El abogado que concurre a las europeas contra la Agenda 2030: «Nos jugamos la libertad»
Luis María Pardo, presidente de Iustitia Europa, denuncia que el fin del dinero en efectivo busca el control social
Luis María Pardo se marchó muy joven a la Marina y, más tarde, acabó siendo guardia civil durante 12 años. El amor le llevó a Italia, donde trabajó de taxista y «descubrió la realidad del autónomo, los impuestos, el no tener un día libre». Durante los turnos nocturnos, se sacó la licenciatura en Derecho y el Máster de la Abogacía, que le sirvieron para ser el azote de las administraciones durante la covid-19 con la Asociación Liberum, de la que ya no forma parte. Ahora es cabeza de lista de Iustitia Europa, un movimiento ciudadano que concurre a las elecciones europeas del próximo 9 de junio con el objetivo de «eliminar la Agenda 2030». Era, dice, la siguiente «etapa natural» en su vida por su trayectoria.
P.- ¿Cómo nace Iustitia Europa?
R.- Nacemos en los tribunales europeos luchando por restaurar los derechos y libertades que habían sido usurpados en el transcurso de la pandemia de la covid-19. En medio de estas batallas judiciales, nos dimos cuenta de que era imprescindible la participación ciudadana para luchar también en el Parlamento Europeo, que es donde se están decidiendo políticas de mayor control de nuestros datos, de lo que tenemos que comer o cultivar, de cómo debemos informarnos, de la desaparición del dinero en efectivo, de pasaportes sanitarios, etcétera.
P.- ¿Qué les diferencia de otros partidos?
R.- No somos políticos ni queremos serlo. Este movimiento ciudadano nace porque ningún partido quiso comprometerse con la defensa de las libertades fundamentales en la crisis de la covid-19, por el temor a ser llamados negacionistas. Tenemos firmado un contrato con nuestros afiliados en el que no podemos permanecer más de cinco años en un escaño sin volver a nuestros trabajos habituales. Participamos en política no porque nos guste si no porque no nos queda otra.
Europa se ha convertido en el cementerio de los políticos nacionales, y no somos conscientes de la importancia que tiene el Parlamento Europeo que aplica las prerrogativas de la Agenda 2030, a través de reglamentos, directivas y decisiones. Debemos alcanzar, los ciudadanos, el Parlamento de donde están siendo emanadas la mayoría de las normas jurídicas que afectan a los españoles en sectores como el del taxi, sector primario, información, salud, identidad digital, energía, puesto que si se continúa con el rodillo de aprobaciones masivas de reglamentos europeos, la pérdida de la libertad es inevitable.
La diferencia fundamental es que somos la única formación que de verdad se enfrenta a los dueños del mundo. Somos un partido anti-OTAN, estamos en contra de la desestabilización que está trayendo Estados Unidos a Europa con la complicidad de sus socios Ucrania, Israel y Marruecos, entre otros, a quienes armamos y con quienes hacemos acuerdos de ayuda militar, que pagamos todos sin que estos pasen por el congreso y que no traen ningún beneficio para nadie más que los que negocian con la muerte. Creemos que es importante que alzar la voz por la Paz en vez de callar, como hacen todos, ante las políticas belicistas de la UE. Estamos en las puertas de una guerra cuyas consecuencias sólo pagaremos los ciudadanos y no las élites políticas, ni los lobbies armamentísticos. Sabemos que usaran esta situación bélica como pretexto para recortar económicamente y recortar nuestras libertades, tal y como sucedió durante la covid-19.
«Se quiere acabar con el dinero en efectivo para imponer el control social»
P.- ¿Cuáles son las principales líneas de su programa electoral?
R.- Bueno, lo primero que quiero decir ante esta pregunta es que Iustitia Europa no habla de programa electoral, sino de contrato. ¿Por qué? Porque es un contrato del ciudadano que vota a la formación. Entre todos, vamos a cambiar las cosas en Europa. Por eso mismo, no decimos ‘vota a Iustitia Europa’ sino ‘vótate’.
Eliminación de la Agenda 2030, defensa del sector primario y del modo de vida rural, luchando contra el negocio del cambio climático, ‘no’ al control digital y al reconocimiento facial, ‘no’ al Digital Services Act que atenta contra la libertad de periodismo, información y expresión, defensa de una educación que no corrompa a nuestros hijos, defensa de las terapias naturales, derecho a no depender de un ordenador y de un móvil para los trámites administrativos, que discriminan a la tercera edad, y rechazar la obligatoriedad de las políticas de inmigración masiva. Y cuestionaremos la permanencia en la UE si no se dan los cambios que consideramos necesarios. Nos estamos jugando la libertad.
P.- Concretamente, ¿en qué sectores nos jugamos la libertad?
R.- Pues vamos a defender al sector primario español, la agricultura española; la libertad de información, de prensa y de expresión; la libertad para elegir cómo cuidarte y cómo cuidar tu salud, defendiendo las milenarias terapìas naturales y a sus profesionales frente a los ataques políticos y de la industria que sólo buscan en la salud un rédito económico; y la educación de nuestros hijos frente al adoctrinamiento ideológico al que se les viene sometiendo hace años.
Nuestras dos banderas son la eliminación de la Agenda 2030, que coarta nuestra libertad, y un rotundo sí a la paz, con un radical rechazo a la deriva belicista de la UE, de la OTAN y sus socios. También buscamos en el ámbito sanitario, instituir un fondo de efectos adversos de las vacunas de la covid-19, pagado por las farmacéuticas, y acabar con la discriminación de la tercera edad. ¿No están todos ustedes de acuerdo en suprimir los privilegios, inmunidad y aforamiento a los políticos? ¡Basta ya! El político es una persona que ha de trabajar altruistamente por el bien común.
P.- La campaña de Iustitia Europa ha oscilado en torno a la defensa del dinero en efectivo. ¿Por qué consideran tan importante su pervivencia?
R.- Porque hay un interés de control social. Nosotros no tenemos nada en contra de las CBDC [moneda digital europea], pero no queremos su imposición, queremos libertad de elección. Si tú quieres una vida analógica: permiso de conducir, dinero en efectivo, escrituras de casa física… nadie te puede obligar a no tenerla.
A partir del certificado covid, a través de la salud, se puso en marcha un proceso digital en el cual los ciudadanos pierden libertad en pos de la seguridad. Ahora viene la moneda digital y la identidad digital. ¿Por qué no existe un reglamento de bioética o de Inteligencia Artificial? ¿Qué va a pasar con el dinero en efectivo? Ellos te tildan de evasor fiscal y dicen que el dinero no puede ser anónimo. Quieren controlar qué comes, cuánto viajas, a dónde vas. Y todo eso te lo van a relacionar con la salud y el cambio climático.
P.- ¿Es la última legislatura para parar esta deriva liberticida que denuncia?
R.- Absolutamente. Y es la última oportunidad porque hasta ahora los ciudadanos nos podemos presentar con 15.000 firmas, pero a partir de las próximas elecciones la UE ya ha dicho que España tiene que poner la barrera del 5%, como se aplica en Italia. Ahí si no consigues más de un millón de votos no obtienes representación. Aquí no lo han hecho por los partidos nacionalistas, que se quedarían fuera. Por eso Sánchez ha aguantado. Estas son las últimas, y van a aumentar las firmas: necesitarás 100.000 o 150.000, complicando mucho que movimientos ciudadanos concurran a las elecciones.
«Vox está defendiendo la Agenda 2030»
P.- Vox se presenta a las elecciones europeas contra la Agenda 2030. Sin embargo, le han surgido competidores que también se presentan contra esta. ¿Esto qué significa? ¿No la combaten los de Santiago Abascal como deberían?
R.- Nacen para combatir la Agenda 2030 porque Vox manosea la Agenda 2030. El ejemplo más claro es el Digital Service Act, que es un reglamento europeo donde Vox se abstiene. No vota en contra de dar poderes ilimitados a un órgano administrativo/político como es la Comisión Europea para que esta active la censura en Europa. La información es clave para la aplicación de la Agenda 2030 y la pérdida de las libertades, y un partido que defiende la libertad tiene que votar en contra de cualquier tipo de censura.
El segundo ejemplo es la reforma del reglamento Eurodac para identificar a inmigrantes ilegales con reconocimiento facial. Eso es un chiste. Si te lees el programa de Vox, además, verás que abogan por la identidad digital. No están en contra de la Agenda 2030, la están defendiendo. ¿Qué política tiene Vox sobre la Guerra de Ucrania? ¿A quién obedece? ¿Por qué no quieren la paz? ¿Cuánto ha costado a los europeos esa guerra? ¿Y cómo se está pagando? Deuda que genera inflación. Eso está defendiendo Vox, que, por otro lado, no dice nada sobre los efectos adversos de las vacunas.
P.-. ¿Iustitia Europa es de derechas o de izquierdas?
R.- De ninguno. Somos un partido sin ideologías, transversal, que lo que quiere es un reinicio moral en la Unión Europea y en la política en general. Con nosotros hay personas que pueden tener sus posicionamientos particulares frente a determinados temas, pero a todos nos une parar la deriva totalitaria y belicista en la que está la UE y que lamentablemente nadie se atreve a denunciar porque hay muchos intereses de por medio. Reunimos a personas desencantadas de esas nuevas izquierdas, de los verdes, de las nuevas derechas, que al final han resultado ser más de lo mismo, fuerzas globalistas que terminan gritando ‘Viva Israel’ o ‘Viva Estados Unidos’ como lo hace Vox, o que son cómplices de las políticas de escalada belicista del Gobierno de Sánchez, como es el caso de Sumar.
P.- ¿Cuáles serían sus alianzas internacionales?
R.- Esta ola de personas desencantadas con lo que se suele llamar la «falsa disidencia» está presente en toda Europa. Formamos un frente internacional con Alternativa Democrática Nacional (Portugal) y Umanitá E Ragione (Italia), y con todos aquellos que quieran y como mínimo exijan la disolución de la Agenda 2030 en el Parlamento Europeo, algo que es urgente, ya que esta es la última legislatura.
Lamentablemente, los actuales partidos políticos europeos tienen sus intereses muy comprometidos con aquellas organizaciones que justamente imponen la agenda 2030 o las políticas de inmigración masiva. Por ejemplo, el ECR o grupo de Conservadores y Reformistas donde esta Vox, Hermanos de Italia, Pis … es imposible que abogue por una desescalada de la violencia en el Oriente Medio. La razón es que tiene en su directiva a una ministra del Likud, partido de Netayanhu, que está allí para velar por los intereses de su partido y no por el de los europeos. No nos integraremos en ninguno de los partidos europeos actuales, todos son globalistas y atlantistas y su lucha contra la Agenda 2030 es sólo retórica.