Los Comunes, dispuestos a levantar la línea roja del Hard Rock para evitar elecciones
El partido afín a Yolanda Díaz sigue barajando la opción de entrar en el gobierno del socialista Salvador Illa
Los Comunes están dispuestos a levantar el veto del Hard Rock, el parque temático en Tarragona cuya controversia dinamitó el mandato de Pere Aragonès. Oficialmente, el partido aliado de Sumar insiste en que no quiere que se edifique dicho parque temático, aunque fuentes de la formación sostienen que las posiciones reales son más matizadas. Los Comunes prefieren entrar en el gobierno del socialista Salvador Illa, pero asumen que pueden quedarse también en la oposición, más allá de ofrecer sus votos para un gobierno en minoría del socialista. Y el parque del Hard Rock ya no sería una línea roja.
Los Comunes están haciendo de todo para evitar que se repitan las elecciones en Cataluña, un desenlace que, en cambio, persigue Carles Puigdemont, según afirman fuentes consultadas en este espacio político. El pasado 12 de mayo los Comunes se han quedado con seis diputados. Han perdido dos con respecto al resultado cosechado en 2019. Así que su prioridad ahora mismo es evitar que se repitan los comicios. Temen que de ser así el voto de la izquierda se concentre más en el PSC e Illa, y volver a batir su récord negativo en años (el peor resultado de los últimos años fue el de 1999, cuando cosecharon tres escaños).
Los Comunes ya están manteniendo conversaciones con los socialistas, explican las fuentes consultadas. Sobre estas negociaciones existen sustancialmente dos versiones. Una apunta a una sustancial aversión del socialista a incluir a los de Jéssica Albiach en su Ejecutivo. Las relaciones personales jugaron un papel relevante en este ámbito, con el enfado de Illa por temas como el Hard Rock y la ampliación del aeropuerto del Prat en el trasfondo. En Madrid, en cambio, donde actúa el núcleo duro de Sumar, sostienen que las partes están más cerca de lo que se dice.
Dejar tiempo a ERC
Sea como fuere, los Comunes también intentan hablar con ERC. La formación de Albiach sostiene que hay que dejar pasar algo de tiempo para que los republicanos «digieran el resultado» del 12-M. Y que recapaciten evitando una repetición electoral. Para que esto ocurra es necesario que ERC vote a favor o se abstenga para permitir arrancar el Gobierno de Illa. Y la dificultad que detectan en el partido de Albiach y Sumar no es tanto la elección de evitar nuevos comicios, sino buscar al líder o al grupo de dirigentes encargados de tomar esta decisión.
Se trata de un matiz importante, explican los Comunes, porque obligaría a mirar de frente al sector más independentista de ERC, que puede ver con interés la propuesta de Puigdemont de un nuevo frente común con Junts. El hecho de que públicamente los Comunes se hayan abierto a renunciar a controlar consejerías para impedir una repetición electoral revela que el miedo a una repetición existe. Aunque otras fuentes, más activas en Madrid, tal y como publicó este diario, sostienen que todo se acabará reconduciendo y que Illa permitirá a los de Albiach entrar en su Ejecutivo, obteniendo el apoyo externo de ERC.
Encaje municipal
La cuestión del parque temático del Hard Rock de Tarragona se cruza así con los intereses más imperativos de los Comunes. Y en la formación admiten que la posición de su partido se podría por lo menos revisar a la baja, evitando al menos de momento un veto, con tal de no incendiar el debate público que se dará de aquí al próximo 10 de junio, cuando se formará el nuevo Parlament. Los Comunes creen que ERC podría apoyar desde fuera a Illa para lograr, por ejemplo, la presidencia del Parlamento catalán. A cambio, entrarían en el gobierno municipal de socialista Jaume Collboni.
A todo ello hay que recordar que los Comunes, después de condicionar su apoyo a Aragonés al Hard Rock en Tarragona, perdieron el escaño por esta provincia. Algo inédito, puesto que en los últimos años siempre lo habían logrado. Fuentes internas de los Comunes culpan de este fracaso directamente a Ada Colau, quien eligió a la candidata, según los críticos más en función de su amistad personal que por las reales potencialidades electorales. Para resolver sus conflictos internos, los Comunes necesitan que arranque el gobierno de Illa y no se vuelva a votar en octubre y noviembre. Esta es, de momento, la prioridad.