Puigdemont recupera el azul de CiU y vende moderación por temor a un pinchazo electoral
Inquietud en Junts a que un discurso radical una el voto catalanista en torno a Illa y no sirva para frenar la abstención
Carles Puigdemont con Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball | Junts
Carles Puigdemont teme que su candidatura como presidente de la Generalitat en las elecciones catalanas del 12 de mayo no tenga el efecto esperado y no logre revertir de forma significativa la correlación de fuerzas actuales. El partido está convencido de que la candidatura de «su principal líder» logrará situarles como primera fuerza independentista, en detrimento de ERC –quien les superó en votos en los comicios del Parlament de 2021–, pero hay inquietud en que sea también un aliciente para unir en torno a la figura de Salvador Illa, candidato del PSC, todo el voto «catalanista» y «moderado» que quiere enterrar definitivamente el procés.
El ahora eurodiputado de Junts hace equilibrios para contentar a los más independentistas y demostrar que puede también liderar la nueva etapa del partido, que desde hace un tiempo aboga por recuperar «el ADN de centroderecha» que les caracterizó desde la época de la extinta Convergència. Si Puigdemont no le tiembla el pulso en alinearse con el PP en el Congreso con la trama de las mascarillas –y, de paso, poner a Illa bajo la diana por su actuación como ministro de Sanidad durante la pandemia–, también recibe en Francia a la patronal catalana y estrena en esta precampaña un discurso de «gestión» y no solo de atizar el sentimiento independentista.
Ocupar la centralidad
Este pasado viernes, además, el partido descartó seguir usando el verde turquesa en sus redes sociales y ha adoptado un «azul institucional» muy similar al que usaba la formación fundada por Jordi Pujol. De hecho, el propio Puigdemont ha usado este color desde que anunció que se presentaría a los próximos comicios. Detrás de este gesto simbólico, explican las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, hay la necesidad de demostrar que Junts puede ocupar la centralidad política.
Pese a que se suele hablar de las dos almas que cohabitan en Junts –la pragmática y la más independentista– lo cierto es que en estos comicios hay un gran consenso en que Puigdemont es el mejor candidato posible: «Nadie va a cuestionar la lista del president», señala otro dirigente de Junts, que añade que aunque muchos militantes votaron a Laura Borràs en las últimas primarias, hoy día la situación es muy diferente y nadie cuestiona que hay que volver a los orígenes en lo programático. Y Puigdemont se ha sabido mover muy bien entre estas dos corrientes a lo largo de los años, sin ocupar ya ningún cargo orgánico.
Abstención independentista
En las autonómicas de 2021, así como en las municipales y generales de 2023, se ha ido consolidando la abstención entre parte de votantes independentistas. Desde distintas plataformas y entidades del independentismo, han promovido con éxito esta opción como forma de demostrar el desencanto con los partidos tradicionales independentistas. Como informó este periódico, el pinchazo en audiencia del debate entre candidatos de TV3 para las generales anticipaban este fenómeno de abstención independentista.
Las fuentes consultadas dan por perdida una parte de este voto más radical, y por esta razón instan a diseñar una campaña que se centre en intentar arrebatar parte del voto catalanista del PSC y ERC. También Puigdemont se ha sumado a esta idea cuando se ha visto con la patronal catalana, Foment del Treball, este lunes en Francia.
En paralelo, el partido ha endurecido su discurso sobre la inmigración y busca neutralizar opciones como Aliança Catalana, con quien compite entre el votante más independentista.
