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¿Ucrania e Israel? Qué diferencia a Sumar de Podemos ante los comicios europeos

Podemos mantiene una posición radical sobre las armas a Kiev y Sumar emula a los morados en la defensa de Palestina

¿Ucrania e Israel? Qué diferencia a Sumar de Podemos ante los comicios europeos

La candidata de Podemos, Irene Montero | Europa Press

Sumar y Podemos afrontan en los comicios europeos del próximo 9 de junio un choque en el que ambos se juegan su supervivencia. Las dos formaciones presentan respectivamente a Estrella Galán e Irene Montero como candidatas. Se trata de dos perfiles muy diferentes: Galán es una outsider de la política, elegida por Yolanda Díaz sin pasar un proceso de primarias, al que, en cambio, se sometió Irene Montero, figura destacada de Podemos desde hace años. Podemos ha decidido centrar su campaña electoral en la esfera internacional de la guerra en Ucrania y al conflicto en Palestina. Sumar también quiere competir con Podemos para el mismo segmento electoral, pero con posturas algo diferentes, sobre todo en lo que atañe a la invasión rusa y la respuesta de Kiev.

Hace dos años, Putin decidió invadir Ucrania, despertando la resistencia del Gobierno de Volodímir Zelenski y de las potencias occidentales, que han enviado armas a Kiev para que Ucrania hiciera frente a las tropas rusas. La Unión Europea, al igual que Estados Unidos, ha denunciado la invasión del Kremlin y ha considerado esencial para mantener la paz y la seguridad en el continente plantear la defensa ucraniana como una verdadera frontera europea. De ahí la respuesta militar de todas las naciones europeas, que han enviado armas a Kiev y entrenado a sus soldados para impedir a Moscú una rápida invasión y conquista de Ucrania.

Podemos se desmarcó de Yolanda Díaz en lo que concierne a Ucrania, incluso antes de que naciera Sumar. En marzo de 2022, cuando todavía había ministros de Podemos en el gobierno de Pedro Sánchez, el Congreso de los diputados afrontó una tensa votación parlamentaria para aprobar el primer envío de armas a Ucrania. En esa sesión, Podemos decidió votar en contra del Ejecutivo del que formaba parte, mientras que Díaz se desmarcó de Montero y Ione Belarra, y respaldó al PSOE. «Millones de vidas están en juego en Ucrania y el presidente del Gobierno cuenta con todo nuestro apoyo», afirmó entonces Díaz, proyectándose ya en ese momento como una alternativa al liderazgo de Montero e Iglesias en la izquierda alternativa a Podemos. Pablo Iglesias atribuyó a la «presión mediática» la decisión de Díaz y también de Pedro Sánchez.

Guerra y paz

Ahora, dos años después del conflicto y con las elecciones europeas del domingo a las puertas, Sumar y Podemos han vuelto a dividirse sobre la cuestión de la defensa de Ucrania. Podemos insiste en su negativa a enviar cualquier tipo de armas a Kiev. En opinión de Podemos la única vía transitable es la de la diplomacia. En los últimos debates televisivos, Montero sostuvo que, después de las armas, la Unión Europea decidirá enviar a militares de los países miembros para respaldar a Zelenski. Los morados proponen un marco dicotómico entre «paz y guerra» como arma electoral, desviando cualquier tipo de debate sobre los efectos de una rendición inmediata de Ucrania.

Sumar tiene una posición más matizada. Los representantes de Sumar reconocen el principio de «legítima defensa» de Ucrania frente a la invasión rusa. «El futuro de Ucrania lo deben decidir los ucranianos, y no les podemos pedir que se rindan. Si Rusia deja de luchar, se acaba la invasión; pero si Ucrania deja de luchar, ya no existirá Ucrania», dijo el número dos de la lista europea de Sumar, Jaume Asens, en una reciente entrevista en el diario digital catalán Villaweb. El mismo Asens había afirmado hace dos años, pocos meses después de la invasión rusa, que «la comunidad internacional no puede quedarse de brazos cruzados y tiene que ayudar Ucrania».

Para Díaz la cuestión del envío de las armas a Ucrania y de la búsqueda de la paz no eran entonces temas antitéticos: «La diplomacia no se ha interrumpido» con el envío de armas a Ucrania, sostiene la vicepresidenta segunda. Aun así, a medida que se acercaban las elecciones europeas, la posición de Sumar ha ido cambiando parcialmente sobre el envío de las armas. El último paquete de 1.100 millones de euros pactados por Sánchez con Zelenski para comprar y entregar armas en los próximos tres años ha dejado a Sumar en una posición algo incómoda de cara a su electorado. Díaz y sus ministros sostuvieron que el presidente y el PSOE habían ocultado a sus socios esta medida (que se aprobó en el Consejo de Ministros).

La vicepresidenta segunda del Gobierno y coordinadora general de Sumar, Yolanda Díaz, y la candidata de Sumar para las elecciones europeas, Estrella Galán.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y coordinadora general de Sumar, Yolanda Díaz, y la candidata de Sumar para las elecciones europeas, Estrella Galán. | Agencias

Fin de las relaciones comerciales

Sumar dijo haber pedido al menos dos veces por escrito en qué manera ese desembolso ayudaría a alcanzar la paz, y denunciaron no haber recibido respuesta. Estrella Galán ha reiterado que su partido reconoce el derecho de Ucrania a la defensa y a recibir ayuda. Pero Sumar ahora cree que el envío reiterado de armas puede servir para una «escalada bélica al servicio de los intereses de la industria militar». Sumar ha intentado vincular la actuación de Vladimir Putin con la de Benjamin Netanyahu: «Tanto Netanyahu como Putin niegan el derecho a la vida de aquellos a los que previamente han deshumanizado y, sobre todo, se sienten impunes, por encima del derecho internacional, igual que se sentían impunes los nazis y los fascistas cuando en abril de 1937 bombardearon este pueblo, Gernika», afirmó recientemente Galán.

Mientras que Podemos y Sumar tienen posturas parcialmente diferentes sobre Ucrania, en cuanto a Israel y Palestina los dos partidos han activado una competición para ver quién ataca con más fuerza a Tel Aviv. Después de los atentados de Hamás del 7 de octubre y la respuesta militar de Israel, Podemos se lanzó de inmediato a respaldar a Palestina y a denunciar lo que califican de «genocidio» perpetrado por Netanyahu. Los miembros de Podemos fueron los primeros en emplear ese término, que después recogieron los miembros de Sumar. Díaz participó a manifestaciones en apoyo de Palestina después de la entrada de los tanques israelíes en Gaza, con el objetivo de impedir a Podemos hacerse con todo el electorado de izquierda sensible a esa cuestión.

Díaz y sus ministros presionaron al Gobierno de Sánchez para que interrumpiera las relaciones diplomáticas con Tel Aviv. El ministro Pablo Bustinduy llegó a enviar una carta a las empresas españolas activas en Israel instándolas a «adoptar las actuaciones necesarias para evitar que sus actividades contribuyan a las vulneraciones de derechos humanos en los territorios palestinos ocupados». Esa carta generó malestar en el bando socialista del Gobierno, a la vez que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aun después del reconocimiento por parte del Gobierno del Estado de Palestina, pidió a los demás ministros del Ejecutivo no hablar de «genocidio».

La denuncia de Belarra

Podemos aprovechó ese titubeo de Albares para preguntar en el último debate televisivo en RTVE a la ministra Teresa Ribera si sigue considerado lo que ocurre en Gaza de «genocidio», sin obtener respuesta. Galán, en cambio, prefirió desviar la cuestión. Aun así, Sumar no quiere quedarse detrás de Podemos en cuanto a la cuestión de Gaza y Palestina. Los ministros de Sumar, por ejemplo, se arrogaron la autoría del reconocimiento del Estado palestino por parte de Sánchez, aunque no lograron, por ejemplo, que el presidente del Gobierno hiciera la declaración oficial de la medida de la mano de Díaz, que se quedó de facto puenteada.

Podemos sostiene que no es suficiente e insiste en que hay que romper todo tipo de relación diplomática y comercial con Tel Aviv. Los morados llegaron incluso a criticar al Gobierno de Sánchez y Díaz cuando este anunció, el pasado miércoles, que se sumaba a la investigación del Tribunal del Haya contra Israel. Podemos dijo que el anuncio de Albares era un «fake»: «Con medias tintas y anuncios electoralistas es imposible que le paremos los pies a Netanyahu», afirmó la diputada.

Podemos, en definitiva, ha ido más lejos que Sumar en la cuestión de Ucrania y ha intentado hacer lo mismo con Palestina. Los morados también han reprochado al Gobierno estar sometido a los intereses de Estados Unidos, algo que Sumar ha evitado mencionar para no irritar a sus socios. Podemos quiere ganarse al electorado de izquierda más radical en ambas cuestiones y marcar una frontera con Sumar para intentar robarle votos. Montero y Belarra creen que en los últimos compases de la campaña electoral se ha reducido la distancia con los de Díaz, y confían incluso poder empatar en escaños para lanzar después del 9-J su segundo asalto al espacio político de la izquierda alternativa al PSOE.

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