Marlaska tuteló la declaración del alto cargo de Interior que compró mascarillas a la trama Koldo
El comisario de Policía Daniel Belmar, ya jubilado, acudió al Senado acompañado por su sucesor en el cargo
Daniel Belmar y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. | Ilustración de Alejandra Svriz
Daniel Belmar contó a la Guardia Civil que encargó mascarillas a Soluciones de Gestión a instancias del Ministerio de Transportes. Sin embargo, el pasado miércoles ante la comisión que investiga el caso Koldo en el Senado afirmó que contactó con la empresa por indicación de José Antonio Rodríguez, director general de Coordinación y Estudios en el departamento que lidera Fernando Grande-Marlaska. Los representantes del PP denunciaron sus «contradicciones» durante la comparecencia. No obstante, lo que más les sorprendió fue encontrarse en la sala con Mario García Colorado, la persona que sustituyó a Belmar hace un año en su puesto en Interior.
El comisario de Policía jubilado llegó a la Cámara Alta acompañado de García Colorado, que le relevó como subdirector general de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios de la Secretaría de Estado de Seguridad. Llegaron con bastante antelación, lo que les permitió dialogar con algunos de los asistentes. El sustituto de Belmar portaba un maletín y una carpeta. Se sentó en las últimas filas y se pasó toda la sesión tomando notas en una pequeña libreta. Eso soliviantó a muchos de los presentes, que expresaron su preocupación porque Marlaska tratara de tutelar la declaración.
Los comparecientes tienen derecho a ir acompañados de una persona que les asista. Muchos optan por acudir con un abogado. Sin embargo, en esta ocasión generó sorpresa que Belmar fuese acompañado de la persona que le relevó en el cargo. Lo interpretan como una fórmula de controlar sus palabras. Un escenario que rechazan fuentes próximas a los protagonistas, que explican a THE OBJECTIVE que García Colorado trabajó durante años con el comisario jubilado y que le acompañó por amistad.
La compra de Marlaska
Este diario ha tratado sin éxito de recabar la versión del Ministerio del Interior, que se ha limitado a explicar que García Colorado formaba parte del equipo de Belmar desde hace mucho tiempo. Los asistentes a la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado subrayan el nerviosismo que mostró el actual subdirector general de Planificación y Gestión de Infraestructuras cada vez que su predecesor era cuestionado con un asunto espinoso. O cuando el PP le acusó en repetidas ocasiones de faltar a la verdad.
Soluciones de Gestión consiguió la adjudicación de una docena de contratos durante la pandemia por 53 millones de euros. Belmar fue el encargado de adquirir el millón de mascarillas que Interior compró a la empresa vinculada a la trama Koldo por 3,5 millones. El comisario de Policía se jubiló en marzo del año pasado. Una vez retirado, el departamento de Marlaska anuló el correo que utilizaba, según reveló Interior al juez que investiga el caso en la Audiencia Nacional, que había requerido las comunicaciones.
La ley de conservación de datos impone mantener los emails durante un año. Esa obligación «cesa a los 12 meses computados desde la fecha en que se haya producido la comunicación. Por tal motivo, no existe contenido alguno en los buzones o carpetas del correo electrónico corporativo entre el 1 de enero de 2020 hasta el 1 de julio de 2020 de Daniel Belmar», explicó el departamento de Marlaska al magistrado que instruye el caso en la Audiencia Nacional.
Tras esa respuesta, la Guardia Civil citó a Belmar en sus dependencias para que explicara en calidad de testigo el contrato suscrito entre Soluciones de Gestión e Interior. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) entraron en la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios de la Secretaría de Estado de Seguridad el pasado 20 de marzo.
Demora en la documentación
El acta de entrada, al que ha accedido este diario, indica que fueron atendidos por García Colorado. Les entregó un pendrive con tres documentos relacionados con el expediente bajo sospecha: una memoria justificativa, una resolución de emergencia y un documento de la Intervención General de la Administración del Estado. Sin embargo, el contrato se encontraba en la Subdirección General de Gestión Económica, lo que demoró la consecución del documento.
La senadora del PP, Ana Beltrán, fue especialmente dura con Belmar durante la comparecencia al achacarle que demorara la entrega de documentación a los investigadores. El comisario jubilado negó el miércoles que hubiese recibido instrucciones para comprar material con una empresa concreta. Aseguró que solo le pidieron que apoyara las necesidades de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y que consiguiera almacenar un remanente para futuras eventualidades. «Ni conocía, ni conocí, ni conozco» a Koldo García ni al resto de miembros de la trama, insistió.
Belmar reconoció que habló por teléfono con Iñigo Rotaeche, entonces representante legal de Soluciones de Gestión, para requerirle la documentación pertinente y concretar las condiciones del contrato por valor de 3,5 millones de euros. El departamento de Marlaska disponía de dinero para comprar, pero no de proveedores, por lo que pidió ayuda a Rodríguez, que le indicó nueve empresas, aunque solo una reunía los requisitos y no se quiso comprometer con la entrega.
«Usted dice una cosa aquí y la contraria a la UCO», le acusó Fernando Martínez-Maíllo, senador del PP. Su formación le acusó de mentir y le amenazó con que, de seguir así, acabaría investigado. El dirigente popular puso de relevancia que el número de mascarillas que compraron a Soluciones de Gestión coincidía con la cantidad de un préstamo que recibieron y al que hizo alusión el exministro José Luis Ábalos, lo que suscitaba «sospechas» de haber pagado dos veces por el mismo material.
