El PP presentará en el Congreso su propia ley de trata tras hacer caer la del PSOE
Los populares abogan por una norma que no multe a los clientes, sino que se centre en el proxenetismo
El PSOE no tendrá su ley contra la prostitución, que persigue la tercería locativa y multa a los clientes. Esta necesita del Partido Popular para que salga adelante en el Congreso de los Diputados y, según ha podido saber THE OBJECTIVE, los populares están trabajando para presentar en las próximas horas su propia ley de trata, que perseguirá a los proxenetas pero no llegará a los excesos de la norma socialista, que, según fuentes populares, «confunde trata con prostitución y no soluciona los problemas de las mujeres víctimas».
Esta norma está recogida en el punto 205 del programa electoral con el que Alberto Núñez Feijóo se presentó a las elecciones generales del 23-J. La ley orgánica integral de lucha contra la trata promete «proteger a las mujeres víctimas con un estatuto de protección integral que permita su recuperación y que puedan retomar el control sobre sus vidas». También perseguir a los proxenetas «y el beneficio económico extraído de esta actividad por terceras personas», haciendo de España «un territorio hostil a la actividad de las mafias que trafican con personas».
Esta norma es el punto intermedio con el que el PP ha logrado armonizar las «dos almas» que, según fuentes internas, existen en la formación: una abolicionista y otra regulacionista, capitaneada por Cayetana Álvarez de Toledo. Y es que al margen de la postura que unos u otros tengan sobre el trabajo sexual, todos estarían de acuerdo en perseguir la trata de personas.
De todos modos, el alma liberal empuja para que los populares terminen abrazando el regulacionismo. La semana pasada, según le consta a este medio, el PP recibió a Susana Pastor, activista en favor de la regulación de la prostitución, en Génova 13. Esta les ofreció papeles con las consecuencias negativas que la prohibición ha tenido en países como Suecia y Francia, amén de otros argumentos en contra de la mal llamada abolición, pues la ley no ha acabo con el trabajo sexual en estos países, pero sí ha empujado a las prostitutas a la clandestinidad y a una mayor inseguridad.
No obstante, la negativa a apoyar la ley abolicionista socialista también se debe a un posicionamiento político «para desgastar al PSOE». Los populares consideran que hubiese sido un error salvar en una votación a los socialistas antes de las elecciones europeas del próximo 9 de junio, máxime teniendo en cuenta que Vox está explotando el «colaboracionismo» entre ambas formaciones, y que los socios del Gobierno, entre ellos Sumar, ERC o PNV, lo habían abandonado.
En este sentido, fuentes populares sostienen que Vox, que se abstuvo, no se esperaba el voto en contra del PP, y que este fue «un gol por la escuadra» a la formación que preside Santiago Abascal, que se quedó «a cuadros». Vox jamás ha fijado posición en esta materia, en la que se le ve francamente incómodo.
La explicación oficial que dio el PP fue que no había una solución «integral» detrás de la propuesta y que había que trabajar en otro texto que abordase los aspectos más sociales de la salida de las mujeres de la prostitución. La diputada Ana Alós exhortó a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, presente en el Congreso, y al PSOE en su conjunto a retirar la ley para «negociar una ley integral contra la trata de las personas con fines de explotación sexual».
En esta misma línea, Alós expuso que la iniciativa socialista es «absolutamente insuficiente» y criticó al PSOE por hacer un «papelón», tras traer la misma proposición de ley después de haberla «aparcado» en la pasada legislatura. Además, denunció que «no existe voluntad política para abordar este asunto».
«Sacan ustedes del cajón su bandera abolicionista cada vez que tienen un problema como cortina de humo que ya nadie se cree. Señorías, el Partido Socialista es indigno el uso y el abuso que hacen ustedes del feminismo con fines electorales. Y por eso es precisamente ahora, a las puertas de unas elecciones europeas, por lo que traen de nuevo este asunto a este Pleno», zanjó.
El PSOE, sin socios
Pero el PP no es el único que ha dado la espalda al PSOE en su ley contra la prostitución, que sólo aglutinó 122 apoyos en la votación de este martes: los 120 diputados socialistas, José Luis Ábalos y Coalición Canaria. La intención de los socialistas de que esta norma salga tal y como está pergeñada, y sin atender a las afectadas, no convence ni a sus propios socios de Gobierno.
«Todas las fuerzas que conformamos el espacio de Sumar no podemos darle apoyo a esta proposición de ley, que es atravesada generalmente por la desigualdad, por un racismo estructural, muchas veces también por la transfobia, por la pobreza, y la proposición de ley del PSOE no aborda en absoluto soluciones a ninguna de estas cuestiones estructurales, lo que nos impide darle apoyo», aseguró la diputada de los Comunes Gala Pin, el día en el que se votó en la Cámara Baja.
Por su parte, Engracia Rivera, diputada de Izquierda Unida, destacó que «faltan muchísimas cosas en esa propuesta»: «Falta empleabilidad, nos falta el acceso a la vivienda, nos falta la formación académica, nos faltan múltiples medidas sociales y económicas para erradicar la prostitución», ha subrayado. También ha apuntado que, a su juicio, la propuesta del PSOE «quiere ahondar en la división y no en la unión», y que «no aporta soluciones reales al problema que pretende arreglar».
Según declaró también la portavoz de En Comú Podem, Aina Vidal, «es un error traer una propuesta que lo que hace es dividir al movimiento feminista y lo que hace, por lo tanto, es no buscar una unión necesaria para defender nuestros cuerpos, nuestra libertad y también nuestra capacidad de avance».