Vox mejora sus expectativas para las europeas tras la visita de Milei y la marcha atrás del PP
Abascal prepara una campaña dura contra los populares, aprovechando que Feijóo se ha desmarcado de Milei
El presidente de Vox, Santiago Abascal, interviene en el evento Viva 24. | Europa Press
La polémica visita de Javier Milei a España para participar en el Viva 24 ha sentado bien a su organizador, Vox. La formación que preside Santiago Abascal está eufórica con el foco mediático que el Peluca les ha regalado a nivel internacional, que era lo que se buscaba con el evento. Además, el recule del PP en su apoyo al presidente argentino les carga de motivos para la campaña electoral, que oscilará en torno a la idea de que socialistas y populares son lo mismo en el Parlamento Europeo, donde «votan juntos el 90% de las ocasiones».
En un principio, pareciera que el PP iba a bancar al presidente argentino, a juzgar por las reacciones de Miguel Tellado y Cayetana Álvarez de Toledo el pasado domingo, pero este lunes Génova reculaba: Esteban González Pons denunciaba que el discurso de Milei es una «intromisión en política nacional» y un espectáculo «chocante», y Alberto Núñez Feijóo apuntillaba que el dirigente libertario «no le representa», ya que no se encuentra en el espacio de la «moderación».
Los populares han evitado en todo momento hacer alusión a Vox, sabedores de que en este marco el partido a su derecha es el único que puede crecer. Esto último también lo ha leído Santiago Abascal, que ha reaccionado con contundencia al recule del PP: «Con esta gente es imposible. No entienden o no quieren entender nada. Siguen con la política internacional que les marcan los socialistas. Por eso critican a todos los aliados de Vox. Por eso se han quedado sin socios internacionales, excepto el PSOE que es con quien gobiernan en Bruselas».
Desde Vox consideran que una parte importante del electorado de la derecha se posiciona con Javier Milei en el conflicto diplomático con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, y que la postura timorata del PP podría permitir un trasvase de votos importante hacia la formación que preside Santiago Abascal, que también cree que cuenta con unas listas más atractivas en cuanto a nombres, con el fichaje de Juan Carlos Girauta y la repesca de la exdiputada Mireia Borrás. Entre otros.
Las redes sociales son ahora mismo un buen termómetro de lo que está sucediendo. #Milei, #PedroVigilaATuMujer y #Begoña han sido trending topic (tendencia) en X, antes Twitter, durante dos días, tanto en España como en Argentina. Para más inri, afiliados y simpatizantes del PP (y hasta cargos del partido) han criticado la postura finalmente adoptada por Alberto Núñez Feijóo, e incluso hay alguno que ha confesado que va a votar «definitivamente por primera vez» a Vox.
Expectativas electorales
Así, las expectativas electorales de Vox para los comicios comunitarios del 9 de junio se disparan hasta los ocho escaños; seis en el peor de los escenarios. Consideran que pueden captar mucho votante del PP que en las elecciones generales se decantó por el «voto útil», pero que en el marco de la circunscripción única va a depositar su confianza en Santiago Abascal, máxime después de la polémica que se ha levantado en torno a Javier Milei en estos últimos días.
También se lanzan a por los abstencionistas. Por este nicho compiten con el activista Alvise Pérez. En Vox hay división entre quienes creen que les puede robar miles de papeletas, y quienes se encuentran tranquilos porque «nuestro votante tiene claro que ahora mismo el enemigo es Pedro Sánchez». Si acaso, le ven pescando votos entre «los antisistema», y no esperan que obtenga representación.
En caso de alcanzar los ocho escaños, esta sería una gran victoria para Vox, necesitado de un buen resultado electoral tras la debacle de las elecciones generales y los discretos resultados obtenidos en Galicia, País Vasco y Cataluña. En todas estas regiones crecieron en votos, pero se mantuvieron en escaños (0, 1 y 11).
En 2019 consiguieron cuatro en un momento más complicado, tras entrar en el Congreso con 24 diputados, por debajo de las expectativas generadas, como demostraron las elecciones posteriores, ese mismo año, en las que lograron 52 escaños. Los lograron -esos cuatros eurodiputados- sin apenas estructura de partido, con todo por hacer a nivel interno, de modo que todo lo que no sea superar ese umbral sería difícil de vender como un éxito ante el electorado.
