Un grupo de juristas lamenta la aprobación de la amnistía: «Es un día negro para la democracia»
La Fundación para la Libertad ha celebrado un debate sobre la ley con rostros conocidos del mundo jurídico
La Fundación para la Libertad ha celebrado una mesa de debate este jueves a propósito de la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados. El acto lo ha presentado la cara más visible de este colectivo, el que fuera líder del PSOE en el País Vasco, Nicolás Redondo Terreros –expulsado de la militancia socialista por rechazar públicamente esta norma–, que ha comenzado calificando esta jornada de ser «un día negro para la democracia» en España.
Además de Redondo, el evento lo han conformado varios rostros conocidos del mundo jurídico como la catedrática Jean Monnet ad personam, Teresa Freixes; el catedrático de Derecho Constitucional y columnista de THE OBJECTIVE, Francesc de Carreras; el jurista, escritor y antiguo eurodiputado por UPyD (2009-2014), Francisco Sosa Wagner; y los catedráticos de Derecho Constitucional, Germán Teruel y Tomás Ramón Fernández.
«Son tiempos que se apuntan en negro en esa historia que se convierte en inevitable», eran las palabras del exlíder socialista vasco durante su intervención para dar entrada al debate. Le seguiría Teruel, quien ha denominado a la aprobación de esta ley como la llegada del «caballo de Troya de la democracia».
Por su parte, Carreras ha arremetido contra el Gobierno al indicar que «la degradación del Estado de Derecho» no es algo que se haya producido de la noche a la mañana, sino que se ha ido llevando a cabo poco a poco desde la entrada de Sánchez al Palacio de la Moncloa. El catedrático ha querido hacer referencia al artículo 117.3 de la Carta Magna para acusar al Ejecutivo de pretender apropiarse con la amnistía de la competencia de la actividad jurisdiccional reservada únicamente a jueces y tribunales.
«La amnistía no está recogida en la Constitución», ha remarcado en su intervención el también catedrático Ramón Fernández al asegurar que ese «es el problema de fondo» y que por ello, hay que ir a él: «Esto es un sistema de libertades, por tanto, lo que no está recogido está permitido. Pero para un poder, es todo lo contrario, para el poder si no está recogido no está permitido«, ha querido dejar claro el experto en Derecho Constitucional.
La última en intervenir ha sido la jurista Freixes, que ha denominado la aprobación de la ley de amnistía como la consecuencia de «temporadas de baile» que empezaron con la legislatura de Zapatero, seguida la posterior moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy y culminando con la luz verde a esta norma que «han conducido a un deterioro del Estado de derecho».
«El caudillismo y la soberbia del presidente»
Tan sólo unos minutos antes de dar pistoletazo a la mesa de debate, la propia fundación publicaba un manifiesto acerca de la ley aprobada en la Cámara Baja. El colectivo considera que España vive «sin duda la más grave crisis política desde 1978», gracias a la «degradación del Poder Legislativo» y, según señala el texto, «la producción de leyes de prosa aquilatada y clara ha sido sustituida por la acumulación farragosa de engendros legislativos confusos y contradictorios».
El escrito sostiene que la degradación del Legislativo se aprecia «cuando se hurtan a la Cámara Baja los debates más transcendentes, como ha ocurrido con la imprescindible ayuda militar a Ucrania o el reconocimiento del Estado palestino».
La Fundación para la Libertad subraya el antes y el después que supone la amnistía en la historia del Partido Socialista: «Desgraciadamente, en el futuro los socialistas no podrán oponerse a las medidas más extravagantes e inmorales que se pudieran tomar porque han patrocinado una de ellas, ofuscados por el caudillismo y la soberbia del presidente del Gobierno«, puntualiza el comunicado.
Las exigencias de los socios del Gobierno de Sánchez son para el colectivo «el precio por seguir gobernando ha subido hasta unos límites intolerables«. Por ello, denuncian que actualmente «la democracia española es más débil, la separación entre españoles más profunda y la esperanza democrática que representó la Constitución del 78 se difumina en aras de una tosca e inmoral voluntad de mantener el poder».
Por último, la fundación liderada por Redondo llama a la movilización de la ciudadanía porque «es imprescindible una reacción popular en defensa de lo que los españoles construyeron hace décadas y otros hemos heredado», y que dicho movimiento debe «estar por encima de los partidos y las siglas». En defensa del modelo democrático en España, la Fundación para la Libertad lamenta el «durísimo golpe» al «espíritu de pacto y reconciliación entre españoles que definió la Transición de la dictadura a la democracia».