ninguna de las candidaturas que se presentan en Cataluña. Hastiados con el plan rupturista promovido por los sucesivos gobiernos catalanes, optan por respaldar al PNV y que sus propuestas fructifiquen en Europa de la mano de sus socios vascos. Entre sus propuestas se encuentran la defensa de la oficialidad del catalán en la UE, el reconocimiento por parte de Europa de las «naciones sin Estado» y la recuperación de Cataluña como «motor económico» del «sur de Europa».
Junts no convence
Pese a que Junts per Catalunya está recuperando su tradicional identidad de centroderechas nacionalista, y que en la campaña electoral catalana han vendido moderación al abordar otros asuntos más allá de la cuestión independentista, siguen estando lejos de lo que representa el PNV en el País Vasco. Si bien Jordi Pujol, fundador de CiU, respaldó la candidatura de Carles Puigdemont en las catalanas, el hecho de que en Europa el partido esté en manos de Comín y mantenga una retórica de confrontación no genera simpatías en el seno de la Unión Europea. La victoria del PSC en las catalanas, además, también ha perjudicado el relato de Junts y ERC ante la comunidad internacional.
En la actual legislatura en el Congreso de los Diputados, Junts y PNV han acercado posturas para contrarrestar la unidad de acción entre EH Bildu y ERC, pero todavía la alianza no es lo suficientemente sólida como para presentarse en coalición al Parlamento Europeo. Y el espaldarazo de este espacio del PDeCAT a los jeltzales, en lugar de a Junts, ahonda en las tesis de que falta mucho recorrido para que ambos partidos-PNV y Junts- representen los mismos valores.
Familia liberal europea
La iniciativa se enmarca dentro del espacio de la familia liberal-demócrata, el grupo Renueva Europa, donde conviven el PNV y Ciudadanos, y del que los herederos de CiU fueron expulsados por la deriva populista al inicio del procés. El próximo 23 de mayo presentarán su plataforma en sociedad.
En el manifiesto que han rubricado, apuestan por avanzar en la integración de la Unión Europea, por la «reindustrialización del continente» y ser un «agente de paz» en pleno conflicto en Ucrania y Oriente Medio. «El mundo está sufriendo uno de los momentos más importantes de inestabilidad global desde la II Guerra Mundial, con muchos retos, desafíos e incertidumbres por afrontar. Necesitamos, más que nunca, una Europa que avance sustantivamente en el proyecto político. Que consiga saltos cualitativos en su integración europea. Y que se convierta en un verdadero actor político global del siglo XXI», concluyen.